?Inversi¨®n estatal? Inversiones de peaje

Por fin se hizo el consenso, casi la unanimidad: existen motivos serios de preocupaci¨®n por la concentraci¨®n de poder econ¨®mico en la capital del Estado y la consiguiente p¨¦rdida de peso relativo de la periferia, y particularmente de Catalu?a. El papel catalizador del C¨ªrculo de Econom¨ªa con su aportaci¨®n a este debate ha sido indiscutible y encomiable.

El consenso sobre el problema no implica, necesariamente, un acuerdo total sobre sus causas. Si bien todo el mundo admite que existe una tendencia general e internacional a la concentraci¨®n de poder econ¨®mico, todav¨ªa no se ha reflexionado bastante sobre las carencias y errores estrat¨¦gicos de la propia pol¨ªtica catalana; esta discusi¨®n contin¨²a sometida a la l¨®gica gobierno-oposici¨®n, y es normal que desde el entorno del Gobierno de Catalu?a no se quiera admitir, ni aun reflexionar, sobre una trayectoria tan err¨¢tica, cuyas insuficiencias son cada vez m¨¢s evidentes.

Tambi¨¦n se ha instaurado un amplio consenso sobre la existencia de una pol¨ªtica deliberada del Gobierno central que refuerza, en lugar de compensar, las tendencias a la centralizaci¨®n -tambi¨¦n econ¨®mica- en Madrid. Aunque observando el debate sobre la pol¨ªtica del Gobierno central se aprecian divergencias al valorar la pol¨ªtica de inversiones del Estado. Tanto el Gobierno catal¨¢n como el Gobierno espa?ol sostienen que la inversi¨®n estatal en Catalu?a es mayor que nunca. Para otros, es insuficiente tanto en t¨¦rminos absolutos como comparativos. Y lo cierto es que es verdad que nunca antes el Estado hab¨ªa programado tanta inversi¨®n en Catalu?a, y tambi¨¦n lo es que nunca antes el Estado hab¨ªa gastado tan poco en invertir en Catalu?a. ?Contradictorio? No. Vamos a desentra?arlo.

Antes que nada, es imprescindible comprender una distinci¨®n. La pregunta ?qui¨¦n decide una inversi¨®n? es diferente de la pregunta ?qui¨¦n financia una inversi¨®n? Esto es as¨ª porque hay unas inversiones estatales que decide y financia el Estado, y hay otras inversiones estatales que decide igualmente el Estado, pero financian los usuarios del servicio de que se trate. As¨ª, por ejemplo, la inversi¨®n estatal en carreteras la financia el Estado. Por el contrario, la inversi¨®n estatal en aeropuertos, ejecutada a trav¨¦s de AENA, la pagan los usuarios de los aeropuertos a trav¨¦s de tasas de diferentes tipos. M¨¢s en general, una parte de la inversi¨®n estatal la ejecutan los ministerios y la Seguridad Social, y la financia el Estado. Otra parte de la inversi¨®n estatal la ejecutan empresas y sociedades mercantiles estatales, y la financian los usuarios: es el caso de aeropuertos, puertos, tren de alta velocidad, correos, etc¨¦tera. En la pr¨¢ctica, las inversiones del sector empresarial del Estado son inversiones de peaje.

Ahora la cuesti¨®n relevante es ?cu¨¢l es la inversi¨®n estatal en Catalu?a que financia realmente el Estado para 2002? Pues bien: de cada 100 pesetas de inversi¨®n estatal prevista en Catalu?a, 17 las pagar¨¢ el Estado y 83 las financiar¨¢n los usuarios de los servicios. ?Y fuera de Catalu?a? Pues de cada 100 pesetas de inversi¨®n estatal prevista en el resto de Espa?a el Estado pagar¨¢ 51 y los usuarios de los servicios financiar¨¢n 49. Para ser m¨¢s precisos todav¨ªa, hay que tener en cuenta que el Estado subvenciona una parte de la inversi¨®n que se hace en l¨ªneas de alta velocidad en Espa?a. Si suponemos que la subvenci¨®n es similar para todas las l¨ªneas de AVE, entonces la parte de inversi¨®n estatal en Catalu?a que paga el Estado es el 37%, y los usuarios el 63%. En el resto de Espa?a, el Estado paga el 59% de la inversi¨®n estatal, y los usuarios el 41%. En suma, la inversi¨®n estatal en Catalu?a sigue pautas de un modelo de inversi¨®n de peaje, pues es financiada muy mayoritariamente por los usuarios. En cambio, en el resto de Espa?a la financiaci¨®n de la inversi¨®n por el Estado es superior a la que aportan los usuarios.

Esto ayuda a entender mejor la realidad. Si uno se fija en que la inversi¨®n estatal programada para Catalu?a significa el 14,5% del total de Espa?a, es cierto que este porcentaje es un m¨¢ximo hist¨®rico, aunque sea inferior al peso de la poblaci¨®n catalana en el total. Pero si uno se fija en la inversi¨®n que realiza y financia directamente el Estado, la que se prev¨¦ para Catalu?a es el 5,3% del total, y nos encontramos realmente ante un m¨ªnimo hist¨®rico. Adem¨¢s, en t¨¦rminos absolutos, la cifra no ha dejado de reducirse en los ¨²ltimos a?os. Desde luego, es preocupante que Catalu?a se halle ante un m¨ªnimo hist¨®rico de la inversi¨®n que realmente paga el Estado, y est¨¦ a la cola de todas las comunidades aut¨®nomas de r¨¦gimen com¨²n. ?ste es el resultado del modelo de inversiones de peaje que el Estado aplica en Catalu?a. Un modelo que, por otra parte, no implica una mejor dotaci¨®n comparativa de infraestructuras.

En este sentido, se puede sostener que la pol¨ªtica inversora del Estado es uno m¨¢s de los instrumentos que el Gobierno est¨¢ empleando al servicio de sus objetivos de recentralizaci¨®n del poder pol¨ªtico y del poder econ¨®mico. La forma en que se programan, se financian y se gestionan algunas infraestructuras clave para la conectividad internacional, como los aeropuertos, tambi¨¦n. Pero sobre esto volveremos en otra ocasi¨®n.

Germ¨¤ Bel es profesor de Pol¨ªtica Econ¨®mica de la Universidad de Barcelona y diputado del PSC