'Nac¨ª dotado de la sensibilidad para gobernar a todos los gallegos'
Ser¨¢ de nuevo el consejero con m¨¢s poder en la Xunta de Galicia cuando Manuel Fraga forme su Gobierno. Jos¨¦ Cui?a 's¨®lo' se considera 'supuesto aspirante a la sucesi¨®n de don Manuel', pero ya se siente autorizado a afirmar: 'Nac¨ª dotado con la sensibilidad necesaria para gobernar para todos los gallegos'. Cui?a percibe que su perfil galleguista se ha utilizado para perjudicarle pol¨ªticamente y afirma que su relaci¨®n con Aznar es, adem¨¢s de correcta, afectuosa.
'No dedico un segundo a pensar en nada que tenga que ver con la sucesi¨®n de Fraga'
'Puedo demostrar que jam¨¢s ninguna de mis empresas ha vendido un tornillo a la Xunta'
Est¨¢ convencido Cui?a de que el PP de Galicia no ser¨¢ una jaula de grillos cuando desaparezca Manuel Fraga. Su tranquilidad aparente est¨¢ apoyada en una fortaleza pol¨ªtica que le ha ayudado a soportar la adversidad y las conspiraciones contra su ambici¨®n, nunca disimulada. Se siente c¨®modo en su inc¨®modo puesto de aspirante a la sucesi¨®n a Fraga. Pero nunca dir¨¢ lo que Fraga no quiere que diga.
Pregunta. No s¨¦ si habr¨¢ ca¨ªdo en la cuenta de que Fraga es muy capaz de volverse a presentar dentro de cuatro a?os. Y usted ah¨ª, con esa cara que tiene de eterno aspirante.
Respuesta. Creo que lo mejor que le puede pasar a Galicia es que don Manuel est¨¦ el mayor n¨²mero de a?os posible al frente del Gobierno gallego. ?Eso que vaya por delante! Por lo que a m¨ª respecta, la realidad es que, despu¨¦s de haber alcanzado [el esca?o en] la lista por Pontevedra con un razonable ¨¦xito, regreso al Gobierno, por lo que he percibido de lo que piensa don Manuel. Si dentro de un tiempo necesita ¨¦l, necesita el partido que yo... haga otro esfuerzo en las elecciones auton¨®micas... pues lo har¨¦. Pero no le dedico ni un segundo a pensar en nada que tenga que ver con la sucesi¨®n de don Manuel. No le voy a negar que tengo una sincera vocaci¨®n pol¨ªtica, pero le aseguro que llevo mi situaci¨®n con tranquilidad. Pero soy consciente de que esa condici¨®n de aspirante, que me siguen atribuyendo, a algunos no les hace demasiada gracia y les ha servido para aplicar al principio de artiller¨ªa que dec¨ªa Napole¨®n: 'Objetivo a la vista, objetivo que es vulnerable'... Bien es verdad que esos ataques han venido siempre de enemigos sistem¨¢ticos aprendices de Bin Laden que est¨¢n perfectamente detectados. En este sentido estoy absolutamente tranquilo, en lo de la sucesi¨®n, de lo que nunca hablar¨¦ con nadie.
P. Menos con don Manuel cuando toque, ?no?
R. ?Eh? (je, je, je) No. Le digo que nunca hablar¨¦ en p¨²blico con nadie. Para m¨ª es un honor trabajar con don Manuel.
P. La cuesti¨®n es si no se le estar¨¢ pasando a usted el arroz, como al heredero de la corona de Inglaterra, si no corre el riesgo de que le coloquen a un 'moderno' del PP de los que gustan en G¨¦nova 13.
R. Yo soy de los convencidos de que el destino de las personas de alguna forma est¨¢ trazado. Al que intenta frenar al destino, el destino le arrastra. Yo prefiero esperar a que el destino me empuje. Lo ¨²nico que digo es que yo me llevo bien con G¨¦nova y puedo decir que mi relaci¨®n con el presidente del Gobierno es, adem¨¢s de supercorrecta, afectuosa, cosa que algunos desconocen, y los que digan lo contrario mienten, porque ¨¦l no me va a desmentir. En cualquier caso, yo soy de los que piensan que se queman los especialmente ambiciosos, los que quieren llegar a la meta en menos tiempo del necesario. La pol¨ªtica es una carrera de fondo en la que no resisten los m¨¢s brillantes, sino los que tienen una mayor fortaleza y una mayor credibilidad. En ese sentido, pese a algunos, yo intento mantener la fortaleza y la credibilidad y le puedo asegurar que, a mis 51 a?os, tengo la sensaci¨®n de que estoy iniciando mi carrera pol¨ªtica, estoy dispuesto a volver a ser candidato a concejal por mi pueblo.
