Catalu?a s¨®lo forma seis geriatras al a?o pese al envejecimiento de la poblaci¨®n

Los hospitales catalanes, centros geri¨¢tricos y servicios de atenci¨®n a los mayores se enfrentan a un nuevo problema. Catalu?a, con casi el 20% de su poblaci¨®n por encima de los 65 a?os, no tiene suficientes m¨¦dicos geriatras. La carencia de estos profesionales preocupa a los responsables del Departamento de Sanidad y a los sindicatos del sector. Pero la Generalitat no sabe c¨®mo afrontar la falta de estos profesionales, ya que los hospitales de Catalu?a s¨®lo pueden formar a seis especialistas por a?o.

El m¨¦dico geriatra es una figura cada vez m¨¢s necesaria dentro de los servicios sociosanitarios, ya que permite tratar a los ancianos antes de derivarlos a otros especialistas. La falta de geriatras est¨¢ obligando a muchos m¨¦dicos internistas y de medicina general a dedicarse a tareas que no les son propias, lo que en ocasiones colapsa estos servicios de forma innecesaria.

De acuerdo con el subdirector del Servicio Catal¨¢n de la Salud, Salvador Doy, el problema es grave, aunque no cr¨ªtico. Doy asegura que 'todos los enfermos reciben una atenci¨®n correcta por parte de otros profesionales'. Sin embargo, admite que la carencia de geriatras puede traer problemas a corto plazo. Paliar esta carencia, no obstante, no es f¨¢cil.

Los hospitales catalanes que forman m¨¦dicos especialistas en geriatr¨ªa son cuatro, pero entre todos s¨®lo ofertan seis plazas de formaci¨®n, lo que Doy califica de 'rid¨ªculo'. Este responsable de Sanidad cree que el n¨²mero de m¨¦dicos en formaci¨®n deber¨ªa multiplicarse 'al menos por 10'.

La Generalitat asegura que no puede hacer nada para solucionar este problema, pues es el Ministerio de Sanidad el que decide cu¨¢ntas plazas de formaci¨®n oferta en cada comunidad aut¨®noma. Durante los ¨²ltimos meses, la Administraci¨®n central y la catalana se han reunido para discutir el tema, sin que de momento exista ning¨²n acuerdo entre ambas.

Si el problema no se resuelve, la Generalitat est¨¢ estudiando v¨ªas m¨¢s imaginativas. Una de ellas ser¨ªa contratar especialistas extranjeros tal como se har¨¢ con los m¨¦dicos anestesistas. Pero contratar extranjeros significa homologar titulaciones, y esto suele ser dif¨ªcil. Aunque el tr¨¢mite es factible, el Ministerio de Sanidad, competente en la materia, ejerce un control tan severo que acaba frustrando la mayor parte de los intentos.

Los ¨²ltimos datos demogr¨¢ficos justifican la alarma de los responsables sanitarios. Uno de cada seis catalanes tiene m¨¢s de 65 a?os, lo que suma una poblaci¨®n de 1.100.000 personas. Catalu?a es la comunidad espa?ola con m¨¢s personas mayores y los dem¨®grafos prev¨¦n que la diferencia aumentar¨¢ todav¨ªa m¨¢s los pr¨®ximos a?os.

Desde el Sindicato de M¨¦dicos de Catalu?a, Antoni Gallego lamenta que la falta de geriatras se tenga que suplir con la especializaci¨®n de m¨¦dicos a trav¨¦s de formaci¨®n de tercer grado. '?sta no es forma de trabajar', afirma Gallego. De momento, la ¨²nica v¨ªa que se ve factible para incrementar el n¨²mero de geriatras es el Decreto de Acceso Excepcional a la profesi¨®n, aprobado en 1999. Un centenar de m¨¦dicos que ejercen como geriatras sin contar con el t¨ªtulo ven en este decreto la forma de regularizar su estatuto laboral. Pero no todos podr¨¢n hacerlo, ya que antes deber¨¢n pasar una dura prueba que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo a?o y que, en ning¨²n caso, garantiza poder continuar ejerciendo la profesi¨®n.