"Me siento como una burbuja"
Nicolas Escud¨¦, una promesa que no hab¨ªa cuajado del todo y no ganaba desde septiembre, da a Francia la Copa Davis
La din¨¢mica de la derrota engendra habitualmente nuevas derrotas. Es dif¨ªcil para cualquier jugador salir de este c¨ªrculo. Y Nicolas Escud¨¦, 27? mundial con 25 a?os, no parec¨ªa en disposici¨®n de hacerlo. Sin embargo, la Copa Davis le redimi¨®.
Cuando lleg¨® a Melbourne hace menos de 15 d¨ªas, formando parte del equipo franc¨¦s que disput¨® la final frente a Australia, ni siquiera ten¨ªa la seguridad de que iba a jugar. Guy Forget, el capit¨¢n, mantuvo hasta el ¨²ltimo momento la inc¨®gnita de si contar¨ªa con ¨¦l o con Arnaud Cl¨¦ment, finalista en enero en el Open de Australia, como segundo jugador.
Escud¨¦ no sab¨ªa lo que era ganar desde el pasado mes de septiembre. Llevaba cuatro derrotas en las primeras rondas. Pero desde el mismo momento en que Forget le dio la alternativa se transform¨®. En realidad, la Copa Davis le transform¨®, y no por primera vez. Desde que debut¨® en esta competici¨®n en 1998, Escud¨¦ no ha perdido ni un partido individual. Ahora ha elevado su cifra de victorias a ocho.
En Melbourne, este tenista que fue tildado de promesa y que apenas hab¨ªa logrado salir del anonimato, cuadr¨® la historia m¨¢s bella de su vida. Sus dos triunfos resultaron decisivas para que su pa¨ªs se adjudicara su novena Ensaladera. Escud¨¦ gan¨® el primer d¨ªa al n¨²mero uno del mundo, Lleyton Hewitt, y culmin¨® ayer su actuaci¨®n sobre la hierba de la pista Rod Laver superando a Wayne Arthurs por 7-6 (7-3), 6-7 (5-7), 6-3 y 6-3 y concretando de esta forma el triunfo por 2-3 sobre Australia.
'Me siento como una burbuja de champa?a que sale de una botella agitada en el momento de descorcharla', confes¨® Escud¨¦ tras convertirse en el h¨¦roe de Francia; 'la Copa Davis era lo m¨¢s importante de la temporada para m¨ª. Y pienso que estas victorias me ayudar¨¢n para afrontar la pr¨®xima temporada con otra mentalidad'.
Tras ceder el doble, Australia logr¨® igualar la final gracias a una c¨®moda victoria de Hewitt sobre Sebastien Grosjean por 6-3, 6-2 y 6-3. Pero el error estrat¨¦gico de alinear en el doble a Hewitt y Patrick Rafter acab¨® pasando factura. El doble campe¨®n del Open de Estados Unidos, ya con 28 a?os, acus¨® molestias en su hombro derecho y no pudo jugar el ¨²ltimo punto. Su decisi¨®n fue una condena para Australia y para s¨ª mismo, puesto que inicia un a?o sab¨¢tico -muchos se preguntan si realmente regresar¨¢ a las pistas- sin el galard¨®n que m¨¢s deseaba, la Ensaladera.
'No me habr¨ªa importado jugar contra Rafter', dijo Escud¨¦; 'ni siquiera me afect¨® que eligieran a Arthurs 45 minutos antes del partido'. Su victoria adquiri¨® visos trascendentales no s¨®lo porque supon¨ªa la m¨¢s sutil venganza a la derrota sufrida por Francia ante Australia en Niza hace s¨®lo dos a?os, sino porque daba el noveno t¨ªtulo de la Copa Davis a Francia, que ha ganado todas las eliminatorias fuera, algo que no ocurr¨ªa desde 1972, cuando Estados Unidos venci¨® a Rumania en Bucarest.
Escud¨¦ pudo por fin reivindicarse. No lo hab¨ªa logrado en su etapa j¨²nior -fue el noveno mundial en 1993-, ni cuando firm¨® sus primeros contratos y entr¨® en el profesionalismo. 'He hecho muchas tonter¨ªas', coment¨® el jugador cuando, tras romper con la federaci¨®n de su pa¨ªs, se produjo la reconciliaci¨®n en 1997; 'tuve lesiones, pero fueron debidas a que no realizaba una buena preparaci¨®n f¨ªsica. Me dijeron que ser¨ªa muy bueno, que ten¨ªa talento, y me dorm¨ª en los laureles'.
Tras varios fracasos personales, Escud¨¦ recibi¨® una invitaci¨®n para jugar en Roland Garros en 1997 y comenz¨® a trabajar con Tarik Benhabiles, t¨¦cnico ahora del norteamericano Andy Roddick. Era el 233? del mundo, pero lleg¨® a la tercera ronda. Y en 1998 fue semifinalista en el Open de Australia. Su rehalitaci¨®n definitiva pas¨® por el trauma familiar del fallecimiento de su padre hace dos a?os, por su boda con una ex tenista y por el nacimiento de su hijo, Leopolde, en 2000. Ahora se entrena con Arnaud Casagrande. Su mentalidad ha cambiado. Parece en disposici¨®n de asumir el papel que se le hab¨ªa presagiado.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.