El PSOE incrementa su cr¨¦dito en Marruecos con el viaje de Zapatero
Cabanillas resalta que la Embajada espa?ola ayudar¨¢ al l¨ªder socialista
Entre la ¨¦lite marroqu¨ª, los socialistas espa?oles gozan desde hace a?os de mejor imagen que el Partido Popular. La decisi¨®n del secretario general del PSOE, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, de viajar a Rabat en plena crisis diplom¨¢tica con Espa?a, incrementa a¨²n m¨¢s el cr¨¦dito del primer partido de la oposici¨®n. Queda por ver si este aprecio bastar¨¢ para incitar al rey Mohamed VI a ordenar el regreso de su embajador, Abdesalam Baraka, a Madrid 49 d¨ªas despu¨¦s de que fuese llamado a consultas en protesta por la actitud de Espa?a.
Con el posible prop¨®sito de curarse en salud, el ministro portavoz del Gobierno, P¨ªo Cabanillas, suaviz¨® ayer sus cr¨ªticas a la visita y subray¨® que la Embajada de Espa?a 'colaborar¨¢ con ¨¦l en lo que estime oportuno'¡¤
Rodr¨ªguez Zapatero llegar¨¢ ma?ana por la noche a Rabat, probablemente en plena fiesta del final del Ramad¨¢n. De ah¨ª la dificultad para cerrar las citas aunque sabe de antemano que ser¨¢ recibido por el rey Mohamed VI y se entrevistar¨¢ adem¨¢s con el primer ministro, Abderram¨¢n Yussufi; con el titular de Exteriores, Mohamed Benaissa, y con la direcci¨®n de partido socialista (USFP).
Desde que se anunci¨® el viaje, el diario Le Matin, considerado como cercano al palacio real, ha presentado a Rodr¨ªguez Zapatero como un convencido de la 'necesidad de superar la crisis' mientras el presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar 'proh¨ªbe cualquier gesto en esa direcci¨®n'.
A los ojos de las ¨¦lites aumenta as¨ª el reconocimiento por los socialistas espa?oles, cuyas bases sent¨® Felipe Gonz¨¢lez cuando su Gobierno firm¨®, en 1991, el tratado de amistad y cooperaci¨®n con Rabat. Desde entonces ha mantenido viva la llama. Por ejemplo, en agosto escribi¨® un art¨ªculo en EL PA?S en el que elogiaba la evoluci¨®n de Marruecos. Casi todos los diarios marroqu¨ªes lo reprodujeron en portada.
Gonz¨¢lez fue en julio uno de los tres invitados de honor del rey en la Fiesta del Trono, en T¨¢nger. Pas¨® all¨ª sus vacaciones veraniegas code¨¢ndose en su hotel con consejeros y ministros, que acud¨ªan a la ciudad del Estrecho para despachar con el monarca, cuando no reorganizaba el jard¨ªn de acceso al establecimiento.
A causa de su aprecio a los socialistas, o de su desconocimiento de la realidad espa?ola, los ministros marroqu¨ªes que achacaron la crisis, entre otros motivos, a la celebraci¨®n de un seudo refer¨¦ndum sobre el S¨¢hara en el patio del Parlamento Andaluz, se olvidaron de recordar la afiliaci¨®n al PSOE de Javier Torres, el presidente de esa instituci¨®n. El presidente andaluz, Manuel Chaves, asegur¨® despu¨¦s que aquello fue un 'error' que sent¨ªa.
Desde que estall¨® la crisis, los socialistas espa?oles han multiplicado los gestos hacia Marruecos hasta el punto de que Trinidad Jim¨¦nez, encargada de las relaciones internacionales del PSOE, sugiri¨® al Frente Polisario que d¨¦ una oportunidad al plan de autonom¨ªa para el S¨¢hara. En su entrevista a la revista marroqu¨ª Al Ayam, Rodr¨ªguez Zapatero omite pronunciar la palabra 'refer¨¦ndum'.
Oros sectores del partido no son tan conciliadores. Un pu?ado de diputadas forman parte de un intergrupo parlementario que ha elaborado una proposici¨®n no de ley para impulsar el plan de arreglo de la ONU que prev¨¦ el refer¨¦ndum.
Cuarenta y ocho horas antes del viaje de Rodr¨ªguez Zapatero a Rabat, el socialista Jos¨¦ Bono, presidente de Castilla-La Mancha, no se priv¨® de reiterar que 'en Marruecos no hay democracia, no se respetan los derechos humanos y se impulsa, por medio de las mafias, a criaturas inocentes a que crucen el Estrecho'.
S¨®lo un peque?o sector de la izquierda marroqu¨ª y algunas de publicaciones independientes se muestran ligeramente cr¨ªticos con el PSOE que, a diferencia del secretario general de los socialistas franceses, Fran?ois Hollande, se abstuvo de condenar hace un a?o el cierre por el primer ministro de tres revistas. A esos cr¨ªticos les hubiese gustado que el PSOE aguijonease la transici¨®n marroqu¨ª como hizo en los noventa en algunos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica.
Aferrado al poder y enfrascado en sus luchas intestinas -de la Uni¨®n Socialista de Fuerzas Populares se han escindido en octubre el ala sindical y parte de las juventudes-, el partido de Yussufi nunca ha pedido ayuda al PSOE para ahondar la democracia en Marruecos.
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