De las Torres Gemelas a las monta?as de Tora Bora
Cien d¨ªas de conmoci¨®n, miedo, choque cultural, debate pol¨ªtico, negociaciones, guerra y cambios
El 11 de septiembre de 2001, a las 8,48 de la ma?ana, hora de Nueva York, un Boeing 767 de American Airlines se estrell¨® contra la parte superior de una de las Torres Gemelas. Dieciocho minutos m¨¢s tarde, otro avi¨®n de United Airlines choca contra la segunda torre. A las 9,43, un tercer aparato de la misma compa?¨ªa arremete contra el edificio del Pent¨¢gono, en Washington. Un cuarto avi¨®n de American se desploma 27 minutos m¨¢s tarde sobre una zona rural de Pennsylvania. Tres atentados suicidas con aviones comerciales y un cuarto frustrado marcan una jornada tr¨¢gica de consecuencias a¨²n imprevisibles. Los primeros y apresurados c¨¢lculos hablan de 5.000 a 6.000 muertos. Los ¨²ltimos datos, a¨²n no definitivos, ajustan la cifra a algo m¨¢s de 3.000.
En la conmoci¨®n mundial que sigue a los atentados terroristas, el Gobierno de Estados Unidos recibe la solidaridad occidental y el apoyo de Rusia y China. El presidente George W. Bush, que hab¨ªa ganado un a?o antes unas disputadas elecciones a su adversario dem¨®crata Al Gore, se enfrenta a una situaci¨®n para la que nadie le ha preparado. Washington debe lanzar una ofensiva m¨²ltiple: reforzar las medidas de seguridad y frenar el p¨¢nico en la poblaci¨®n -disparado despu¨¦s por el ¨¢ntrax-, neutralizar el riesgo de crash en Wall Street y manejar una grave crisis econ¨®mica que ya hab¨ªa apuntado, revisar los errores de seguridad cometidos, abrir la investigaci¨®n de lo ocurrido, procesar la informaci¨®n de los servicios de seguridad sobre las redes terroristas, actuar contra sus fuentes de financiaci¨®n y construir una coalici¨®n internacional -con los pa¨ªses musulmanes, incendiados por Oriente Pr¨®ximo- para respaldar la acci¨®n militar de represalia por los atentados.
Los datos iniciales identifican a 19 terroristas suicidas de nacionalidades diversas con una referencia com¨²n: su relaci¨®n con la organizaci¨®n terrorista Al Qaeda, dirigida por el millonario de origen saud¨ª Osama Bin Laden, hu¨¦sped y patrocinador del r¨¦gimen integrista de los talibanes, basados en la poblaci¨®n de origen past¨²n, que tomaron el poder en Afganist¨¢n en 1996 y que ejercen una feroz dictadura. El 20 de septiembre, el presidente Bush re¨²ne al Congreso en sesi¨®n extraordinaria y declara 'la guerra contra el terrorismo'. Estados Unidos pide al Gobierno talib¨¢n de Kabul que le entregue a Bin Laden, al que hace responsable de los atentados. El r¨¦gimen talib¨¢n se niega.
El 7 de octubre se lanza la acci¨®n militar. Bombarderos y aviones de combate norteamericanos y brit¨¢nicos descargan sus ataques sobre los centros de poder de los talibanes. No hay combates terrestres, pero Estados Unidos y Rusia respaldan a la Alianza del Norte, formada por los grupos de oposici¨®n -tayikos, uzbekos y hazaras- y que ocupa una m¨ªnima parte de Afganist¨¢n. La tenaza funciona: la Alianza avanza y el r¨¦gimen talib¨¢n abandona Kabul el 13 de noviembre para refugiarse en su feudo de Kandahar, al sur. Mientras, y bajo los auspicios de la ONU, los afganos no talibanes pactan en Bonn, el 5 de diciembre, un Gobierno provisional de amplia representaci¨®n. Kandahar se entrega un d¨ªa despu¨¦s. Los seguidores de Bin Laden se refugian en las monta?as de Tora Bora, pero su resistencia acaba el pasado domingo. La acci¨®n militar concluye, pero la guerra contra el terrorismo -reitera Washington- contin¨²a.
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