Un 'gran cuadrito' de Isabel II
Lucian Freud retrata el mundo interior de la reina de Inglaterra
La inc¨®gnita se ha desvelado. Los mon¨¢rquicos brit¨¢nicos ya pueden respirar tranquilos. Llevaban a?os inquietos, posiblemente desvelados en sus sue?os con el ¨²ltimo proyecto del pintor Lucian Freud. El m¨¢s grande de los artistas figurativos contempor¨¢neos, con una tendencia a explayar su mirada en cuerpos desnudos, hab¨ªa fijado su objetivo en la reina Isabel y muchos se tem¨ªan un indignante resultado. El lienzo de Freud ofrece, en cambio, un retrato realista de la monarca absorta en sus pensamientos.
Freud atraviesa con frecuencia la piel de sus retratados hasta descubrir facetas ocultas de sus personalidades. Con Isabel II tambi¨¦n lo consigue. Captura a la reina en expresi¨®n seria, mirada alejada de la brocha y del espectador, sugiriendo un mundo interno repleto de preocupaciones. No cae en la adulaci¨®n ni la perspectiva favorece los rasgos f¨ªsicos de la modelo. Es simplemente un efectivo busto de una mujer desempe?ando su funci¨®n como jefa del Estado.
La reina pos¨® 76 sesiones para una obra que ha desatado opiniones encontradas en el Reino Unido
La reina porta en esta singular obra una diadema de diamantes, la misma que luce en las ceremonias de apertura del Parlamento brit¨¢nico y se reproduce en billetes y sellos postales. 'Quer¨ªa', ha se?alado Freud, 'hacer alguna referencia a la extraordinaria posici¨®n que ocupa, el hecho de que es reina'. Y fiel a su deseo de hacer 'un gran cuadrito', el retrato tan s¨®lo mide 23,5 por 15,2 cent¨ªmetros.
Algunas peticiones del artista requirieron negociaci¨®n. Entre ellas, la ubicaci¨®n y duraci¨®n de las sesiones preparatorias. Freud siempre lleva a los modelos a su estudio de Londres, donde posan horas interminables, de d¨ªa o de noche, durante tantos meses como considere necesario para concluir el trabajo. Ambas costumbres eran impensables con tan regia personalidad.
El palacio de Buckingham propuso unas dos sesiones, el artista demandaba tiempo ilimitado. El compromiso se zanj¨® seis a?os despu¨¦s de que el anterior secretario de la reina, lord Robert Fellowes, sugiriera la idea del retrato a este reconocido artista, que naci¨® en Berl¨ªn en diciembre de 1922 y lleg¨® a los 11 a?os como refugiado a Inglaterra. Freud ha rechazado otras propuestas de la realeza, en particular de la ya desaparecida princesa Diana, pero acept¨® el nuevo reto. Quiz¨¢ se vio empujado por la impresi¨®n que tuvo de la reina al recibir de sus manos dos condecoraciones, la Orden del M¨¦rito y Compa?ero de Honor. En su d¨ªa dijo sentirse 'muy honrado' con ambos reconocimientos.
Modelo y pintor se dieron cita en territorio parcialmente neutro, en un estudio de restauraci¨®n del palacio Saint James, la residencia oficial del pr¨ªncipe Carlos, a diferentes intervalos desde mayo de 2000 hasta este mismo mes. El n¨²mero estimado de sesiones que finalmente obtuvo Freud es de 76. No han trascendido, de momento, las impresiones de la reina sobre el lienzo, que no es un retrato oficial, sino un obsequio personal del pintor. Por su parte, Freud se siente 'bastante satisfecho', de acuerdo con su bi¨®grafo William Feaver.
El p¨²blico podr¨¢ observar el lienzo a partir del pr¨®ximo mayo en la exposici¨®n Tesoros Reales, que se organizar¨¢ en la Galer¨ªa de la Reina, en el palacio de Buckingham, como parte de los festejos del jubileo de Isabel II. Como adelanto, la casa real distribuy¨® una fotograf¨ªa de la obra el jueves a la prensa brit¨¢nica y ayer a los medios extranjeros. El veredicto de la cr¨ªtica, reporteros y expertos brit¨¢nicos no se ha hecho esperar.
Feaver lo considera el 'mejor y m¨¢s importante' retrato de una figura regia europea desde que Goya pint¨® a la familia real espa?ola, hace 200 a?os. Adrian Searle, cr¨ªtico de The Guardian, coincide en la valoraci¨®n y lo describe como un lienzo audaz que refleja 'experiencia'. Sir Hugh Roberts, director de la Colecci¨®n Real, lo califica de 'excepcional' y su hom¨®logo en la National Portrait Gallery, Charles Saumarez Smith, expresa cierta envidia de no poder sumarlo a la magn¨ªfica colecci¨®n de retratos de la pinoteca.
'Es una contribuci¨®n a la iconograf¨ªa regia que lleva a la reflexi¨®n y es psicol¨®gicamente penetrante. Estar¨ªamos encantados de exhibirlo en nuestra sede', defiende.
De otros sectores se escuchan gritos de alarma, m¨¢s que de admiraci¨®n. 'Un retrato extremadamente poco favorecedor, l¨²gubre y feo', adelanta The Telegraph en su editorial de ayer para hacer finalmente un balance relativamente positivo del trabajo. 'La expresi¨®n es de una soberana que no ha sufrido un ¨²nico a?o horrible, sino todos los de su reinado', escribe Richard Morrison en The Times.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.