La juez impone prisi¨®n eludible con fianza de 100 millones a un asesor de Gescartera

La juez Teresa Palacios orden¨® ayer la prisi¨®n eludible mediante fianza de 100 millones de pesetas para Julio Rodr¨ªguez Gil, administrador ¨²nico de Hari 2000, que emiti¨® tres cheques sin fondos por por un total de 3.980 millones de pesetas que permitieron a Gescartera salvarse de la intervenci¨®n cuando estaba siendo inspeccionada por la CNMV. Rodr¨ªguez Gil ingres¨® ayer en la prisi¨®n madrile?a de Soto del Real, a pesar de haber alegado que padece una isquemia coronaria grave. La juez le dijo que si era as¨ª, ?por qu¨¦ fumaba? Respondi¨® que estaba nervioso.

Lo que en su d¨ªa no pudo descubrir la Comisi¨®n Nacional del Mercado de Valores (CNMV) aflor¨® ayer en la Audiencia Nacional, donde Julio Rodr¨ªguez Gil, ex asesor fiscal de Gescartera, incurri¨® en numerosas contradicciones y no pudo explicar algunos de sus comportamientos.

La juez le explic¨® que se le imputa una presunta participaci¨®n en la salida de dinero de Gescartera a trav¨¦s de la aplicaci¨®n de minusval¨ªas, bien por testaferros buscados por ¨¦l o por terceras personas, y tambi¨¦n por su cooperaci¨®n, puesto de acuerdo con el due?o de Gescartera, Antonio Camacho, en el enga?o a la CNMV con los tres cheques por importe de 3.980 millones de pesetas, as¨ª como por delito de falsedad documental.

Rodr¨ªguez Gil neg¨® que hubiera buscado testaferros para Gescartera, y afirm¨® que no aplic¨® minusval¨ªas a nadie porque no ten¨ªa capacidad para operar. Pero la juez le exhibi¨® una carta con membrete de la Agrupaci¨®n de Clientes de Julio Rodr¨ªguez Gil y supuestamente firmada por ¨¦l, que fue intervenida en el registro de Gescartera, en la que proporcionaba a Camacho un listado de clientes a los que se pod¨ªa imputar minusval¨ªas. Pillado en falta, aleg¨® que era la primera vez que ve¨ªa la carta, aunque en una ocasi¨®n firm¨® un papel en blanco que posteriormente pudo rellenar Camacho. A?adi¨® que no sabe por qu¨¦ hay una agrupaci¨®n de clientes a su nombre.

El declarante tampoco pudo explicar por qu¨¦ una carta que reconoce como elaborada por su empresa tiene la misma letra y la misma falta de ortograf¨ªa que la que no reconoce como propia.

Pacto de caballeros

Rodr¨ªguez Gil explic¨®, como ya hizo ante el Congreso, que Camacho pretend¨ªa constituir una sociedad de inversi¨®n de capital variable (SICAV) en Luxemburgo, y que por eso le proporcion¨® tres cheques por importe total de 3.980 millones de pesetas. Y a?adi¨® que, como garant¨ªa, Camacho le pidi¨® otros tres cheques suyos por el mismo importe. Cuando, pasado el tiempo, Camacho le dijo que ya no se constituir¨ªa la SICAV, ambos llegaron a un pacto de caballeros para romper los cheques.

Los cheques de Hari 2000 fueron utilizados para obtener un certificado de la sucursal de La Caixa en Majadahonda (Madrid) que salv¨® a Gescartera de la intervenci¨®n de la sociedad, ya que la CNMV la estaba inspeccionando y hab¨ªa descubierto un desfase patrimonial de alrededor de 4.000 millones de pesetas. Ninguno de los cheques, ni los de Camacho ni los de Rodr¨ªguez Gil, ten¨ªa fondos, y ni Camacho ni Rodr¨ªguez Gil los destruyeron como hab¨ªan pactado, a pesar de que ambos pensaron que el otro s¨ª lo hab¨ªa hecho. Los de Camacho han aparecido ahora en el registro de la sede de Hari 2000.

Rodr¨ªguez Gil ha declarado que tanto ¨¦l como Camacho extendieron el mismo d¨ªa los cheques, pero no pudo explicar por qu¨¦ est¨¢n fechados el 20 y 29 de octubre y el 4 de noviembre de 1999 y por qu¨¦ la numeraci¨®n de los talones de La Caixa no es correlativa. En concreto son: 0587.490.1, 0587.508.5 y 0587.527.3.

SICAV ya disuelta

El ex asesor fiscal de Gescartera insisti¨® en que los talones eran para la SICAV, pero ¨¦sta se constituy¨® en marzo de 1999 en el Hong Kong and Shangai Banking Corporation, de Luxemburgo, y el mismo banco la disolvi¨® en septiembre de 1999 , un mes antes de la fecha del primer tal¨®n de Camacho, por falta de fondos. Y los cheques de Rodr¨ªguez Gil son de noviembre de ese a?o, cuando la SICAV ya hab¨ªa sido descartada.

Seg¨²n el testimonio del imputado, ¨¦ste cobr¨® dos millones y medio por las gestiones de los cheques, Aparte, cobraba casi un mill¨®n de pesetas por una iguala que ten¨ªa con Gescartera para asesoramiento fiscal en las inspecciones que le llegaran a Camacho y a personas f¨ªsicas y jur¨ªdicas vinculadas con ¨¦l, personal o profesionalmente.

Rodr¨ªguez Gil tampoco explic¨® satisfactoriamente por qu¨¦ en el registro de su empresa se han intervenido numerosas fotocopias de DNI de clientes -20 o 25 fotocopias de cada DNI-, que curiosamente se corresponden con aquellos a los que se aplicaban las minusval¨ªas. El imputado dijo que ser¨ªa para temas laborales, pero tampoco pudo explicar por qu¨¦ junto a una de las fotocopias aparecen en bol¨ªgrafo varias firmas parecidas a la firma que figura en el DNI.