Ant¨®nio Lobo Antunes, de la novela a las cr¨®nicas
La recepci¨®n de la obra del gran narrador portugu¨¦s Ant¨®nio Lobo Antunes (Lisboa, 1942) entre nosotros ha sido lenta pero segura, pues hasta se ha llegado hoy a la publicaci¨®n de una 'biblioteca' entera que lleva su nombre, con textos revisados (se ha corregido por ejemplo el t¨ªtulo del segundo t¨ªtulo de la serie, de acuerdo con la edici¨®n original y la cita exacta de Descartes -Tratado de las pasiones 'del alma'- que antes se hab¨ªa omitido) bajo la coordinaci¨®n de la profesora y ensayista gallega Dolores Vilavedra, y de la que ahora aparecen los t¨ªtulos primero y quinto, su segunda novela, En el culo del mundo (1979, O cus de Judas en portugu¨¦s), y una selecci¨®n de art¨ªculos period¨ªsticos que public¨® durante un lustro en O P¨²blico a partir de 1993, bajo el t¨ªtulo de Libro de cr¨®nicas, ambos en las excelentes versiones de Mario Merlino, que ya se ha convertido en su traductor oficial entre nosotros. De todas formas, la popularidad del escritor fue casi instant¨¢nea en su pa¨ªs, donde sus dos primeras novelas -la primera, del mismo a?o de 1979, fue Memoria de elefante, todav¨ªa in¨¦dita en Espa?a, seg¨²n creo- fueron muy bien recibidas en Portugal, mientras su penetraci¨®n en el exterior -Francia, Italia, Alemania y Estados Unidos sobre todo- fue mucho m¨¢s lenta, lo que no resulta nada de extra?o dada la complejidad de sus libros, cuya prosa es a la vez tan ret¨®rica como precisa, tan barroca como transparente. En Espa?a, por ejemplo, una de las novelas fundamentales de su primera ¨¦poca (Fado Alexandrino, de 1983) se public¨® en una peque?a editorial (Grupo Libro 88) el a?o 1993 en una buena traducci¨®n de Asunci¨®n Tudela, que sin embargo pas¨® sin pena ni gloria, quiz¨¢ por falta de medios de la editorial y la desatenci¨®n de una cr¨ªtica sumida en el maelstron de la actualidad basura, y sirvan estas l¨ªneas para pedir perd¨®n por la parte que me toca, pues le¨ª demasiado tarde esa larga, densa, ¨¦pica, l¨ªrica y sat¨ªrica novela sobre la revoluci¨®n.
LIBRO DE CR?NICAS
Ant¨®nio Lobo Antunes Traducci¨®n de Mario Merlino Siruela. Madrid, 2001 172 p¨¢ginas. 1.800 pesetas
Tambi¨¦n en 1997, la ef¨ªmera colecci¨®n minibolsillo con la que Alianza conmemor¨® su trig¨¦simo aniversario (aunque ya Siruela hab¨ªa acudido al quite con toda su potencia y rigor editorial) publicaba una peque?a selecci¨®n de 17 de estas cr¨®nicas bajo el t¨ªtulo de Sonetos a Cristo en buena versi¨®n de la citada Dolores Vilavedra, de las que 11 se solapan con las de este Libro de cr¨®nicas que ahora aparece, y en la que esta buena cr¨ªtica ha llevado su gentileza al extremo de permitir que las traducciones de Mario Merlino sustituyan a las suyas. Pues ahora contamos ya con un total de 40, y esta recopilaci¨®n de textos period¨ªsticos sueltos aparece ya como una obra m¨¢s unida y completa que la anterior. De todas formas, seg¨²n mis (escasas) noticias, todav¨ªa nos faltan en castellano algunos de los buenos t¨ªtulos de Lobo Antunes, sobre todo Conocimiento del infierno (1980), Explicaci¨®n de los p¨¢jaros (1981), Auto de los condenados y Las naves, lo que indica que todav¨ªa queda bastante tela por cortar. Al menos, en esta biblioteca se han integrado ahora estas Conversaciones con Ant¨®nio Lobo Antunes, de Mar¨ªa Luisa Blanco (v¨¦ase recuadro adjunto), que es el primer libro de entrevistas que concede en su vida el escritor, lo que permite ya subrayar su importancia.
