Amenaza de expulsi¨®n

Los contingentes de a?os anteriores sirvieron para regularizar a los inmigrantes que ya estaban en Espa?a: viajaban a su pa¨ªs, recog¨ªan el visado en el consulado y volv¨ªan. Ahora esa soluci¨®n es imposible, porque la Ley de Extranjer¨ªa se?ala que las ofertas de trabajo 'se ofrecen a trabajadores extranjeros que no se hallen ni sean residentes en Espa?a'.

En el Ministerio de Trabajo son conscientes de que toda esta situaci¨®n puede degenerar en un problema social. 'Por eso hemos sido muy prudentes a la hora de fijar el contingente, porque sabemos que dentro de un a?o podemos encontrarnos en un aprieto', dice un alto funcionario.

?ste es el escenario que temen todos los agentes sociales: de un lado, muchos de los 300.000 inmigrantes que se han acogido a la regularizaci¨®n por arraigo habr¨¢n perdido su trabajo.

Y los empleos disponibles estar¨¢n en manos de los que lleguen con el contingente. Adem¨¢s, habr¨¢ una nueva bolsa de irregulares: los que han entrado en el pa¨ªs desde el 23 de enero pasado.

El delegado del Gobierno para la Inmigraci¨®n, Enrique Fern¨¢ndez-Miranda, ya ha previsto ese problema y ha enunciado la soluci¨®n: 'Las personas que han llegado ilegalmente a Espa?a tras el 23 de agosto ser¨¢n expulsadas a sus pa¨ªses. No van a ser regularizadas. Las regularizaciones extraordinarias son importantes y necesarias, pero act¨²an como elementos de distorsi¨®n demasiado graves cuando hablamos de pol¨ªticas de regulaci¨®n de flujos'.