Fr¨ªo y locura
La tormenta que sigue, seg¨²n el t¨ªtulo, es una que se desencaden¨® siglos atr¨¢s, en el Rey Lear: una tormenta que, dec¨ªa un personaje, nos volver¨ªa locos. Parece ser que continuaba ya cuando Enzo Cormann escribi¨® esta obra (1989) y, qu¨¦ duda cabe, sigue todav¨ªa. La tenemos en los huesos. La de esta obra es la de los campos de concentraci¨®n nazis: a¨²n es uno de los grandes momentos de hielo de la humanidad, y las que suceden hoy son menores. Un actor, jud¨ªo, con un episodio infantil en un campo peculiar -Hitler cre¨® una falsa ciudad para los artistas jud¨ªos en Terezin; iban en realidad a los campos de concentraci¨®n, y parece que fueron asesinados cerca de 200.000-, una sensaci¨®n de culpabilidad y de supervivencia se mezclan con la interpretaci¨®n que le hizo famoso: la del Rey Lear. Todo lo dej¨®, se fue a vivir a una caba?a donde, solo, se dedica a la pintura, y donde le encuentra alguien que quiere hacerle preguntas: o sea, para el di¨¢logo teatral. Aunque no es desde?able, es un personaje de servicio -que interpreta Jos¨¦ Tom¨¦- para los mon¨®logos descomunales del protagonista. Walter Vedarte es un actor divo, un hombre dado a la sobreactuaci¨®n con entusiasmo, voz y definici¨®n; en este caso, lo que refiere en este teatro crudel¨ªsimo justifica claro el grito y el gesto airado. El autor hace esta especie de grupo de acontecimientos -el pasado, el rey Lear, la tormenta, la conciencia, el dolor- para dar fuerza a un idioma vibrante y duro, desesperado. Un fin del mundo para ¨¦l solo.
Sigue la tormenta
De Enzo Cormann. Tradici¨®n de Fernando G¨®mez Grande. Int¨¦rpretes: Walter Vidarte y Jos¨¦ Tom¨¦. Escenograf¨ªa y vestuario de Jos¨¦ Tom¨¦ y Susana de U?a. Iluminaci¨®n: Susana de U?a. Direcci¨®n: Helena Pimenta. Compa?¨ªa Ur Teatro. Sala Cuarta Pared. Festival de Oto?o.
El p¨²blico joven lo acoge muy bien en La Cuarta Pared, tan acreditada como siempre. No s¨¦ si cuando se habla tan frecuentemente de teatro, de p¨²blico o de novedad se tienen en cuenta estos espect¨¢culos de los teatros peque?os y valientes. Si se les tuviera en cuenta se ver¨ªa que tienen mucho p¨²blico, que es un p¨²blico que elige esas formas nuevas de hablar y de contar, y que en la escena madrile?a est¨¢ realizando el papel mejor y, al mismo tiempo, el m¨¢s modesto.
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