Presente y pasado de Euskadi
En el marco de la Europa que se asoma a un nuevo milenio, Euskadi is different. Y a partir de la lectura del libro de Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja, no resulta exagerado pensar que para valorar el alcance de esa diferencia, igual que sucediera en la Espa?a de la Restauraci¨®n observada por Valle-Incl¨¢n, hacen falta espejos c¨®ncavos. La imagen producida es el esperpento, reflejado en el propio t¨ªtulo de ?Arriba Euskadi! Es adem¨¢s un esperpento tr¨¢gico en la medida que se encuentra presidido por la violencia y por la muerte.
Calleja pasea su espejo de buen periodista por el c¨²mulo de sucesos que van marcando el imperio de la irracionalidad en Euskadi, desde las formas de barbarie m¨¢s evidente, los atentados mortales y la violencia de la kale borroka, hasta las peque?as y m¨ªseras agresiones de quienes desde el nacionalismo democr¨¢tico, en una cafeter¨ªa o al cruzarse en una calle, descalifican con unas palabras hip¨®critas o con una mirada a aquel que reconocen como adversario p¨²blico del terror (y para ellos, por extra?a paradoja, y como consecuencia de lo anterior, tambi¨¦n de la naci¨®n vasca). Es la actitud de la educada emakume tolosarra que el pasado verano me abord¨® como vecina a la entrada de la casa, para decirme tres cosas. Primera, 'qu¨¦ l¨¢stima me dais' (siempre en plural, aludiendo a que la vida de los escritores constitucionalistas pend¨ªa de un hilo). Segundo, 'sois muy inteligentes' (?gracias!). Tercero y principal, 'hac¨¦is mucho da?o al pa¨ªs'. Luego si os eliminan, qu¨¦ pena, como cat¨®lica rezar¨¦ por vosotros, pero os lo hab¨¦is buscado. Muchas veces las palabras son innecesarias, seg¨²n advierte Calleja en uno de los apartados m¨¢s impresionantes de su libro: 'Hay miradas de cari?o, miradas de simpat¨ªa, miradas de odio, miradas de recelo, miradas de muerte, de p¨¦same anticipado...'. Son miradas que nunca tratan de identificar al responsable del terror, sino a aquel que lo denuncia p¨²blicamente, convertido literalmente en blanco por muchos miembros de una sociedad que sin compartir los fines de ETA han terminado por aceptar como natural la supremac¨ªa de un nacionalismo fundado sobre la l¨®gica de exclusi¨®n del otro.
En consecuencia, Calleja evita
cuidadosamente confundir las dos variantes del nacionalismo sabiniano, pero aporta elementos de juicio suficientes como para entender el grado de responsabilidad del PNV en la creaci¨®n y mantenimiento de esa atm¨®sfera social que tanto recuerda la de Alemania en los a?os treinta. En un cap¨ªtulo espl¨¦ndido, destaca los acontecimientos que siguieron al asesinato de Fernando Buesa como momento en que la direcci¨®n del PNV confirma espectacularmente su curiosa forma de apartarse del terror enfrent¨¢ndose con los dem¨®cratas que intentan honrar a sus v¨ªctimas. El cap¨ªtulo sobre la pol¨ªtica de informaci¨®n del Gobierno vasco sirve de complemento en este recorrido por una dur¨ªsima realidad social, cuyo contenido de fondo queda reflejado en el consejo que un mando de la Ertzaintza da a un ciudadano: 'No hay mejor protecci¨®n que la autoprotecci¨®n, y no hay mejor autoprotecci¨®n que tener la boca cerrada'. Por fortuna, desde hace tiempo, Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja ha deso¨ªdo esa recomendaci¨®n y ?Arriba Euskadi! constituye una excelente muestra de su actitud de oponer la lucidez al miedo.
Pero no todo el mundo ve las cosas de la misma manera. Por los mismos d¨ªas en que Calleja publica su libro-reportaje sobre las formas de violencia en Euskadi, otro periodista, el catal¨¢n Antoni Batista, corresponsal de La Vanguardia en el Pa¨ªs Vasco, propone una interpretaci¨®n alternativa de esa misma realidad. El propio t¨ªtulo, Euskadi sin prejuicios hace recordar un conocido refr¨¢n: 'Dime de que presumes y te dir¨¦ de lo que careces'. Ya pondr¨¢ el lector por su cuenta el 'con' o el 'sin'. Los prejuicios son por lo que cuenta Batista aquellas valoraciones de la situaci¨®n vasca que destacan en primer t¨¦rmino el terror, eso s¨ª, prueba de 'insensatez', como clave para juzgar y determinar comportamientos pol¨ªticos. Quienes comparten su punto de vista son estupendos, V¨¢zquez Montalb¨¢n casi divino, y los dem¨¢s comparten distintos grados de error. Introducir el tema de las v¨ªctimas en una campa?a electoral equival¨ªa a actuar 'sin el m¨¢s m¨ªnimo pudor', hacer de ellas objeto de 'comercializaci¨®n'. Lo que all¨ª pasa es 'el enorme l¨ªo vasco' y la salida consiste en el di¨¢logo con los insensatos etarras. L¨¦ase en la p¨¢gina 129 el mismo episodio del entierro de Buesa, descrito tambi¨¦n por Calleja. ?Pobre Ibarretxe! Hay en el libro datos hist¨®ricos de inter¨¦s, como supone afirmar, p¨¢gina 12, que el 'proceso soberanista' del nacionalismo 'pretende recuperar un Estado y unos territorios perdidos hace cuatro siglos' (sic). As¨ª que hubo un Estado vasco que desapareci¨® al morir Felipe II. Eso es informaci¨®n sin prejuicios y bien documentada.
