El futuro llega en patinete
Un innovador transporte el¨¦ctrico levanta enormes expectativas en EE UU
Fue anunciado como algo que iba a cambiar nuestras vidas, transformar el aspecto de las ciudades y poco menos que revolucionar el concepto de desplazamiento para los siglos venideros. Ha resultado ser un patinete. Al menos en apariencia.
Durante un a?o fue simplemente It (Eso), un misterio tan grande que no ten¨ªa nombre. Los rumores lo convirtieron en algo cercano a la teleportaci¨®n. La realidad ha resultado ser m¨¢s modesta, pero no menos innovadora. Ayer hizo su primera aparici¨®n en p¨²blico: se llama Segway y quiere convertirse en el veh¨ªculo del futuro.
El Segway es un aparato locomotor monoplaza de dos ruedas y un manillar, que puede desplazarse a unos 20 kil¨®metros por hora, dotado de 10 microprocesadores y cinco giroscopios que acent¨²an su movilidad. Basta con mover el cuerpo a un lado y otro, hacia delante o hacia atr¨¢s, para indicar la direcci¨®n que debe seguir el veh¨ªculo, que por mucho que se incline nunca llega a volcarse.
Segway empez¨® como un rumor orquestado en una gran operaci¨®n de mercadotecnia
El Segway podr¨ªa comercializarse el a?o que viene a unas 500.000 pesetas
No tiene frenos, funciona con un motor el¨¦ctrico (con bater¨ªas que hay que recargar y dan una autonom¨ªa de 25 kil¨®metros) y ha salido de la imaginaci¨®n febril de Dean Kamen, el inventor que ha dado al mundo la bomba port¨¢til de insulina y la silla de ruedas todo terreno. 'La idea es poner a un ser humano en una m¨¢quina que act¨²e en prolongaci¨®n de su cuerpo', asegura Kamen en el ¨²ltimo n¨²mero de la revista Time. 'Ser¨¢ al coche lo que el coche fue a los carros. Los coches sirven para distancias largas, pero no tiene sentido que la gente use instrumentos de metal de dos toneladas para desplazarse en las grandes ciudades', a?ade. Time asegura que el software de Segway es tan avanzado que deja en rid¨ªculo al propio Microsoft.
Lo que a primera vista se parece a una aspiradora volante o un hovercraft casero es muy f¨¢cil de manejar. 'El giroscopio act¨²a como el o¨ªdo, para guardar el equilibrio; el ordenador es el cerebro; el motor funciona como los m¨²sculos; y las ruedas son los pies. De pronto sientes que est¨¢s en un par de zapatillas m¨¢gicas, pero en vez de caerte simplemente navegas por la habitaci¨®n', dice su creador.
Kamen insiste en que Seg-way no es el ¨²ltimo artilugio de moda, sino un invento serio que resolver¨¢ los problemas de tr¨¢fico del futuro. 'Mi m¨¢quina puede usarse en las aceras. Si te das con un Segway es como si te hubieras tropezado con otro peat¨®n', dice Kamen.
Empez¨® siendo un rumor cuidadosamente orquestado. El a?o pasado una filtraci¨®n a la p¨¢gina web Inside.com revel¨® la existencia del invento que puso en ascuas a la comunidad de inventores.
Poco despu¨¦s, It fue avalado por grandes nombres de la industria. Entre otros muchos, Steve Jobs, el creador de Apple, y Jeff Bezos, el presidente de la librer¨ªa cibern¨¦tica Amazon.com, alabaron su genialidad, y la prestigiosa editorial Harvard Business School Press desembols¨® incluso 46 millones de pesetas para dedicarle un libro el a?o que viene.
Kamen ha reconocido que las expectativas formadas alrededor de It son un poco exageradas. 'Esto no teleporta a Marte ni transforma plomo en oro. ?Y qu¨¦?'. Millonario iconoclasta de 50 a?os, ingeniero autodidacta, hijo de un dibujante de comics, Kamen, que vive solo en una casa que ¨¦l mismo ha dise?ado, tard¨® diez a?os en crear su Segway y otro m¨¢s en asegurarse todas las patentes.
La primera etapa hacia el patinete revolucionario fue Ibot, la silla de ruedas capaz de subir escaleras. 'La bautizamos Fred porque era tan gr¨¢cil como Fred Astaire', dijo el inventor a Time. De ah¨ª que Segway, el siguiente paso hacia la movilidad mec¨¢nica, se llamara al principio Ginger. Ibot ha sido uno de tantos artefactos que han garantizado la prosperidad de DEKA, la empresa que desde hace casi 20 a?os comercializa los hallazgos de Kamen y donde ahora trabajan m¨¢s de 200 ingenieros. Segway ha costado m¨¢s de 1.800 millones de pesetas en investigaci¨®n, pero Kamen piensa sacar al menos diez veces m¨¢s en ventas, incluso cuando EE UU est¨¢ ya oficialmente en recesi¨®n. No descarta incluso el mercado de los pa¨ªses en desarrollo, y en primer lugar China: patinete contra bicicleta.
Tiene grandes proyectos. Espera hacerse un hueco entre los grandes del transporte. No parece facil, en un pa¨ªs tan enamorado de sus coches. El patinete, que se fabricar¨¢ en Manchester (New Hampshire) a un ritmo de 40.000 unidades mensuales, deber¨ªa empezar a venderse en su versi¨®n popular en 2002 por algo m¨¢s de 500.000 pesetas.
Sus primeros clientes ser¨¢n empresas, con una versi¨®n m¨¢s cara y robusta. El servicio de Correos podr¨ªa repartirlo entre sus carteros y Amazon.com lo usar¨¢ en sus interminables hangares de libros. Kamen est¨¢ ya negociando con la Administraci¨®n federal y las autoridades de varias ciudades, como Boston, Atlanta y San Francisco, para autorizar su uso en la calle. Ser¨¢ eso o pasar a los archivos de las invenciones que se hundieron en el olvido por falta de perspectivas comerciales.
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