El Rayo pierde en Valladolid y se hunde un poco m¨¢s

El f¨²tbol est¨¢ lleno de malos t¨®picos y el peor es que se juega mejor con 10 que con 11, pero ayer el Rayo se apunt¨® a la lista de quienes lo defienden porque el equipo madrile?o se pas¨® casi una hora con 10 jugadores en el campo por la est¨²pida autoexpulsi¨®n del lateral Graf, que en 30 segundos hizo dos fuertes entradas por detr¨¢s y se fue al vestuario, y fue a partir de ese momento cuando los de Manzano desmintieron su posici¨®n de colistas en la clasificaci¨®n, se acercaron al gol y pusieron un nudo en la garganta a los defensas rivales. Eso s¨ª, la gasolina le dur¨® al Rayo el rato que Eusebio se pas¨® en la banda calentando, porque desde que Mor¨¦ le dio entrada el choque volvi¨® a cambiar y el Valladolid se pudo dedicar, una vez pasado el susto, a agrandar la diferencia.

La soser¨ªa con la que se movi¨® el choque desde el inicio se rompi¨® con el primer gol de Fernando. Todo lo que no hab¨ªa ocurrido hasta entonces se desparram¨® sobre el c¨¦sped en un abrir y cerrar de ojos. Al gol sigui¨® la citada expulsi¨®n de Graf, y s¨®lo tres minutos despu¨¦s, el segundo tanto del Valladolid. Pero fue entonces cuando a los de Mor¨¦ les afect¨® el mal de algunos equipos grandes, l¨¦ase el Madrid, y se quedaron dormidos esperando el final del partido cuando todav¨ªa restaba casi una hora de f¨²tbol.

El relajo fue tan grande que a Baljic le cost¨® muy poco enganchar un bal¨®n suelto dentro del ¨¢rea y colocarlo entre las piernas de Ricardo y, de esa manera, volver a meter al Rayo en el partido justo antes del descanso. El t¨®pico del gol psicol¨®gico tambi¨¦n se present¨® en Zorilla y el pecado del Valladolid se agrand¨® tanto en el inicio del segundo tiempo que termin¨® por no dar pie con bola.

El Rayo, en inferioridad n¨²mera, f¨ªsica y hasta mental, comenz¨® a sacar tajada del desconcierto de su rival y Gregorio Manzano pudo ver c¨®mo resucitaba Baljic, que se hab¨ªa convertido en una pesadilla para la toda la banda derecha del Valladolid. De Quintana remat¨® al palo y entonces Mor¨¦ reaccion¨®. Eusebio entr¨® en el campo, agarr¨® el bal¨®n y no lo solt¨® hasta que su equipo alcanz¨® una ventaja m¨¢s c¨®moda.