Un 'bombero' devorado por el fuego

Domingo Cavallo, 54 a?os, originario de la provincia de C¨®rdoba (como Fernando de la R¨²a), casado y padre de tres hijos, doctor en Econom¨ªa por la Universidad de Harvard, admite sin rodeos el mayor fracaso de su vida. 'En realidad, hemos fracasado los argentinos en general al caer en una crisis tan profunda, y yo personalmente, como ministro de Econom¨ªa no he tenido ¨¦xito'.

Lleg¨® al Gobierno de la Alianza con la aureola de apagafuegos cultivada en la etapa del peronista Carlos Menem y una buena imagen internacional. Su primera misi¨®n de bombero fue en la presidencia del Banco Central, en plena dictadura militar, donde empez¨® a estatificar la deuda externa a base de un sistema de indexaci¨®n de los seguros de cambio con el aval del banco emisor. El resultado fue la reducci¨®n de la deuda privada y el aumento de la p¨²blica.

En 1991, Menem le nombr¨® superministro de Econom¨ªa, desde cuyo puesto puso en pie el plan de convertibilidad que fija el valor del peso al del d¨®lar. Acab¨® con la hiperinflaci¨®n, pero la pol¨ªtica monetaria qued¨® severamente maniatada.

Los electores le dieron la espalda en sus intentos de ser gobernador, presidente de la naci¨®n y jefe del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, al frente del peque?o Partido Acci¨®n por la Rep¨²blica. Sin embargo, mantuvo un notable prestigio, por lo que su amigo De la R¨²a recurri¨® a ¨¦l cuando Argentina estaba en el tercer a?o consecutivo de recesi¨®n y la deuda externa y el d¨¦ficit p¨²blico eran inmanejables.

Poderes especiales

El Congreso le otorg¨® poderes especiales, ensay¨® distintos planes econ¨®micos, recurri¨® y obtuvo distintos paquetes de ayuda internacional -'Argentina es el pa¨ªs campe¨®n del mundo en t¨¦rminos de asistencia de los organismos financieros multilaterales', dijo en una ocasi¨®n- e inici¨® una ambiciosa renegociaci¨®n de la deuda externa. Mantuvo hasta el ¨²ltimo d¨ªa su empecinamiento en no tocar la convertibilidad y evitar la suspensi¨®n de pagos. Fracas¨® y acab¨® devorado por las llamas del pavoroso incendio argentino.

Desde el d¨ªa de su dimisi¨®n ha hablado varias veces con el ex presidente. 'Somos amigos personales. Somos cordobeses, le conozco desde el a?o 1973, cuando ¨¦l fue elegido senador, y siempre hemos tenido una relaci¨®n de amistad personal. Y mi entrada al Gobierno fue tambi¨¦n una forma de ayudarlo como amigo, porque yo lo ve¨ªa lidiando con una crisis muy dif¨ªcil y, obviamente, con muy poco apoyo'. Ahora reconoce haber cometido 'miles de errores'. 'Todas las personas que asumimos responsabilidades en momentos muy dif¨ªciles probamos, y al probar soluciones cometemos errores'. Pero considera que hizo lo que deb¨ªa.