Euro e inflaci¨®n
Como es bien sabido, ma?ana, 1 de enero de 2002, comenzar¨¢ un periodo transitorio de dos meses tras el cual las monedas nacionales de los 12 pa¨ªses de la Zona Euro desaparecer¨¢n, dando lugar a que los precios de todas estas econom¨ªas queden establecidos ¨²nicamente en euros. Aunque la conversi¨®n de cada uno de los precios de los distintos art¨ªculos de consumo de moneda nacional a euros no tiene por qu¨¦ tener un efecto apreciable sobre el nivel general de precios, algunos analistas han venido indicando que podr¨ªa producirse una revisi¨®n de precios coincidiendo con este proceso de redondeo que s¨ª podr¨ªa tener un impacto significativo sobre la inflaci¨®n.
En efecto, dado que el paso de pesetas a euros nos obligar¨¢ a volver a utilizar c¨¦ntimos, cabe la posibilidad de comportamientos estrat¨¦gicos por parte de las empresas para fijar los nuevos precios a unos niveles que resulten m¨¢s atractivos, redonde¨¢ndolos hacia la unidad de euro m¨¢s pr¨®xima. Estos comportamientos se justificar¨ªan tanto por razones de eficacia desde el punto de vista comercial (al reducir el n¨²mero de monedas utilizadas se facilitar¨ªan las transacciones), como por el af¨¢n de establecer precios psicol¨®gicos que producen la sensaci¨®n de ser m¨¢s reducidos que lo que efectivamente son (el caso de los actuales 1.995 pesetas frente a 2.000).
Con el fin de evaluar cu¨¢l podr¨ªa ser la magnitud del efecto de este redondeo sobre la inflaci¨®n espa?ola, en diciembre de 2000 simulamos en la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada sus efectos a partir del ¨ªndice de precios de consumo (IPC), al no poder disponer de datos sobre los precios individuales en pesetas de los art¨ªculos que forman la cesta de consumo del IPC, dado que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) no ofrece esta informaci¨®n a los investigadores. En las simulaciones, consideramos tanto el caso de que dicho redondeo se llevase a cabo de una forma estricta, como el caso de alg¨²n tipo alternativo de redondeo al alza por parte de los agentes econ¨®micos.
Los resultados de nuestras simulaciones sugieren que el impacto sobre la inflaci¨®n medida por el IPC ser¨ªa insignificante si todos los agentes realizasen de forma estricta la conversi¨®n de los precios de pesetas a euros. Sin embargo, si se efect¨²a un redondeo menos estricto con el fin de evitar precios con decimales de dif¨ªcil gesti¨®n, la introducci¨®n f¨ªsica del euro podr¨ªa dar lugar a un incremento en la tasa de inflaci¨®n mensual de alrededor de 4 d¨¦cimas.
Recientemente, un trabajo del Servicio de Estudios del Banco de Espa?a, a partir de un conjunto muy amplio de precios individuales distribuidos por una empresa representativa del sector de grandes superficies y de una muestra relativamente menor de precios recopilados por el Ministerio de Econom¨ªa, llega a conclusiones similares: efectos sobre el IPC muy reducidos cuando el redondeo se aplica de forma estricta e incremento de 4 d¨¦cimas en el supuesto de ajustes al alza buscando precios atractivos.
Al esperar una mayor atenci¨®n por parte de las autoridades y del p¨²blico en general sobre los procesos de conversi¨®n de precios en torno al 1 de enero de 2002, lo m¨¢s probable es que las empresas lleven ya un cierto tiempo realizando revisiones alcistas de precios para su adaptaci¨®n al euro. En efecto, la evidencia anecd¨®tica acumulada en supermercados, quioscos de prensa, bares o restaurantes (donde empieza a ser habitual encontrarse son precios 'extra?os' en pesetas pero sospechosamente redondos en euros), parece indicar que este tipo de comportamientos alcistas en el redondeo se vendr¨ªa ya produciendo desde hace unos meses, por lo que cabr¨ªa esperar que su efecto sobre los precios se haya empezado a manifestar gradualmente a lo largo de los ¨²ltimos datos del IPC y que, por consiguiente, no repercuta tan dr¨¢sticamente sobre el dato de inflaci¨®n el pr¨®ximo enero.
Por otra parte, es preocupante constatar que tambi¨¦n en el ¨¢mbito de las administraciones p¨²blicas se han observado varios casos de subidas de precios hasta cifras 'redondas', aun cuando ¨¦stas han suscrito el c¨®digo de buenas pr¨¢cticas por el que se comprometen a realizar el redondeo estrictamente, seg¨²n las normas establecidas. Cabe se?alar a este respecto los ejemplos recientes del precio del billete combinado para metro y autob¨²s que pasar¨¢ a costar 5 euros exactos el 1 de enero en la Comunidad de Madrid (una subida de m¨¢s del 9%) o la fijaci¨®n de precios 'redondos' en los sellos de Correos en euros (0,25 y 0,50 euros, lo que supone una subida de hasta el 10%).
Afortunadamente, este fen¨®meno alcista habr¨ªa coincidido en el tiempo con un comportamiento favorable en los precios de otros componentes del ¨ªndice (como puede ser los precios energ¨¦ticos), dando lugar a una moderaci¨®n en la inflaci¨®n anual en los ¨²ltimos meses. En este sentido, la resistencia a la baja observada en la inflaci¨®n subyacente (la tasa que mide la inflaci¨®n descontando los precios de los alimentos frescos y la energ¨ªa) podr¨ªa estar recogiendo parte de este efecto alcista derivado de la revisi¨®n de precios ante la conversi¨®n a euros, que podr¨ªa haberse visto reforzada por una demanda sobrevenida por la regularizaci¨®n de dinero opaco antes de la entrada en vigor de la nueva moneda (que el BBVA estima en unos 1,8 billones de pesetas en el a?o en curso).
De ser cierta esta hip¨®tesis, ser¨ªa particularmente preocupante el efecto nocivo que estas pr¨¢cticas alcistas estar¨ªan generando en el diferencial de inflaci¨®n con nuestros socios de la Zona Euro, que viene aumentando precisamente en el componente de bienes, por lo que estar¨ªa plenamente justificado el reforzamiento de la vigilancia, tanto por parte de las autoridades econ¨®micas como por las asociaciones de consumidores, en el proceso de culminaci¨®n de la transici¨®n hacia el euro. A este respecto, ser¨ªa deseable que las administraciones p¨²blicas desempe?asen un papel ejemplificador, realizando un redondeo hacia la baja en la fijaci¨®n de precios que son de su responsabilidad. Por ¨²ltimo, se pondr¨ªa de manifiesto una vez m¨¢s la necesidad de acometer las reformas en mercados y procesos de formaci¨®n de precios que reiteradamente se vienen reclamando desde distintas tribunas nacionales e internacionales, con el fin de crear el entorno adecuado para el mantenimiento de la estabilidad macroecon¨®mica y de la competitividad de la econom¨ªa.
Sim¨®n Sosvilla y Mario Izquierdo son economistas de la Fundaci¨®n de Estudios de Econom¨ªa Aplicada (FEDEA).
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