P. ?Qu¨¦ bonito queda! Pero yo quiero saber la verdad, saber si usted se siente capacitado para ser el sucesor de Fraga.
R. Yo de ese tema no hablo. Pero creo tener la experiencia pol¨ªtica suficiente para aceptar cargos pol¨ªticos distintos al que tengo. Y con esto creo que ya le digo bastante. ?No le parece?
P. A m¨ª lo que me parece es que la forma que tiene Fraga de administrar su sucesi¨®n, como si fuera a vivir toda la vida, va a acabar con sus nervios.
R. Mire, don Manuel ha aprendido a hacer sucesiones. La primera, con Hern¨¢ndez Mancha, la verdad no sali¨® muy bien, pero le vali¨® para extraer lecciones. Y luego acert¨® clar¨ªsimamente y de pleno, con Aznar. Entonces, de una persona con tanta experiencia y sabidur¨ªa hay que suponer que sepa hacer lo mismo en Galicia, yo de eso no tengo ninguna duda. Es verdad que el derecho a testar en pol¨ªtica no existe, pero entiendo yo, y ¨¦sta es la ¨²nica concesi¨®n que le voy a hacer, que la persona que le toque tiene que tener, primero, el respaldo de las bases del partido, el respaldo y la sinton¨ªa con Madrid y, evidentemente, el respaldo del pueblo. Son tres condiciones b¨¢sicas y desde luego no va a ser presidente de la Xunta un se?or que no tenga la capacidad de estar respaldado por el pueblo gallego.
P. Est¨¢ dibujando su propio retrato robot. Porque usted tiene esas tres condiciones, ?no?
R. Creo que algo de todo eso tengo. Pero si lo que usted pretende es que le diga algo contundente respecto a mi futuro, s¨®lo le dir¨¦ que yo estoy preparado para afrontar ese futuro donde me corresponda. Pero tambi¨¦n estoy preparado para regresar con toda dignidad al molino. La verdad es que me siento muy seguro de m¨ª mismo y eso me da mucha fuerza, a pesar de los ataques miserables de algunos; comenzando por el Bloque, que se ha cebado conmigo porque yo me he instalado en el discurso gallego con la misma legitimidad que ellos, pero con la diferencia de que yo no soy nacionalista y ellos son nacionalistas radicales. Yo soy consciente de que mi perfil galleguista se ha utilizado perversamente en mi contra, pero no me importa porque en eso soy claro y contundente: de gallegista todo, de nacionalismo excluyente nada. S¨¦ que tambi¨¦n en mi partido algunos han pensado que ten¨ªa demasiada prisa, pero yo controlo mis tiempos y yo s¨®lo he ido adonde y hasta donde ha querido don Manuel, desde que ¨¦l me llam¨® para que hiciera pol¨ªtica a su lado.
P. Hasta los socialistas reconocen, en privado claro, que ser¨ªa un error del PP despreciar el hecho de que usted controla el granero del voto rural, el suelo firme que pisa Fraga.
R. ?Es que ese granero de votos es mi h¨¢bitat natural! Mi h¨¢bitat natural es el pueblo. Confieso que a me gusta poco el despacho y mucho m¨¢s estar con la gente. Cuando acaba una campa?a electoral ya la estoy echando de menos.
P. Por eso no entiendo por qu¨¦ algunos dirigentes del PP se empe?an en buscarle alternativas al perfil populista que usted representa.