Claro que tambi¨¦n es posible,
y desde luego resulta m¨¢s eficaz, envolver un proyecto ideol¨®gico en un doble ropaje hist¨®rico y jur¨ªdico. Tal es el empe?o que desde hace tiempo viene acometiendo Miguel Herrero de Mi?¨®n y que ahora se concreta en la publicaci¨®n del volumen Derechos hist¨®ricos y constitucionalismo ¨²til, que re¨²ne buena parte de las conferencias pronunciadas en cursos de la Universidad del Pa¨ªs Vasco en torno al tema a fines de los noventa, dirigidos conjuntamente por ¨¦l y por el fallecido Ernest Lluch. As¨ª que en el volumen encontramos trabajos cient¨ªficos de primera calidad sobre la historia del derecho y de las instituciones vascas, como los de Jos¨¦ Mar¨ªa Portillo, Jes¨²s Astigarraga y Gregorio Monreal, al lado de la propuesta interpretativa que una y otra vez viene ofreciendo Herrero de Mi?¨®n en el sentido de aprovechar que logr¨® insertar, gracias al empuje del PNV, los derechos hist¨®ricos en el marco constitucional, para a continuaci¨®n servirse de esa plataforma con el fin de modificar ese mismo orden constitucional, olvidando la subordinaci¨®n de base, como si su versi¨®n de la foralidad fuese la protagonista, y en una direcci¨®n indeterminada de reforma que en lo conocido no coincide con la propuesta soberanista de un PNV al que sin embargo se asocia y sirve. Mi redacci¨®n es deliberadamente enrevesada y evoca la figura del abogado Azzeccagarbugli de Los novios, de Manzoni. Si algo no encaja, se traza una rayita sobre el mapa del siglo XIX, como hiciera en la portada de su libro, dejando as¨ª a Galicia 'hist¨®ricamente' separada del resto de Espa?a. Se trata de una tenaz labor de topo, para conocer cuya extensi¨®n habr¨ªa que incluir los dict¨¢menes del Consejo de Estado sobre el tema (veros¨ªmilmente sus dict¨¢menes) y la actividad en relaci¨®n con el Gobierno vasco. ?til ya es lo que hace; otra cosa es que pueda ser llamado constitucionalismo.
En el libro dirigido por Herrero de Mi?¨®n figura un magistral ensayo sobre el tema, obra de Javier Corcuera. Es l¨¢stima que una reelaboraci¨®n del mismo no hubiera sido incluida al frente de la segunda edici¨®n de su estudio cl¨¢sico sobre la formaci¨®n del nacionalismo vasco, ahora publicada bajo el t¨ªtulo de La patria de los vascos. A veinte a?os de su salida al p¨²blico, el monumental trabajo de Corcuera sigue constituyendo la mejor introducci¨®n al conocimiento de la g¨¦nesis inmediata y de la definici¨®n doctrinal y organizativa del nacionalismo en el tiempo de Sabino Arana. Falta sin embargo el encuadramiento del proceso en la larga duraci¨®n de la crisis del sistema foral y de las ideolog¨ªas que lo ensalzan. Algo que sin embargo puede encontrarse por separado acudiendo al libro colectivo sobre los 'derechos hist¨®ricos'. De nuevo, l¨¢stima.
?Arriba Euskadi! La vida diaria en el Pa¨ªs Vasco. Jos¨¦ Mar¨ªa Calleja. Espasa. Madrid, 2001. 410 p¨¢ginas. 2.900 pesetas. Euskadi sin prejuicios. Antoni Batista. Plaza and Jan¨¦s. Barcelona, 2001. 237 p¨¢ginas. 2.450 pesetas. Derechos hist¨®ricos y constitucionalismo ¨²til. Miguel Herrero de Mi?¨®n y Ernest Lluch (editores). Cr¨ªtica. Barcelona, 2001. 325 p¨¢ginas. 2.910 pesetas. La patria de los vascos. Or¨ªgenes, ideolog¨ªa y organizaci¨®n del nacionalismo vasco. Javier Corcuera Atienza. Taurus. Madrid, 2001. 695 p¨¢ginas. 3.200 pesetas.
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