El Depor se desangra en Alemania
El Leverkusen arrolla al cuadro de Irureta, que confirma que su crisis no es pasajera
De todos los desastres que ha vivido el Deportivo en campo ajeno en las ¨²ltimas semanas, ninguno tan grave como el de anoche en Leverkusen. Si el regreso a la Liga de Campeones era una prueba para medir el verdadero estado del enfermo, el diagn¨®stico no pudo ser m¨¢s preocupante: el Depor sufre una grav¨ªsima hemorragia, se desangra por todas partes sin que nadie sepa muy bien por qu¨¦ se ha contaminado un cuerpo hasta hace poco tan robusto y saludable. En Alemania el Depor fue un mu?eco de trapo, al que s¨®lo Molina y el azar salvaron de una goleada de proporciones humillantes.
Todos los malos s¨ªntomas que ven¨ªa ofreciendo el Deportivo en la Liga se confirmaron punto por punto en Leverkusen, donde muchos se hab¨ªan hecho la ilusi¨®n de que la Copa de Europa devolver¨ªa al equipo brillante y eficaz de hace s¨®lo unas semanas. Pero el cuadro de Irureta volvi¨® a ser de nuevo un grupo desnortado y encogido, como si, justo en el momento en que m¨¢s expectativas despertaba, hubiese ca¨ªdo v¨ªctima de un ataque de melancol¨ªa, de timidez, de cansancio, de aburguesamiento, o de lo que sea, porque no resulta f¨¢cil descifrar la ca¨ªda en picado de un equipo que hab¨ªa tenido un deslumbrante arranque de temporada. Si el Deportivo a¨²n estaba con vida en el descanso, fue gracias a Molina y a la poca pericia en el remate del Bayer Leverkusen, que le super¨® claramente en casi todo lo dem¨¢s.
BAYER LEVERKUSEN 3| DEPORTIVO 0
Bayer Leverkusen: Butt; Zivkovic, Lucio, Nowotny, Placente; Schneider, Ramelow, Ballack (Vranjes, m. 86), Z¨¦ Roberto; Kirsten (Basturk, m. 78), Neuville (Berbatov, m. 85). Deportivo: Molina; H¨¦ctor, Donato, Naybet, Romero; Mauro Silva, Emerson, Fran (Amavisca, m. 58), Scaloni (Djalminha, m. 72), Valer¨®n (Trist¨¢n, m. 78); Makaay. Goles: 1-0. M. 64. Falta que saca Z¨¦ Roberto desde la esquina derecha del ¨¢rea. El bal¨®n pasa por encima de la barrera y entra a media altura, junto al poste. 2-0. M. 67. Ramelow adelanta a Neuville, que marca por el centro de tiro raso. 3-0. M. 79. C¨®rner por la derecha que saca Z¨¦ Roberto y cabecea cruzado Ballack adelant¨¢ndose a Molina. ?rbitro: Kyros Vassaras (Grecia). Amonest¨® a Scaloni por un agarr¨®n a Ramelow. 23.000 espectadores en el Bayarena.
Los alemanes sal¨ªan apremiados por todas las urgencias del mundo, ya que su estruendosa derrota ante el Juventus en la primera jornada no le dejaba m¨¢s opci¨®n que la victoria. Con esos antecedentes, y conociendo el f¨²tbol germano, se pod¨ªa esperar un equipo desmelenado desde el inicio, un bulldozer lanzado a toda velocidad para acorralar al Deportivo desde la primera jugada. Y aunque el Leverkusen se apropi¨® del partido muy pronto, lo cierto es que su actitud desminti¨® en cierto modo las previsiones.
El Bayer no se limit¨® a embestir al rival y a descargar balones en el ¨¢rea, sino que se esforz¨® por elaborar el f¨²tbol m¨¢s de lo esperado. Los alemanes reservaron su tradicional impetuosidad para los metros finales, donde la velocidad de Neuville o de Ze Roberto raj¨® la defensa del Deportivo.
Irureta ya hab¨ªa insinuado en la v¨ªspera que su plan era buscar el contragolpe, y el mensaje no result¨® un camelo. En pura teor¨ªa, nada habr¨ªa que objetar a la idea de aprovecharse de la previsible imperiosidad del Leverkusen para sorprenderle cuando descuidase la puerta de casa.
Pero hasta para lanzar contragolpes hay que conservar la pelota con un m¨ªnimo de pericia, al menos el tiempo preciso para acomodar el ataque y buscar el terreno m¨¢s despejado. Y el bal¨®n fue anoche el peor enemigo del Deportivo, incapaz de encadenar cuatro pases, moroso y falto de ideas para ense?ar un poco, s¨®lo un poquito, de juego punzante y vertical. Apenas dos pelotazos al desmarque de Makaay, que entr¨® al ¨¢rea demasiado escorado para sorprender al portero, recordaron durante el primer tiempo que el Deportivo estaba en el campo.
El Leverkusen, adem¨¢s, encontr¨® un chollo en la banda izquierda del Deportivo, donde los desafortunad¨ªsimos Fran y Romero fueron todo gentileza. Por all¨ª se colaba el primero que apareciese, pero muy especialmente Neuville, que en su paso por el Tenerife parec¨ªa un jugador muy normalito y que anoche destroz¨® por todas partes al Deportivo. El descosido en la banda izquierda fue el origen de la mayor¨ªa de las ocasiones que tuvo el Bayer en el primer tiempo, en el que Molina salv¨® dos balones de gol y el croata Zivkovic cabece¨® al palo.
Tal como estaban las cosas, el gol alem¨¢n s¨®lo era cuesti¨®n de tiempo. Se demor¨® hasta el primer cuarto de hora de la segunda parte, pero en cuanto el Bayer afin¨® su punter¨ªa, la debacle se hizo un hecho. Tan depauperado acab¨® el Deportivo que hasta Molina, que hab¨ªa sostenido al equipo hasta entonces, se contagi¨® de la enfermedad general y concedi¨® el tercer gol a Ballack. El paseo alem¨¢n alcanz¨® tal dimensi¨®n que s¨®lo la fortuna salv¨® al Depor de un marcador escandaloso.
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