El futbolista a palos

Pudiera ser Javi Gonz¨¢lez un caso de futbolista a palos. La adversidad le motiva, la placidez le adormece. Criado en la cantera del Athletic, ya fue casi expulsado del juvenil por la distancia que separaban sus condiciones de su car¨¢cter. Ya fue castigado con el rebaje al segundo equipo en el Alav¨¦s (al que por cierto salv¨® del descenso) en Tercera Divisi¨®n y luego despedido del conjunto vitoriano, tras una conversaci¨®n de un minuto y medio con Gonzalo Ant¨®n, entonces vicepresidente del club. En el Sestao (en Segunda), fue despedido por el entrenador Blas Ziarreta y tras reconvenir su situaci¨®n, volvi¨® a la entidad y fue el mejor del equipo, tanto que fue fichado por el Celta en plena etapa de crecimiento del equipo vigu¨¦s.

Siempre igual. Javi Gonz¨¢lez amenazaba con ser un jugador incorregible, uno m¨¢s de esos productos avalados por su inteligencia futbolistica y desacreditados por su falta de car¨¢cter. En Bilbao, en Vitoria, en Sestao, en Vigo, nadie dud¨® de sus cualidades t¨¦cnicas, pero todos tropezaron con su falta de constancia. Un tipo raro, conflictivo seg¨²n unos, inadaptado al colectivo, seg¨²n otros; buen futbolista, seg¨²n todos. Gonzalo Ant¨®n zanj¨® su relaci¨®n contractual con el Alav¨¦s con una frase hist¨®rica: '?ste me dura a m¨ª un minuto y medio'. Luis Fern¨¢ndez, en el Athletic, siempre confi¨® en sus posibilidades, pero no ocultaba la duda que le ocasionaba su presencia en el equipo. 'Hay veces que a los cinco minutos de partido, lo cambio de banda, para no verlo'. Pero no lo sustitu¨ªa, porque de Javi Gonz¨¢lez siempre se pod¨ªa disfrutar de un minuto de inspiraci¨®n.

Jupp Heynckes, el actual t¨¦cnico del Athletic, ha tirado por elevaci¨®n. Que se duda de su car¨¢cter, le otorga responsabilidad; que adolece de esp¨ªritu defensivo, le coloca de defensa; que no responde, lo paga con creces.

Otra vez la terapia frontal. A los 27 a?os, Javi Gonz¨¢lez parece haber comprendido el mensaje y se ha revelado como un lateral ofensivo casi imparable y un defensor que ya se ha tragado a dos acreditados extremos: Jorge L¨®pez (Villarreal) y Overmars (Barcelona). Javi Gonz¨¢lez ha respondido al amparo de sus condiciones t¨¦cnicas y f¨ªsicas, ambas portentosas. La duda es si se endiosar¨¢ o decidir¨¢ perseverar en el empe?o. Cuando su lado genial se sale del campo, surge el ni?o que lleva dentro. Y vuelve a ser el futbolista a palos, una versi¨®n del m¨¦dico de Moli¨¨re, en nada violento, pero siempre enga?oso.