En espera de la lista
Las expectativas m¨¢s o menos razonables suscitadas el 11 de septiembre respecto a las eventuales ense?anzas disuasorias extra¨ªdas por ETA de la reacci¨®n internacional frente al terrorismo se hallan todav¨ªa insatisfechas. Por lo pronto, los efectos de intimidaci¨®n no se han producido: pese a la detenci¨®n en las ¨²ltimas semanas de varios activistas y a la desarticulaci¨®n parcial de los comandos Donosti y Madrid, ETA ha seguido matando despu¨¦s de los ataques contra Nueva York y Washington. La explosi¨®n de tres coches bomba (dos en Madrid y otro en Vitoria) muestra la capacidad operativa residual de la banda para realizar atentados masivos e indiscriminados. Los asesinatos del magistrado Jos¨¦ Mar¨ªa Lid¨®n, en Getxo, y de los ertzainas Javier Mijangos y Ana Arostegi, en Beasain (otros dos miembros de la polic¨ªa auton¨®mica salvaron la vida tras la explosi¨®n de una bomba trampa en Bilbao), traslucen el prop¨®sito de emplear contra la magistratura y la Ertzaintza -como anteriormente contra parlamentarios auton¨®micos y concejales del PP y del PSOE- la estrategia del desestimiento, esto es, el vaciamiento y la desertizaci¨®n de las instituciones p¨²blicas del Pa¨ªs Vasco mediante la muerte, la intimidaci¨®n o el exilio de los funcionarios ind¨®ciles al chantaje terrorista. El aire desafiante y las amenazas a magistrados y periodistas lanzadas por los acusados y por los jaleadores del p¨²blico en los juicios orales de la Audiencia Nacional excluyen que se sientan concernidos por la resaca del 11 de septiembre.
Algunos dirigentes del PNV mantienen que ETA no puede ser homologada con las dem¨¢s organizaciones terroristas de ¨¢mbito internacional o que deber¨ªa incluso quedar eximida de ese infamante adjetivo calificativo. Los criterios taxon¨®micos de los acad¨¦micos para clasificar las distintas versiones de ese fanatismo asesino suelen ser un ejercicio bizantino. Por lo dem¨¢s, los terroristas rechazan esa denominaci¨®n: Bin Laden fue saludado como un luchador por la libertad por el presidente Reagan cuando Estados Unidos utilizaba sus servicios y financiaba su organizaci¨®n para combatir a los sovi¨¦ticos en Afganist¨¢n. El sordo debate librado dentro de la Uni¨®n Europea para alcanzar un acuerdo sobre la definici¨®n del t¨¦rmino terrorismo (s¨®lo seis pa¨ªses europeos incluyen hoy esa figura delictiva en su normativa penal) y fijar la lista de las organizaciones que lo practican o que lo encubren es una buena prueba de las dificultades conceptuales de esa empresa.
El Consejo de Ministros de Justicia e Interior de la UE y los jefes de Estado y de Gobierno tratar¨¢n de dar en diciembre una soluci¨®n a esos dos problemas. Tanto la definici¨®n de terrorismo como el listado de las bandas armadas clandestinas no ofrecer¨¢n obst¨¢culos insuperables. No ser¨¢ tan f¨¢cil, sin embargo, ponerse de acuerdo sobre las organizaciones legales o alegales que los terroristas controlan y dirigen para encubrirles, financiarles y servirles de portavoz pol¨ªtico y propagand¨ªstico. En el caso de ETA, la dificultad de orden jur¨ªdico-pol¨ªtico mayor ser¨¢ la inclusi¨®n de Batasuna, con representantes elegidos en las urnas para el Parlamento de Vitoria y numerosos ayuntamientos. Si el presidente Aznar forzase la m¨¢quina con el prop¨®sito de defender en solitario una iniciativa legalmente discutible y extraer as¨ª r¨¦ditos electorales, dar¨ªa una pu?alada por la espalda al acuerdo antiterrorista suscrito por PP y PSOE. La enmienda a los Presupuestos Generales del Estado presentada ayer por el Grupo Popular en el Senado a fin de privar a Batasuna -sin citar su nombre- de las subvenciones reconocidas por las leyes org¨¢nicas de R¨¦gimen Electoral y de Financiaci¨®n de Partidos Pol¨ªticos est¨¢ d¨¦bilmente fundamentada y parece orientada en el mismo sentido sectariamente partidista.
Por lo dem¨¢s, las ayudas anunciadas por Estados Unidos y los pa¨ªses europeos para combatir a ETA no deber¨ªan suscitar demasiadas expectativas de eficacia a corto plazo; todav¨ªa se ignora, por ejemplo, la operatividad real de la lista de la UE. La tardanza de la polic¨ªa francesa en ejecutar la orden de busca y captura del portavoz de Gestoras pro Amnist¨ªa, presente con el mayor descaro en manifestaciones y actos p¨²blicos a pocos kil¨®metros de la frontera, aconseja prudencia: la ¨²nica forma de evitar amargos despertares es desconfiar de las recetas milagrosas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Batasuna
- Opini¨®n
- Coalici¨®n antiterrorista
- Eurodac
- Pol¨ªtica exterior
- PP
- Presidencia Gobierno
- Cooperaci¨®n policial
- Orden p¨²blico
- Uni¨®n Europea
- Pol¨ªtica antiterrorista
- Seguridad ciudadana
- Lucha antiterrorista
- Organizaciones internacionales
- ETA
- Grupos terroristas
- Administraci¨®n Estado
- Relaciones exteriores
- Partidos pol¨ªticos
- Espa?a
- Pol¨ªtica
- Terrorismo
- Administraci¨®n p¨²blica
- Justicia