Cirsa canta 'bingo' en Italia
La multinacional espa?ola inaugura la primera sala de juego en la ciudad de Treviso
El Gobierno del Olivo dio la luz verde, pero han tenido que transcurrir 12 meses para que la multinacional espa?ola Cirsa pudiera abrir en Italia la primera sala dedicada al bingo. Fue todo un acontecimiento local en Treviso (Veneto) la inauguraci¨®n, la primera semana de noviembre, del primer bingo italiano. En un pa¨ªs de 60 millones de habitantes, donde los apasionados al juego de azar son legi¨®n (triunfan el bonoloto, la loter¨ªa nacional, una versi¨®n propia de la quiniela), el bingo parte con excelentes perspectivas de ¨¦xito.
La sala de Treviso (noreste del pa¨ªs) tiene capacidad para 400 jugadores y espera llenarse, al menos los fines de semana. Pero ser¨¢ la ¨²nica sala italiana por poco tiempo. El Ministerio de Econom¨ªa ha concedido ya 420 licencias para abrir otros tantos bingos y todo est¨¢ a punto para que el segundo local dedicado a este popular juego se inaugure en el barrio romano de Trastevere. De aqu¨ª a 2003, el n¨²mero de bingos se duplicar¨¢, hasta los 800. Como en todos los pa¨ªses donde ya opera, el bingo atrae sobre todo a amas de casa, ancianos y jubilados.
El Ministerio de Econom¨ªa prev¨¦ que el bingo crear¨¢ 13.000 nuevos empleos cuando funcionen las 800 salas proyectadas
En realidad, el juego no es un desconocido en Italia, donde se le conoce con el nombre de t¨®mbola, aunque hasta ahora era una estrella de las reuniones dom¨¦sticas. Cada cart¨®n de 15 n¨²meros cuesta 3.000 liras (unas 250 pesetas) y cada jugador puede comprar varios. La l¨ªnea gana el 8% de los beneficios de la venta de cartones; el bingo, el 50%. Al contrario que los jugadores, el Estado siempre gana, porque a las arcas del Tesoro va el 20% de los ingresos, y el resto va a parar al gestor de la sala, en este caso Cirsa.
El bingo ha sido bien recibido en Italia no s¨®lo por los ingresos que proporciona al Estado -fondos que ser¨¢n destinados principalmente a la investigaci¨®n sobre el c¨¢ncer-, sino porque, seg¨²n las previsiones de Econom¨ªa, crear¨¢ 13.000 nuevos puestos de trabajo, aunque eso ser¨¢ cuando se inauguren las 800 salas proyectadas.
La legislaci¨®n obliga a los bingos italianos a permanecer abiertos durante seis d¨ªas a la semana (las jornadas festivas obligatoriamente) durante un m¨ªnimo de ocho horas. Y en Cirsa se frotan las manos.
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