El universo rom¨¢ntico de un arquitecto
Un numeroso y diverso conjunto de obras del brit¨¢nico John Soane, en Madrid, permiten apreciar el fascinante trabajo de este representante del romanticismo cl¨¢sico. Retratos, acuarelas o planos, a cargo del arquitecto del Banco de Inglaterra
Organizada por el Ministerio de Fomento en colaboraci¨®n con el British Council, hasta el pr¨®ximo 14 de diciembre, se puede visitar, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de Madrid (Alcal¨¢, 13), la exposici¨®n titulada John Soane (1753-1837), arquitecto del espacio y la luz, para la que se han reunido un asombroso conjunto de muy diversas obras y documentos de este fascinante arquitecto brit¨¢nico representante de lo que se conoce como clasicismo rom¨¢ntico, el f¨¦rtil lecho donde se cocieron casi todas las mejores ideas del arte de nuestra ¨¦poca. Antes de nada, quiero destacar, dado el elevado n¨²mero de piezas seleccionadas para la ocasi¨®n, as¨ª como su extraordinaria calidad, el admirable trabajo de montaje que ha realizado al efecto el arquitecto Pedro Monle¨®n, que ha trocado la sensaci¨®n de abigarramiento en una atm¨®sfera que se adecua a la perfecci¨®n con el esp¨ªritu original de Soane y con el de la cultura prerrom¨¢ntica que lo arrop¨®.
JOHN SOANE (1753-1837), ARQUITECTO DEL ESPACIO Y LA LUZ
Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Alcal¨¢, 13. Madrid Hasta el 14 de diciembre
Hijo de un constructor de Berkshire y disc¨ªpulo de Dance y Holland, los tres a?os que Soane pas¨® en Italia, donde probablemente conoci¨® a Piranesi, m¨¢s lo que aprendi¨® de los arquitectos franceses Peyre y Ledoux, configuraron su personalidad creadora. Hoy es conocido, fuera del ¨¢mbito de los especialistas, sobre todo, por haber sido el autor de las obras, desgraciadamente destruidas, del Banco de Inglaterra, as¨ª como por el museo-casa, que lleva su nombre, que hoy se puede visitar en el n¨²mero 13 de Lincoln's Inn Fields, de Londres, en la que se amontonan tal cantidad de objetos, muebles, cuadros, espejos, etc¨¦tera, todo ello maravillosamente embutido y articulado con un juego de perspectivas e iluminaciones, que convierten la experiencia de su recorrido en algo verdaderamente inolvidable. Unas obras de restauraci¨®n y acondicionamiento en dicha casa, que construy¨® en 1812-1813, han permitido precisamente que ahora podamos contar en Madrid con un conjunto ampl¨ªsimo de obras de este arquitecto y su mundo.
Dividida en siete apartados, titulados Los rostros del arquitecto, La formaci¨®n del arquitecto, Un ciclo de arquitectura residencial, Obras de madurez, Las casas del arquitecto, El Banco de Inglaterra y ?ltimas obras, el recorrido de la muestra ofrece retratos, acuarelas, planos, maquetas, dibujos, libros, documentos, etc¨¦tera, ordenados cronol¨®gicamente por etapas, lo cual permite ir atravesando la vida y la obra de Soane con la sensaci¨®n esc¨¦nica de 'entrar' dentro de ellas, algo especialmente importante por el misterio teatral, muy rom¨¢ntico, que dimanan de su personalidad y su arquitectura. Es as¨ª como se puede apreciar la superficial inconveniencia de considerarlo un neocl¨¢sico, cuando su concepci¨®n del espacio, su intensidad y su extravagancia rezuman la sensibilidad y el car¨¢cter m¨¢s rom¨¢nticamente pintoresco. Esto, a su vez, explica el porqu¨¦ de su m¨¢s que d¨²ctil manera de pasar del barroco al g¨®tico. Si a todo esto se a?aden sus ideas mas¨®nicas, su compulsi¨®n claustrof¨®bica de rellenar espacios con miles de objetos, motivos, niveles, y el infinito juego de espejos donde explayaba su horror por lo compacto y definido, reflejo de una psique muy ag¨®nica y dubitativa, tendremos que aceptar que nos enfrentamos efectivamente con un temperamento rom¨¢ntico. Soane, por lo dem¨¢s, muy a la manera brit¨¢nica, no mir¨® con suspicacia las crecientes innovaciones tecnol¨®gicas que iban a transformar muy pronto la construcci¨®n de nuestra ¨¦poca, lo que refuerza el sentido moderno de su obra.
Personalmente, al visitar la exposici¨®n, hubo dos nombres que, al margen de los datos acad¨¦micos manejados al respecto, constantemente se me ven¨ªan a la cabeza: los de su contempor¨¢neo, el arquitecto y pintor alem¨¢n Karl Friedrich Schinkel (1781-1841) y el del estonio, nacionalizado estadounidense, Louis Kahn (1901-1974), este ¨²ltimo, sobre todo, por su original forma de iluminar los espacios. Estas referencias nos pueden servir, en todo caso, para corroborar esas dimensiones rom¨¢ntica y moderna que, a mi juicio, caracterizan el estilo de John Soane, habitado tambi¨¦n por esa ardiente y, no pocas veces, corrosiva duda tan caracter¨ªstica del esp¨ªritu de creaci¨®n de nuestra ¨¦poca.
Para terminar no quiero dejar de reiterar la excelencia de esta muestra, que no s¨®lo considero como una de las mejores que, en la actualidad, est¨¢n abiertas en nuestro pa¨ªs, sino que, adem¨¢s, encantar¨¢ al p¨²blico no especializado, e, incluso, al que tenga prejuicios en contra de las exposiciones de arquitectura.
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