Alguien podr¨ªa pensar que
estas cr¨®nicas no forman parte de las grandes obras maestras que Lobo Antunes nos va proporcionando de tan aplastante manera, que se trata de un libro m¨¢s ligero y menor, dentro de su bibliograf¨ªa, pero desecharlo o no prestarle atenci¨®n ser¨ªa un grave error y desconocer sobre todo el sentido de su trabajo. La progresiva concentraci¨®n y complejidad de su prosa, su intensidad y precisi¨®n, le llevan a armonizar en su interior lo po¨¦tico, lo discursivo y lo narrativo a la vez, lo que para m¨ª constituye el hilo rojo que conduce a la obra maestra propiamente dicha. Lobo Antunes trabaja su prosa hasta la exasperaci¨®n, la perfila, retuerce y rehace hasta llegar a tal prodigio de expresividad y precisi¨®n que el resultado es de una transparencia luminosa; es un verdadero forzado de la expresi¨®n, cuyo agotador trabajo recuerda, por ejemplo, el de un nuevo Flaubert de nuestro tiempo. La poes¨ªa que encierran estos breves textos -por ejemplo en A?oranza de Ireneia- es tan tierna e intensa como el fulminante acento celiniano (una de sus influencias) de la Cr¨®nica a Michel Audiard..., por ejemplo. Y aqu¨ª, adem¨¢s, se respira con mayor sencillez la ternura y el humor que subyace tras su estilo, que no se ven tan f¨¢cilmente en sus novelas, quiz¨¢ consideradas m¨¢s negras y pesimistas. En fin, no leer este libro es un pecado de leso Lobo Antunes.
Aunque para sus lectores puros
y duros yo les aconsejo que vayan directos a esa su segunda novela de 1979, En el culo del mundo, que aqu¨ª aparece para recobrar un lugar verdaderamente fundacional en su obra. Se trata de su libro sobre la guerra de Angola, en la que sirvi¨® como m¨¦dico y militar durante dos a?os, reci¨¦n casado y a punto de tener su primera hija, y que, seg¨²n su propio testimonio, ha sido uno de los acontecimientos clave de su existencia. Libro terrible, no exento de erotismo, pues se trata del discurso del narrador a una mujer a la que a la vez seduce, articulado como un abecedario terrible que se disuelve en el esp¨ªritu de la traici¨®n, de la mentira, en una frialdad donde todo se derrumba, empezando por un r¨¦gimen colonial corrompido y decadente, ya en puertas de su agon¨ªa, donde 'vivimos en una tierra que ya no existe', en 'una tierra en la que el ingenio hace las veces del talento', 'qu¨¦ han hecho de mi pueblo, qu¨¦ han hecho de nosotros aqu¨ª sentados, esperando en este paisaje sin mar, apresados por tres hileras de alambre de p¨²as en una tierra que no nos pertenece' donde la violencia y el absurdo s¨®lo sirve para precipitar su agon¨ªa. Despu¨¦s vendr¨ªan los claveles, la revoluci¨®n, su corrupci¨®n, la militancia pol¨ªtica comunista, la retirada a la prosa (al principio era poeta) y a la implacable e incesante escritura al final. Se dice que a partir de su 'trilog¨ªa de la muerte' (apelaci¨®n que le desagrada) compuesta por Tratado de las pasiones del alma, El orden natural de las cosas y La muerte de Carlos Gardel se ha hecho m¨¢s complejo e intelectual, pero a¨²n le faltaba otra trilog¨ªa sobre la violencia y el mal, Manual de inquisidores, Esplendor de Portugal y Exhortaci¨®n a los cocodrilos, y todav¨ªa le faltan las recientes N?o entres t?o depressa nessa noite escura, con san Juan de la Cruz al fondo, y Que farei quando tudo arde?, a ver qu¨¦ pasa y que la fiesta contin¨²e.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.