'Con Gandalf me ha tocado el mejor de los magos'

Ian McKellen siempre se define como un actor que es homosexual o un homosexual que es actor. Es un detalle que levant¨® su revuelo cuando dio a conocer sus gustos sexuales en 1988, en medio de una campa?a brit¨¢nica contra la homosexualidad, pero es lo ¨²ltimo en lo que uno piensa al ver su obra, donde es, simplemente, un gran actor, versado en cine y teatro, con el sello de calidad que los brit¨¢nicos dan a Hollywood y un f¨ªsico que podr¨ªa haber hecho de ¨¦l un gal¨¢n, de no ser porque prefiri¨® los buenos papeles. 'Los de malo suelen ser mejores', apunta con picard¨ªa. El actor perfecto para dar, con su solera, el peso y la calidad que una historia de aventuras tan venerada como El se?or de los anillos necesita. 'Recibo adulaciones que quiz¨¢ no merezca. La gente me est¨¢ comparando en el papel de Gandalf con Alec Guinness en La guerra de las galaxias. Pero yo no tengo esa talla, no tengo 20 grandes pel¨ªculas a mis espaldas', rechaza disfrutando el piropo alguien que a los 62 a?os se parece f¨ªsicamente cada vez m¨¢s a otro gran actor brit¨¢nico como Peter O'Toole. 'Yo tengo Gods & Monsters... y Ricardo III... Apt Pupil... y X-Men. Eso hacen cuatro. Tal vez cuente para algo', a?ade bromista. A Peter Jackson, director de la nueva adaptaci¨®n a la pantalla de la obra de J. R. R.Tolkien, le pareci¨® m¨¢s que suficiente y la cr¨ªtica considera que ha hecho un perfecto retrato de este mago. 'Supongo que pod¨ªa haber escogido a Sean Connery o a Anthony Hopkins', divaga, 'pero tengo la suerte de que me escogi¨® a m¨ª'.

'Cuando a alguien le ofrecen papeles de anciano no viene mal un poco de juventud'

Pregunta. ?Detecto una cierta rivalidad en su tono?

Respuesta. Es lo que parece cuando llega el tiempo de los Oscar, cuando llega el tiempo de abrir sobres y todo se revuelve en torno a eso, aunque todos sepamos que no existe tal cosa como el mejor. Los premios son buenos porque captan la atenci¨®n del espectador a tu trabajo y eso es importante, porque no tendr¨ªa ning¨²n sentido ser un actor si nadie viene a verte. Pero, ?rivalidad? No.

P. ?Ni tan siquiera de otro mago popular como el de Richard Harris en Harry Potter y la piedra filosofal?

R. ?Por qu¨¦ iba a estar celoso? Richard ha tenido la fortuna de interpretar un papel interesante pero a m¨ª me ha tocado el mejor de los magos. Me ha tocado el mago en el que J. K.Rowling bas¨® su personaje. Gandalf es el verdadero mago, as¨ª que ser¨ªa una l¨¢stima sentir celos. Adem¨¢s, es un personaje que rejuvenece en la pel¨ªcula y, cuando a alguien le ofrecen tantos papeles de anciano como a m¨ª ¨²ltimamente, no viene mal un poco de juventud. Fue deprimente cuando me ofrecieron hacer de Dios. Uno no puede ser m¨¢s viejo que eso.

P. ?Le preocupa la edad?

R. No, porque nunca quise ser un actor por la celebridad. No me hubiera gustado verme atrapado en una carrera en la que el p¨²blico s¨®lo viniera a verme por mi f¨ªsico y que con los a?os hubiera tenido que luchar con cirug¨ªa est¨¦tica, tup¨¦, esas cosas. Me gustan las arrugas de mi rostro. Me gusta el hecho de que la experiencia se muestre con los a?os.

P. A juzgar por sus ¨²ltimos papeles, ya sea la trilog¨ªa de El se?or de los anillos o X-Men, no parece que la edad haya mermado su deseo de acci¨®n.

R. Est¨¢ hablando con un actor que ha hecho Hamlet. Al final de esa obra hay un duelo de diez minutos con Laertes que no tiene nada que envidiar a ninguna pel¨ªcula de acci¨®n. O Macbeth. Lo mismo. Tambi¨¦n he interpretado al capit¨¢n Garfio en el escenario. Intenta batirte contra un Peter Pan que tiene un tercio de tu edad, con tacones y desde el mascar¨®n de un barco. No me es ajena la noci¨®n de los personajes de acci¨®n.

P. La obra de Tolkien, el concepto de la lucha del bien contra el mal, parece tener una mayor resonancia a la vista de los ¨²ltimos acontecimientos pol¨ªticos.

R. El se?or de los anillos es ante todo una historia de aventuras. Claro que hay una coalici¨®n contra el enemigo, pero no se trata de grandes naciones, sino de un grupo peque?o y bastante pat¨¦tico en lucha contra el mayor de los males. Sin embargo, Tolkien escribi¨® la obra en medio de la Segunda Guerra Mundial, cuando su hijo estaba luchando en el norte de Europa, creo, y es f¨¢cil deducir que pens¨® en Hitler en m¨¢s de una ocasi¨®n cuando describ¨ªa al se?or de las tinieblas. Y tambi¨¦n es f¨¢cil encontrar paralelismos con la situaci¨®n actual. Eso es lo que hace esa historia grande, que va m¨¢s all¨¢, una historia moral que prevalecer¨¢ por encima de todas las ¨¦pocas. Un mito.

P. En la actualidad est¨¢ interpretando en los escenarios de Nueva York la obra teatral Dance of death. ?C¨®mo se vive la ciudad tras el 11 de septiembre?

R. Ese d¨ªa est¨¢bamos ensayando y decidimos seguir adelante para distraernos y sentirnos algo menos indefensos al estar juntos. Vimos con nerviosismo la reacci¨®n del p¨²blico, que hasta ese d¨ªa no dejaban de comprar entradas por adelantado y el 12 de septiembre se paraliz¨®. Pero hemos sobrevivido porque creo que existe una necesidad social de contar historias. En ocasiones, porque uno necesita distracci¨®n de los hechos diarios y en otras porque es necesario ponerlos en un contexto m¨¢s amplio. No es escapismo. Se trata de un mayor entendimiento de nuestra sociedad. Hay muchos que dicen que los actores s¨®lo se preocupan de satisfacer su ego, pero yo siempre he pensado que hay algo m¨¢s que eso y creo que los artistas neoyorquinos me han dado la raz¨®n estos ¨²ltimos meses.