La primera sospecha

Uno de los puntos m¨¢s oscuros de este rebrote de la peste porcina cl¨¢sica es lo que ocurri¨® entre la primera sospecha detectada y la declaraci¨®n oficialmente de la peste en Osona por la Uni¨®n Europea. A finales de noviembre se sacrificaron preventivamente 1.500 cerdos de la explotaci¨®n Sant Mart¨ª de Calldetenes ante la sospecha que estuvieran infectados por la peste. Los resultados dieron negativos pero el sector ganadero de la comarca decidi¨® decretar la inmovilizaci¨®n de los animales, seg¨²n asegura Xavier Tuneo, responsable del sector porcino de los J¨®venes Agricultores y Ganaderos de Catalu?a (JARC).

Pese a esta decisi¨®n, puede que algunos ganaderos no hicieran caso de la medida y procedieran a movilizar los animales. La sospecha pas¨® por alto y la alarma no salt¨® hasta el 5 de diciembre, cuando Bruselas dio un primer paso decretando la prohibici¨®n de exportar cerdos vivos, embriones, ¨®vulos y semen porcino procedente de Catalu?a.

Algunos ganaderos y el mismo sindicato agrario Uni¨® de Pagesos denunciaron el pasado viernes en una rueda de prensa que las presiones de grandes grupos productores podr¨ªan haber retrasado la aplicaci¨®n de las medidas contra la peste. Tuneu desconf¨ªa de estos comentarios y asegura que el 93% de las explotaciones de la comarca son medianas y peque?as y, por lo tanto, la presi¨®n de estos grupos es m¨ªnima. El consejero Grau tambi¨¦n dice que se actu¨® correctamente, ya que los resultados dieron negativo, raz¨®n por la que no se pod¨ªa tomar ninguna medida.