Si es de izquierdas, bienvenido
Llamazares trata de aprovechar el tir¨®n de las protestas contra el PP al cumplir un a?o al frente de IU
El PP goza de una amplia mayor¨ªa absoluta, no hay ni un s¨®lo s¨ªntoma objetivo de recuperaci¨®n de la izquierda pol¨ªtica, pero los impenitentes dirigentes de Izquierda Unida, y especialmente su coordinador general, Gaspar Llamazares, est¨¢n convencidos de que a¨²n queda una posibilidad: encauzar las protestas contra el PP y atraer los votos de los descontentos.
La obsesi¨®n recurrente del nuevo l¨ªder, que en estos d¨ªas cumple un a?o al frente de la coalici¨®n, se centra en cambiar de una vez por todas la imagen de sectarismo de IU para que se puedan acercar todos los que 'se est¨¢n moviendo' en el espacio de la izquierda. Y ¨¦stos son, evidentemente, los estudiantes que protestan contra la nueva Ley de Universidades, los 'mal llamados' antiglobalizadores, y los miles de ciudadanos que est¨¢n en contra de la guerra en Afganist¨¢n.
Ha tenido que llegar el desastre electoral y el hundimiento pol¨ªtico y econ¨®mico de IU para que se produjera un giro de 180 grados en su actitud, pero todos los dirigentes coinciden en que lo de ahora, con sus problemas, no tiene nada que ver con el pasado. Sobre todo en su actitud hacia cualquier cosa que se mueva a la izquierda del PSOE. 'Tenemos que ser acogedores', dec¨ªa ayer Llamazares en la clausura de unas jornadas organizadas precisamente para eso, para ver c¨®mo se puede atraer a ese complejo y disperso mundo formado por ONG, movimientos pol¨ªticos menores, plataformas...
La desesperaci¨®n por ampliar el espacio llega tan lejos que se plantea la posibilidad de que alguno de estos colectivos participen en la elaboraci¨®n de los programas de IU, algo impensable hace unos a?os. La coalici¨®n promete tambi¨¦n recuperar unas primarias en las que fue pionera pero que abandon¨® en los ¨²ltimos a?os de la gesti¨®n de Julio Anguita. Sin embargo, esta insistente b¨²squeda por extender el reducido espectro de la coalici¨®n no est¨¢ exenta de problemas, sobre todo porque en ese mundo de la 'izquierda fragmentada' una organizaci¨®n como IU, que ha protagonizado innumerables escisiones y expulsiones, no est¨¢ del todo bien vista. 'Que f¨¢cil es romperlo todo y cu¨¢nto cuesta rehacer los pedazos', comenta lac¨®nico un dirigente sobre este asunto.
Pero todos coinciden en que hay que intenarlo. De hecho, hasta aqu¨ª la gesti¨®n de Llamazares es aplaudida por casi todos. Los problemas llegan cuando ese pragmatismo del que hace gala el coordinador general le hace ir demasiado lejos: 'Hay que hacer m¨¢s pol¨ªtica y menos buenas intenciones', sostiene Francisco Frutos, el secretario general del PCE, que sali¨® derrotado en la ¨²ltima Asamblea de IU. Todav¨ªa colean las protestas del sector que lidera por el pacto con el PNV en el Pa¨ªs Vasco. A pesar de ello, Frutos se ha retirado a su cuartel del PCE y parece que ese reparto de papeles ha acabado con las peleas internas que dominaron la anterior etapa.
Y a¨²n sin divisiones en el primer plano de la agenda, los problemas no dejan de aparecer. El m¨¢s grave que ha vivido Llamazares durante su mandato fue el del embargo de las cuentas por una deuda pendiente de 180 millones de pesetas. Ya acab¨®, pero IU sigue movi¨¦ndose al borde del abismo en lo que a cuentas se refiere.
El desastre siguiente fue el de las elecciones en Galicia, donde IU qued¨® como una fuerza completamente marginal, con menos de 10.000 votos. Y ¨¦se es precisamente otro de los graves problemas, seg¨²n Luis Carlos Rej¨®n, responsable auton¨®mico: hay zonas de Espa?a en las que la coalici¨®n, la tercera fuerza pol¨ªtica de implantaci¨®n nacional, corre el riesgo de desaparecer. Tambi¨¦n por eso IU est¨¢ dispuesta a abrise no s¨®lo a fuerzas sociales, sino a los partidos nacionalistas de izquierdas que quieran sumar fuerzas.
El mayor de los problemas, seg¨²n admiten todos, es la desaparici¨®n de la escena medi¨¢tica. Tanto, que Llamazares sigue siendo un l¨ªder relativamente poco conocido (s¨®lo el 45%, seg¨²n el CIS). Y ni siquiera muy bien valorado (s¨®lo un 3,9, muy por debajo de Zapatero y Aznar). El coordinador bromea incluso con que ni siquiera le han hecho un gui?ol en Canal+, pese a que ha llegado a suger¨ªrselo a dirigentes de esta cadena de televisi¨®n.
A pesar de todo, la gesti¨®n de Llamazares, protagonizada por los pactos -IU ya gobierna en tres comunidades, algo in¨¦dito- se sigue basando en la confianza de cubrir todo el espacio que el PSOE va dejando a la izquierda, con su 'deriva centrista y pactista con el PP'.
Pr¨®xima batalla: el PCE
En Izquierda Unida, por hartazgo de unos, por abandono de otros, y sobre todo por falta de inter¨¦s de la mayor¨ªa, las batallas internas dejaron de ser protagonistas cuando se dilucid¨® la ¨²ltima, que parti¨® por la mitad a la organizaci¨®n y acab¨® con la victoria de Llamazares frente a Frutos por un solo voto. Ahora que se acerca el XVI congreso del PCE, el partido hegem¨®nico, previsto para marzo de 2002, los cuchillos comienzan a afilarse, pero sin muchas ganas. Queda a¨²n tiempo para que la situaci¨®n se agrave pero, de momento, todo parece encaminado a que Francisco Frutos salga reelegido tras un pacto con Gaspar Llamazares para repartirse el poder de forma m¨¢s o menos equitativa, algo similar a lo que se hizo en IU tras la VI Asamblea.
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