Ridley Scott entra en la guerra de Somalia
El cineasta narra la llegada al pa¨ªs africano de las tropas de EE UU.
Los productores de Hollywood creyeron que la audiencia buscar¨ªa en comedias y romances v¨ªas de evadirse del ambiente de inseguridad precipitado por los atentados del 11 de septiembre. La realidad no parece compartir esos criterios, aunque lo cierto es que nadie puede saber con antelaci¨®n los gustos del p¨²blico. Ridley Scott, uno de los realizadores con mayores ¨¦xitos de taquilla en su haber -el ¨²ltimo fue Gladiator, que logr¨® cinco oscars-, ha decidido adelantar tres meses el estreno de su ¨²ltimo filme, Black Hawk down, la reconstrucci¨®n de la invasi¨®n de Mogadiscio, Somalia, desde la perspectiva de los soldados norteamericanos. La pel¨ªcula se estrenar¨¢ en Espa?a el 22 de febrero con el t¨ªtulo Black Hawk derribado.
El Pent¨¢gono colabor¨® con la producci¨®n enviando a Marruecos soldados y helic¨®pteros
La operaci¨®n en Somalia entra posiblemente dentro de los episodios m¨¢s humillantes en la historia reciente de Estados Unidos. Comenz¨® con buen pie, a finales de 1992, con el env¨ªo de tropas americanas como integrantes de una operaci¨®n de Naciones Unidas para poner fin a la hambruna que a?os de guerra civil caus¨® en este pa¨ªs africano. Pero la victoria inicial se torn¨® en desastre un a?o m¨¢s tarde. El 3 de octubre de 1993, soldados de ¨¦lite entraron en Mogadiscio a bordo de sofisticados helic¨®pteros, los Black Hawk que sirven de t¨ªtulo a la pel¨ªcula de Ridley Scott.
Las tropas americanas deb¨ªan capturar a dos aliados del l¨ªder somal¨ª Mohammed Farrah Aidid en una incursi¨®n que, se pens¨®, durar¨ªa menos de 60 minutos. Dieciocho horas despu¨¦s, los invasores se retiraban de la ciudad con 18 soldados muertos, unos 80 heridos y dos helic¨®pteros destrozados. Cerca de un millar de somal¨ªes murieron en la operaci¨®n. El realizador brit¨¢nico reconstruye la pol¨¦mica misi¨®n desde la perspectiva de los comandos Ranger y Delta, las mismas divisiones que luchan hoy en Afganist¨¢n.
'Yo no veo la operaci¨®n como un triunfo ni como un desastre. Cuento lo que sucedi¨® y presento un informe realista del incidente. Qued¨¦ fascinado por el material. Una misi¨®n del ej¨¦rcito m¨¢s meticuloso y preciso del mundo que sale mal', advierte Scott. 'Sentimos con pasi¨®n que deb¨ªamos hacer justicia a los soldados. En cierta forma me convert¨ª en uno de ellos y acept¨¦ la responsabilidad de reflejar los acontecimientos con la mayor exactitud posible. Sentimos enorme respeto por las tropas y los familiares de las v¨ªctimas, que posiblemente ver¨¢n la pel¨ªcula', a?ade Ewan McGregor, uno de los protagonistas.
Con un equipo de 16 c¨¢maras y una ¨¦lite de j¨®venes actores internacionales, desde Josh Harnett, el nuevo rostro de Hollywood, al escoc¨¦s McGregor o el australiano Eric Bana, adem¨¢s del veterano Sam Shepard, el director entra a fondo en el campo de batalla. Sin insistir en escenas violentas, salvo en las im¨¢genes del cuerpo mutilado de un soldado arrastrado por las calles de Mogadiscio, que recogieron en su d¨ªa las c¨¢maras de televisi¨®n, el filme resalta el hero¨ªsmo de las tropas invasoras. 'Ah¨ª est¨¢ la met¨¢fora, el prop¨®sito de la pel¨ªcula. Tropas visiblemente superiores sorprendidas en una situaci¨®n que no anticipaban', se?ala Scott. 'No es un documental, sino un filme sobre una situaci¨®n real que vemos desde el lado de los americanos. Todas las pel¨ªculas de guerra se cuentan desde uno de los bandos', defiende McGregor.
El Pent¨¢gono colabor¨® con la producci¨®n y envi¨® un centenar de soldados y ocho helic¨®pteros a Marruecos, donde se rod¨® el verano pasado esta adaptaci¨®n del libro del mismo t¨ªtulo de Mark Bowden. Antes, los actores pasaron intensas jornadas entrenando con la ¨¦lite militar en EE UU. 'Est¨¢n tan motivados y preparados, ahora entiendo que quieran ir a la guerra y se sientan frustrados cuando no pueden luchar con sus colegas', se?ala McGregor. 'No se trata de matar', aporta Hartnett, 'sino de cuidar de tus compa?eros. Mi personaje, por ejemplo, es un soldado atento, una persona que siente y escucha en una situaci¨®n bastante anormal'.
Black Hawk down inaugura la hornada de filmes patriotas con los que Hollywood responde a la coyuntura internacional. Con el montaje inconcluso, se present¨® hace unos d¨ªas en Londres para acceder a las candidaturas de los premios de la Academia de Cine brit¨¢nica. La misma estrategia se aplica frente a los Oscar. 'No s¨¦ si el ambiente que vivimos ayudar¨¢ al filme. Ahora mismo no se puede predecir qu¨¦ pasar¨¢ en 10 d¨ªas. No sabemos si habr¨¢ otro ataque terrorista ni c¨®mo evolucionar¨¢ la guerra de Afganist¨¢n. Yo me gu¨ªo por mis criterios y, como espectador, me gustar¨ªa ver una pel¨ªcula que muestra c¨®mo se comportaron nuestras tropas en Somalia', comenta el productor Jerry Bruckheimer, responsable de filmes como Pearl Harbor o Top Gun.
Babelia
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