Sharon ha ganado
Final de trayecto. El primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, ya est¨¢ donde quer¨ªa y donde m¨¢s c¨®modo se ha sentido siempre: en la guerra. La masiva operaci¨®n militar de castigo llevada a cabo por el Ej¨¦rcito israel¨ª ayer en Cisjordania y Gaza pone fin a un di¨¢logo israel¨ª-palestino que ya era una quimera desde que Sharon lleg¨® al poder y el l¨ªder palestino Yasir Arafat decidi¨® jugar con dos barajas y equivoc¨¢ndose en todas las partidas. La ayuda de Arafat al ¨¦xito de Sharon es inestimable. Le aup¨® al poder con su rechazo al plan de concesi¨®n territorial del anterior jefe de Gobierno israel¨ª, Ehud Barak. Y en los ¨²ltimos meses, el l¨ªder palestino ha hecho todo lo que el primer ministro esperaba de ¨¦l para poder dar el golpe de gracia a la Autoridad Nacional Palestina, al Plan Mitchell, a la mediaci¨®n del general norteamericano Anthony Zinni y a los esfuerzos negociadores de la Uni¨®n Europea dirigidos por Javier Solana y Miguel ?ngel Moratinos. Realmente montan un buen t¨¢ndem Sharon y Arafat, Arafat y Sharon, tanto monta, monta tanto, en pedaleo veloz hacia la cat¨¢strofe de sus respectivos pueblos.
La hipocres¨ªa del comunicado del Gobierno israel¨ª acusando a Arafat de 'responsable personal' del atentado que cost¨® la vida a diez colonos jud¨ªos y heridas a m¨¢s de treinta cerca de un asentamiento cisjordano, no puede sorprender ya. La procacidad de la ret¨®rica oficial israel¨ª respecto al conflicto palestino ha alcanzado cotas ins¨®litas despu¨¦s del regreso triunfal de Sharon de su viaje a Washington, donde, tras el atentado del d¨ªa 1 de diciembre, recib¨ªa lo que de inmediato entendi¨® como carta blanca en su particular 'lucha antiterrorista'. Aunque haya en la sociedad israel¨ª muchas memorias s¨®lidas que podr¨ªan enumerar la cantidad de v¨ªctimas jud¨ªas, soldados y civiles, habidos en el L¨ªbano y en los territorios ocupados cuando el responsable de la seguridad all¨ª era el propio Sharon. Por no hablar de las v¨ªctimas no israel¨ªes que al viejo general le importan a¨²n menos.
Arafat tiene fama de ser especialista en supervivencia f¨ªsica y pol¨ªtica. Va a necesitar toda su ma?a al respecto ante una situaci¨®n que sin duda ha ayudado a generar, pero que desde hace unos meses ha escapado totalmente a su control. Sharon, por su parte, es especialista en humillaciones y lleva nueve meses infligi¨¦ndoselas a todos los actores secundarios en este drama, desde su triste ministro de Exteriores, Sim¨®n Peres, a la presidencia belga de la UE, a la UE en general, a los mediadores espa?oles e incluso a los norteamericanos Mitchell o Zinni. Por no hablar, por supuesto, de Arafat y los palestinos. Con el presidente no se atrevi¨® en un principio, pero despu¨¦s de la oportuna bomba en Jerusal¨¦n, a¨²n en Washington ¨¦l tambi¨¦n cree deber dar clases al joven Bush.
Sharon necesitaba muertos para conseguir apoyos en su lucha por desmantelar la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y Arafat se los concedi¨® con su pol¨ªtica de medias verdades, muchas mentiras y escasos actos en la lucha contra un terrorismo que -¨¦l no supo verlo- ha adquirido otra calidad desde el 11 de septiembre pasado. Al goteo de muertos sigui¨® el chorreo y Arafat segu¨ªa creyendo que con castigar a quedarse en casa a unos cuantos l¨ªderes de Ham¨¢s o la Yihad hab¨ªa cumplido con la comunidad internacional y con Sharon. Pensaba que pod¨ªa seguir canjeando condescendencia al terrorismo por el silencio de los radicales ante la corrupci¨®n de su aparato. Mientras, el primer ministro israel¨ª le iba metiendo al Ej¨¦rcito en casa con su pol¨ªtica de represalias militares, a la que cada par de d¨ªas se otorgaba motivo. A ¨²ltima hora de ayer segu¨ªan pasando los helic¨®pteros en direcci¨®n a Ramala por encima de Jerusal¨¦n oriental, Gaza era bombardeada y Cisjordania dividida en tres compartimentos estancos mientras los soldados israel¨ªes registraban barrios enteros casa por casa. Arafat est¨¢ preso, y la radio, la televisi¨®n, las telecomunicaciones y el aeropuerto palestino son escombros. Sharon ha ganado. Salvo milagro, la ANP es historia. Los muertos de los pr¨®ximos meses y a?os nos indicar¨¢n el precio de la victoria de Sharon, gran orquestador de esta nueva carrera de israel¨ªes y palestinos hacia la meta del dolor.
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