R. Le dir¨¦ que eso a m¨ª no me consta. Pero si eso fuera as¨ª, ser¨ªa lo mismo que no conocer a los gallegos, porque al final hay que pasar por el tribunal inapelable que son las urnas. Entonces fabricar a un l¨ªder artificial supone no conocer a un pueblo inteligente como lo es el gallego. Yo siempre he seguido el estilo de don Manuel, su forma de hacer pol¨ªtica, pero es que ese estilo yo ya lo ten¨ªa antes de llegar a la Xunta. Y le dir¨¦ una cosa: si hay una cosa que siempre he querido hacer y he hecho es valorar por encima de consideraciones partidarias la lealtad institucional y el respeto a las personas que representan esas instituciones. De tal manera que a la hora de gestionar mi departamento para m¨ª no existen colores pol¨ªticos, ni me influye el partido del que pueda ser cada alcalde. Me parece que nadie se atreve a discutirlo. Creo que nac¨ª dotado de la sensibilidad para gobernar a todos los gallegos, para gobernar mi tierra, como pa¨ªs, pensando en todos. Es m¨¢s: el recorrido que a m¨ª me pueda faltar en mi carrera pol¨ªtica en Galicia -y esto lo puede aceptar usted como una primicia- no va a ir nunca en el sentido de la confrontaci¨®n. No fomentar¨¦ el sectarismo, ni el clasismo, ni el elitismo. Esos vicios no est¨¢n en mi c¨®digo pol¨ªtico.
P. No s¨¦ si est¨¢ o no en su c¨®digo pol¨ªtico barrer para casa, porque los alcaldes del PSOE y del Bloque se quejan, in¨²tilmente, de que la pol¨ªtica de subvenciones siempre ha favorecido a los municipios del PP.
R. ?No se quejan y la prueba es que a m¨ª eso en el Parlamento no me lo discuten! A veces intentan hacerlo, s¨ª. Pero yo les demuestro con datos que eso no es as¨ª. Le aseguro que nunca hubo una mayor homogeneizaci¨®n de los presupuetos de la Xunta de la que hay hoy, lo que no quiere decir que todo no sea mejorable, ?no? Le aseguro que yo me considerar¨ªa indigno de ser miembro del Gobierno de Galicia si practicara el m¨¢s m¨ªnimo sectarismo.
P. Pues la gente tiene muy claro que en Galicia nada se mueve sin que usted lo consienta. La oposici¨®n le considera un cacique de buenas maneras, pero un cacique.
R. Es que el concepto cacique se ha tergiversado con el tiempo. El cacique, bien entendido, fue la persona siempre dispuesta a ayudar a aquellos que lo necesitaban y, efectivamente, eso le daba al cacique un cierto poder de influencia.
P. Es usted 'el poder' en Galicia, se?or Cui?a. Incluso a la hora de defender la compatibilidad de sus negocios privados con el desempe?o de su cargo, incluso contra el criterio de Fraga.
R. Mire, eso del poder es una concepci¨®n t¨®pica que yo puedo admitir sin incomodidad. Lo que no puedo admitir es que me ataquen injustificadamente, como es el caso de mis negocios privados en los que no tengo nada que ocultar. En cuanto a esa supuesta confrontaci¨®n con don Manuel le puedo asegurar que es totalmente falsa. ?Muy al contrario! Yo le dije que incluso estaba dispuesto a renunciar a mis leg¨ªtimos derechos para poder seguir trabajando en el proyecto de Galicia. A m¨ª don Manuel me aconsej¨® que aun teniendo perfectamente clara la compatibilidad, a lo mejor pues... me pod¨ªa convenir renunciar. Pero yo le puedo demostrar a usted que jam¨¢s ninguna de mis empresas ha vendido un tornillo a la Xunta, y menos nada que tenga que ver con mi departamento. ?Eso est¨¢ documentado!
P. ?Est¨¢ usted seguro de que el PP de Galicia sin Fraga no va a ser una jaula de grillos.
R. Tengo la ventaja de ser hombre de campo y por eso distingo el canto del grillo del de la cigarra. Estoy seguro de que aqu¨ª habr¨¢ sitio para todos. Lo importante es que dentro de diez a?os, Galicia se haya desarrollado plenamente como pa¨ªs, lo que va a pasar dentro de cuatro a?os no lo sabe nadie.
P. ?Ni siquiera Fraga?
R. Ni siquiera Fraga.
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