Uni¨® y Converg¨¨ncia sellan su federaci¨®n entre proclamas de futuro
Pujol se declara contento y agradecido
En los terrenos de Can Duran, all¨ª donde los Gallart de la Hispano Suiza pasaban pl¨¢cidamente los veranos prerrepublicanos, se sell¨® ayer un compromiso: la federaci¨®n de Converg¨¨ncia i Uni¨®. La historia de la finca es casi tan ajetreada como la de CiU, pues fue expropiada y pas¨® a ser residencia del presidente Llu¨ªs Companys. Ayer Converg¨¨ncia Democr¨¤tica y Uni¨® Democr¨¤tica la utilizaron como escenario para comunicar a la sociedad catalana que lo suyo es un noviazgo serio -ante notario- y con proyecci¨®n de futuro.
El acto programado por CiU era la puesta en escena de un noviazgo anunciado que una parte -Converg¨¨ncia Democr¨¤tica- quiere convertir en un matrimonio en r¨¦gimen de gananciales y otra -Uni¨® Democr¨¤tica- en separaci¨®n de bienes. Con todo, ayer se aparcaron las diferencias. Todos estaban a partir un pi?¨®n y no falt¨® ni un detalle. El espacio de cada uno de los 37 integrantes de la nueva direcci¨®n estaba cuidadosamente se?alado mediante etiquetas en el suelo en las escaleras de Can Duran, donde se hizo la foto de familia.
Jordi Pujol, el presidente de la flamante federaci¨®n, estaba plet¨®rico a juzgar por su dicurso, en el que vino a decir que ve¨ªa colmadas sus esperanzas con el futuro que se le abr¨ªa a CiU. As¨ª que, a la hora de misa, las 12.00, no falt¨® ni par¨¢bola. 'Tengo una satisfacci¨®n intensa', confes¨® un Pujol flanqueado por el futuro: a la izquierda, Artur Mas, conseller en cap; a la derecha, el secretario general de la federaci¨®n, Josep Antoni Duran Lleida. 'Esto es como el caso del pay¨¦s que tiene un campo, llega el pedrisco y se estropea la cosecha; pero se salva el tractor, y aunque el terreno quede lleno de piedras, gracias al tractor podr¨¢ volver a plantar y recoger la cosecha. Pues bien, si las cosas un d¨ªa no van bien, nosotros tenemos la herramienta y tarde o temprano tendremos una buena cosecha', sentenci¨® Pujol.
Corredores de fondo
'Somos corredores de fondo', dijo el presidente de la Generalitat por si las cosas no hab¨ªan quedado suficientemente claras. Pero su intenci¨®n es mantenerse eternamente en el Gobierno: 'Todos esperamos que con una federaci¨®n s¨®lida, un candidato de gran calidad pol¨ªtica y personal, con la fuerza de un proyecto que tiene las ra¨ªces puestas en un pa¨ªs y con el brillante balance de gobierno, volveremos a ganar las elecciones en 2003'.
Josep Antoni Duran Lleida no qued¨® atr¨¢s en sus pron¨®sticos. 'La federaci¨®n es una garant¨ªa que nos piden miles de ciudadanos que siguen confiando en nosotros', dijo, y agreg¨®: 'Si no existiera en nuestro pa¨ªs una fuerza como CiU, habr¨ªa que inventarlo'. El l¨ªder del partido democristiano subray¨® que la flamante federaci¨®n ocupa un espacio central en Catalu?a: 'Somos una tercera v¨ªa', sentenci¨®. Para Duran, CiU se halla entre el proyecto de los que 'se hallan sometidos' a disciplinas espa?olas -en referencia a los socialistas- y 'quienes no tienen capacidad por falta de realismo', en alusi¨®n a Esquerra Republicana.
Despu¨¦s de los discursos, hubo brindis. Y situaciones inesperedas, como la que provoc¨® el actor Toni Alb¨¤, caracterizado de Artur Mas, tal como aparece en el programa Set de nit, cuando se present¨® en la recepci¨®n. Tras dudas iniciales, el conseller en cap brome¨® con su doble y quiso ver qu¨¦ hab¨ªa de verdad en el cabello de Alb¨¤, quien le devolvi¨® la moneda y examino de cerca el estado del cuero cabelludo del delf¨ªn de Pujol. El doble de Mas, presa de furor inaugural, le pregunt¨® al presidente de la Generalitat qu¨¦ pod¨ªa inagurar.
La presencia de cuatro mujeres en la nueva formaci¨®n provoc¨® los comentarios de la consejera de Ense?anza, Carme Laura Gil, quien comparte con su colega de Gobernaci¨®n, N¨²ria de Gispert, la democristiana Gl¨°ria Pall¨¦ y la secretaria de organizaci¨®n de Uni¨®, Marta Llorens, la representaci¨®n femenina en la c¨²pula de CiU.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.