'?Qu¨¦, 'Bushie', vas a capturar a Osama Bin Laden?'

George y Laura Bush han desvelado algo de su intimidad a la prensa. Han recordado los momentos personales en medio del p¨¢nico, los detalles insignificantes de las grandes crisis; en suma, el lado humano de la Casa Blanca. En un reportaje publicado esta semana por la revista Newsweek, el matrimonio presidencial ha contado por primera vez c¨®mo los atentados, el terrorismo y la guerra han cambiado sus vidas.

El 11 de septiembre sorprendi¨® a Bush en una escuela de Florida. Cuando le anunciaron que un segundo avi¨®n acababa de estrellarse contra las Torres Gemelas, el presidente hizo lo que pudo para guardar la compostura frente a las c¨¢maras. 'Est¨¢n atacando Am¨¦rica. Estoy intentando absorber la informaci¨®n. No tengo con qui¨¦n hablar. Estoy sentado en un aula rodeado de ni?os y me doy cuenta de que soy el comandante en jefe y de que est¨¢n atacando mi pa¨ªs', recuerda el mandatario estadounidense.

Aquel d¨ªa, los Bush comprobaron que el sof¨¢ cama del PEOC (Presidential Emergency Operation Center), el b¨²nker subterr¨¢neo de la Casa Blanca, era una antigualla de los a?os cincuenta y que el servicio secreto se pas¨® de prudente al sacarles de la cama a las tantas de la madrugada ante la amenaza de un avi¨®n que result¨® ser 'uno de los nuestros'. Y all¨ª estaban, de camino al ascensor, en camis¨®n y pijama con Barney y Spot, los dos perros presidenciales. Ella, sin sus lentillas; ¨¦l, de los nervios.

Laura Bush, la tranquila bibliotecaria que no quiere parecerse a Hillary Clinton, ha revelado su temple en esta crisis. Siempre compuesta, siempre serena, es la referencia moral y espiritual de su marido, a quien ha inculcado sus estrictos valores metodistas. 'Laura siempre ha tenido un efecto tranquilizador sobre m¨ª', reconoce el presidente, 'y me reconforta cuando tomo decisiones importantes. ?ste es un momento muy dram¨¢tico. Y [Laura] no pod¨ªa haber sido m¨¢s tranquila y confiada, casi pl¨¢cida, lo que me infundi¨® mucha seguridad. No puedo imaginarme lo que hubiera sido tener a una mujer hist¨¦rica y emocional'.

'Vivo o muerto'

La primera dama hizo notar su influencia despu¨¦s de que Bush proclamara aquello de capturar a Osama Bin Laden 'vivo o muerto'. Recurriendo al humor ca¨²stico que comparten los Bush, Laura le lanz¨® un cari?oso '?Qu¨¦, Bushie?, ?vas a capturarlo?'. Era una forma de hacerle entender que parec¨ªa un cow-boy belicoso m¨¢s que un presidente responsable. En la entrevista de Newswek, Bush asegura, sin embargo, que cazar¨¢ al l¨ªder de Al Qaeda 'de una forma u otra', aunque tarde tres o diez a?os.

El pr¨®ximo en la lista parece ser Sadam Husein, la asignatura pendiente del precedente Bush. 'Sadam es malo', dice el presidente en el reportaje. Tambi¨¦n cuenta que todas las ma?anas habla con su padre, aunque no entra en detalles sobre las operaciones del d¨ªa. Llega a la oficina a eso de las siete de la ma?ana y, pese a su apretada agenda, consigue hacer un hora de deporte. Laura tambi¨¦n tiene un entrenador personal para ayudarle a rebajar esos kilitos de m¨¢s.