Los bloqueos, con cicl¨®n, son menos
Compa?¨ªas de EE UU venden por primera vez alimentos a Cuba tras el paso del Michelle
Tuvo que atravesar la isla de Cuba un tremendo cicl¨®n para que, por primera vez en 40 a?os, se abriera una grieta al embargo norteamericano. A su paso, el hurac¨¢n Michelle no s¨®lo devast¨® casas y arras¨® decenas de miles de hect¨¢reas de cultivos, sino que tambi¨¦n posibilit¨® que La Habana llegase a un acuerdo con varias empresas norteamericanas para comprar alimentos en ese pa¨ªs por valor de m¨¢s de 20 millones de d¨®lares.
El hecho, que pudiera parecer natural para los que no sepan hasta qu¨¦ punto est¨¢n deterioradas las relaciones cubano-estadounidenses, tiene tal carga simb¨®lica que algunos lo califican ya de 'acontecimiento hist¨®rico'.
Hablando de historia, ¨¦sta es como sigue. Primero, el 4 de noviembre, el hurac¨¢n Michelle, con vientos sostenidos de 215 kil¨®metros por hora, azota el centro de la isla; d¨ªas despu¨¦s, en un gesto inusual, el Gobierno de Estados Unidos ofrece ayuda humanitaria a Cuba para paliar los da?os del cicl¨®n; en otro gesto igualmente inusual, el Gobierno de Fidel Castro rechaza cort¨¦smente la ayuda ofrecida, pero pide a Washington que le permita comprar en EE UU, 'por una vez y con car¨¢cter excepcional', una serie de alimentos, materias primas y medicinas para reponer las reservas utilizadas tras el paso del devastador cicl¨®n, pagando en d¨®lares y al contado.
Las norteamericanas ADM, Cargill y Riceland Foods han firmado acuerdos con la cubana Alimport por valor de 20 millones de d¨®lares
Cuba considera que la operaci¨®n es un hecho aislado y que no significa un cambio pol¨ªtico con EE UU ni el fin del embargo
Semanas despu¨¦s, en La Habana, representantes de Archer Daniels Midland Company (ADM), Cargill y Riceland Foods firmaron varios contratos con la compa?¨ªa estatal cubana Alimport, a la que vender¨¢n grano, ma¨ªz, soja y arroz. Seg¨²n John Kavulich, presidente del Consejo Comercial y Econ¨®mico Estados Unidos-Cuba, con sede en Nueva York, esta hist¨®rica primera venta 'alcanzar¨¢ un valor de unos 20 millones de d¨®lares' (unos 3.800 millones de pesetas). Kavulich no quiso ser demasiado optimista: 'Estos contratos no deber¨ªan ser vistos como el inicio de una relaci¨®n comercial con Cuba. Est¨¢n realiz¨¢ndose en un contexto humanitario despu¨¦s del hurac¨¢n Michelle y los cubanos han dejado claro que no esperan continuar con esas compras'.
No obstante, algunos analistas y empresarios ven este paso como una primera fisura en el embargo. 'He estado haciendo esto durante m¨¢s de veinte a?os, incluida la apertura de nuevos mercados, pero esto ha sido excepcional', afirma Terry Harris, vicepresidente de Riceland Foods Inc. 'Fue un momento corto en la historia, pero un gran momento en la historia de Estados Unidos y Cuba', comenta Harris al referirse a la firma del acuerdo entre ¨¦l y Pedro ?lvarez, director de Alimport.
Estados Unidos asegura que estas compras no violan el embargo, porque son permitidas por una ley aprobada el a?o pasado. Sin embargo, las autoridades de la isla afirmaron desde el primer momento que dicha legislaci¨®n no flexibiliza el embargo, pues exige a las compa?¨ªas norteamericanas obtener un permiso especial de su Gobierno para vender medicinas y alimentos a la isla y proh¨ªbe que Cuba obtenga en Estados Unidos ning¨²n financiamiento oficial o p¨²blico para realizar estas transacciones, o pague directamente a los bancos norteamericanos, entre otros obst¨¢culos. Ante estas restricciones, Cuba dijo que no comprar¨ªa una sola aspirina en Estados Unidos.
El vicepresidente de Riceland Foods admite que Cuba ha dejado claro que esta compra se realiza de manera excepcional, pero se muestra optimista sobre el futuro comercial y los lazos econ¨®micos entre ambos pa¨ªses a corto y medio plazo.
Con el pollo a cuestas
Con una poblaci¨®n de 11 millones de habitantes, Cuba importa anualmente alimentos por valor de unos 1.000 millones de d¨®lares unos 190.000 millones de pesetas), y por ello los exportadores estadounidenses figuran entre los principales promotores de que se ponga fin al embargo que los excluye de ese mercado.
Seg¨²n John Kavulich, varias compa?¨ªas productoras de pollo tienen pensado viajar esta semana a La Habana para cerrar otros contratos. 'Representantes de Gold Kist, Tyson Foods y Perdue Farms, entre otros, estar¨¢n en Cuba para emprender conversaciones con el importador estatal Alimport', agrega.
Representantes de ADM, Cargill y Riceland Foods, entre otras compa?¨ªas, firmaron la semana pasada en La Habana contratos con Alimport. Estos primeros contratos a¨²n tienen que ser aprobados por el Departamento de Comercio norteamericano, pero, seg¨²n Harris, 'no debe haber ning¨²n problema'.
'La mayor¨ªa de los productos comprados la semana pasada ser¨¢n entregados entre diciembre y marzo. Las compa?¨ªas que vienen ahora a Cuba est¨¢n tratando de vender unas 6.000 toneladas de pollo por valor de 6,7 millones de d¨®lares (algo m¨¢s de 1.200 millones de pesetas), entre otras cosas', afirma Kavulich.
Cuba tambi¨¦n ha hecho saber que las compras recientes no significan un cambio pol¨ªtico con Estados Unidos ni el fin del embargo. 'Es un hecho aislado, no tenemos ninguna raz¨®n para verlo como un cambio de pol¨ªtica, sino que ocurre en esta ocasi¨®n por un cicl¨®n y no pasar¨¢ uno todos los meses por Cuba', coment¨® el vicepresidente Carlos Lage durante su reciente vista a Lima, la capital peruana.
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