Despu¨¦s de dieciocho a?os

La nostalgia no es buena consejera, pero s¨ª el an¨¢lisis del pasado. No podr¨ªamos entender nada de lo que ha pasado en esta sociedad con respecto a su lengua si no parti¨¦ramos de la Llei d'Us i Ensenyament del Valenci¨¤. Exactamente eso: uso y ense?anza, ya que se trataba de estimular y potenciar el uso del valenciano en todos los ¨¢mbitos para superar la degradaci¨®n hist¨®rica que hab¨ªa sufrido a lo largo de los ¨²ltimos siglos, y la ense?anza, d¨¢ndole categor¨ªa curricular a fin de incorporarla a los planes de estudios, de tal forma que los alumnos la consideraran como una materia m¨¢s, y pudieran utilizarla como lengua vehicular para aprender.

No voy a rese?ar los problemas que surgieron desde diversos sectores sociales y pol¨ªticos a fin de obstaculizar o politizar el tema y evitar, en el fondo, que el valenciano no adquiriera el mismo nivel que el castellano, que nadie se sintiera menospreciado por utilizar en p¨²blico y en privado su lengua, la de sus antepasados, la propia y cooficial, que no ocurriera como en otras ¨¦pocas donde hablar valenciano era s¨ªmbolo de incultura pueblerina o motivo de discriminaci¨®n. Todo aquello, en parte, se ha superado, pero a¨²n quedan importantes d¨¦ficits sobre todo en el uso: la televisi¨®n valenciana, que ni antes ni mucho menos ahora ha potenciado la lengua como debiera, la Administraci¨®n por cuanto no ha asimilado con suficiente prestancia la necesidad de su utilizaci¨®n normalizada, y el 'lenguaje de autoridad' que utilizan las personalidades pol¨ªticas se emplea s¨®lo en determinadas ocasiones. Y si hoy la lengua ya no es materia de confrontaci¨®n pol¨ªtica porque no tiene rentabilidad electoral se debe a que, poco a poco, con la inversi¨®n que hizo el gobierno socialista de la Generalitat, aprobada despu¨¦s por las Cortes Valencianas, el valenciano se ha consolidado con toda normalidad en nuestras vidas, sin que nadie se escandalice, o se averg¨¹ence de su uso en cualquier ¨¢mbito.

Despu¨¦s ha llegado el PP con su AVL, presumiendo de pactista y solucionador de un problema hist¨®rico. Pero si aquella Ley no hubiera existido,- y los conservadores se abstuvieron en la votaci¨®n- hoy ser¨ªa imposible que pudiera existir una Acad¨¨mia. Afortunadamente el valenciano ya no es un problema pol¨ªtico, es una realidad tangible que est¨¢ asimilada en nuestra sociedad. Otra cosa es la pol¨ªtica de est¨ªmulo y apoyo para su uso. Supone un triunfo de la Ley que ya no se pongan obst¨¢culos a su uso y ense?anza despu¨¦s de dieciocho a?os. Pero queda todav¨ªa mucha tarea por realizar. Cuando termine la actual legislatura se cumplir¨¢n veinte a?os de su implantaci¨®n, ser¨¢ el momento de reflexionar sobre la situaci¨®n de uso social y de evaluar quien est¨¢ apostando en realidad por el futuro del valenciano o qui¨¦n desea dejar el tema aparcado.

Cipri¨¤ Ciscar es diputado socialista y fue el consejero de Cultura que elabor¨® la Llei d'?s.