El Celta se agarra a su ¨²nica opci¨®n

Dado que es lo ¨²nico que le queda, el Celta ha decidido aferrarse a la Liga, en la que a pesar de todo no le va tan mal. Eliminado de todo lo eliminable, el ejercicio de fe en la campeonato liguero al que se ha entregado le va dando victorias, apoyado en el c¨®modo tramo del campeonato que atraviesa, y hasta dar¨ªa la impresi¨®n de que la temida crisis es pasado si los nervios no le acompa?asen hasta en ocasiones tan ventajosas como la de ayer.

Asalta al Celta una especie de s¨ªndrome del Athletic, consistente en temer siempre lo peor. El desastre frente al equipo vasco, con tres goles rivales en los ¨²ltimos siete minutos, parece condenado a repetirse en el imaginario de jugadores y aficionados, y con 3-0 en el marcador convirti¨® de forma incre¨ªble un partido c¨®modo en un nuevo calvario. En eso tambi¨¦n se parece al Real Madrid, que dio un buen ejemplo el s¨¢bado contra Osasuna.

Acort¨® el resultado el Villarreal y, como simpre, sufri¨® el Celta. La ausencia de Palermo alumbr¨® un Villarreal m¨¢s combinativo, que puso a prueba los conocidos problemas defensivos del equipo vigu¨¦s, que no sufri¨® m¨¢s porque el Celta cort¨® m¨¢s balones en el centro del campo que en la zaga. Con ese panorama y con Catanha persiguiendo sombras, el partido se convirti¨® en un abuso para el espectador, al que entre todos condenaron al aburrimiento.

Menos mal que lleg¨® el gol de Jesuli. Menos mal para el Celta y menos mal para el f¨²tbol, porque ese lance fue lo ¨²nico fumable en medio del erial de la primera mitad. Pese a su fr¨¢gil aspecto, el jugador andaluz se ha convertido en el cl¨¢sico ejemplo de centrocampista con gol. Su juego se mantiene en progresi¨®n y las cifras avalan su titularidad, a¨²n intermitente, con seis goles en lo que va de curso. Inici¨® el Celta la segunda parte con dos tantos en siete minutos, pero que nadie piense que lo que restaba fue un tr¨¢mite. Echa en falta el equipo de Bala¨ªdos alguien que sepa marcarle el ritmo al partido, y en medio de la duda entre entregarse al ataque o enredar al Villarreal se le fue el partido de las manos. Pero el Villarreal no tuvo la contudencia en el ataque de la que se benefici¨® su rival.