La renuncia de Aznar
Se ve¨ªa venir. Por todas partes se reclamaba una verdadera conferencia de prensa de Aznar para que las cosas quedaran en su sitio, terminaran de una vez los sobreentendidos y los malentendidos y al fin los logros del Gobierno brillaran sin sombra alguna, referidos en directo por el presidente en persona. Pero tomada esta decisi¨®n de explicarse, cu¨¢nto mejor que una conferencia de prensa unas declaraciones como las publicadas el domingo, concedidas a Pedro Jos¨¦ acompa?ado por una cuadrilla a base de Casimiro Garc¨ªa Abadillo, Victoria Prego y Marisa Cruz. Si Aznar, como alguno de sus predecesores en La Moncloa, hubiera buscado el lucimiento f¨¢cil, habr¨ªa hecho una convocatoria abierta con un centenar de periodistas de cuyas preguntas hubiera podido escabullirse.
Pero nuestro presidente rehuye siempre el ventajismo, sabe crecerse con el ganado m¨¢s dif¨ªcil y, por eso, ha preferido encerrarse s¨®lo con los periodistas m¨¢s agresivos, con los que nunca le han pasado por alto los errores de su gesti¨®n, por m¨ªnimos que hayan sido. El resultado ha sido una entrevista de cuatro p¨¢ginas pr¨®digas en iluminaciones para los de a pie. Saben a poco. Los lectores esperaban nuevas entregas en d¨ªas sucesivos como en otras ocasiones y en caso contrario que vuelvan a publicarse todas las semanas hasta el congreso del PP. Hora es ya de entrar en el an¨¢lisis de contenido, pero antes merece la pena alguna observaci¨®n gramatical reveladora. Por ejemplo, las 45 veces que el presidente utiliza el promombre personal 'yo', a las que deben a?adirse las 20 en que se vale del 'm¨ª' y las 12 en que emplea el 'me', adem¨¢s de las 60 veces en que se sirve de un verbo en primera persona del singular. Otro, en su lugar, habr¨ªa optado por transferir responsabilidades. Aznar sabe que todas terminan en ¨¦l y que son intransferibles. Por eso mismo de su boca ni una sola vez se escapa el nombre de ninguno de sus colaboradores.
Es del mayor inter¨¦s tambi¨¦n seguir el itinerario de las preguntas formuladas al presidente a base de: el congreso del PP, el modelo de Estado, su renuncia a ser de nuevo candidato en las elecciones de 2004, el descarte confuso de la bicefalia Gobierno-partido, Marruecos, el concierto vasco, el papel de las comunidades aut¨®nomas en la UE, la colaboraci¨®n de Estados Unidos contra ETA, la dimisi¨®n de Redondo al frente de la ejecutiva del PSE-PSOE, los nuevos pa¨ªses a bombardear despu¨¦s de Afganist¨¢n, el problema israelo-palestino, las negras perspectivas de la econom¨ªa mundial, las luminosas perspectivas de la econom¨ªa espa?ola y la crisis de Argentina. Dir¨ªase que se han evitado s¨®lo los temas facilones, como el proceso de la LOU, el fen¨®meno de Gescartera -ejemplo para las futuras generaciones-, la intachable actitud del fiscal general del Estado como protector del ministro Piqu¨¦, los aciertos en el campo de la inmigraci¨®n, la devoluci¨®n a la Comisi¨®n Europea de las subvenciones del lino, adjudicada sin discusi¨®n al presidente Bono, la brillante gesti¨®n del asunto vacas locas, las nuevas aplicaciones extra¨ªdas de la Ley de Acompa?amiento a los Presupuestos Generales del Estado, el expeditivo sistema de despidos para los profesores de religi¨®n, la exenci¨®n de requisitos como la rendici¨®n de cuentas a las asociaciones dependientes de la Iglesia, adem¨¢s de las compensaciones financieras que con cargo a la recaudaci¨®n del IRPF compensar¨¢n las p¨¦rdidas del ec¨®nomo de la archidi¨®cesis de Valladolid y de otras almas tan c¨¢ndidas e irreprochables.
La lista podr¨ªa ampliarse con otras preguntas acerca del ¨¦xito en la recluta de soldados y marineros profesionales, de la par¨¢lisis del nuevo reglamento del Congreso de los Diputados, de la estancada ley de financiaci¨®n de los partidos pol¨ªticos, de la prometida dr¨¢stica disminuci¨®n de los gastos electorales, de la regulaci¨®n pendiente del sector p¨²blico audiovisual. Tambi¨¦n se han evitado otras cuestiones como la de los apagones -¨²ltima prueba del Espa?a va bien- o la de las privatizaciones que han puesto las empresas p¨²blicas a nombre de los privados del Gobierno evitando que alg¨²n d¨ªa fueran tomadas al asalto por los que todos tememos. Aznar con esta entrevista ofrece otra prueba de que inicia un camino hecho de renuncias. Y todav¨ªa habr¨¢ quien le niegue su reconocimiento. ?Qu¨¦ ingratitud!
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