El mayor pulso pol¨ªtico del PNV al Estado

El dinero no es el problema. Tras m¨¢s de diez meses de negociaciones, 30 reuniones e incontables cruces de documentos a trav¨¦s del fax, los Gobiernos central y vasco acordaron m¨¢s de 70 mejoras t¨¦cnicas para el nuevo Concierto, el instrumento que regula las singulares relaciones financieras y fiscales de Euskadi con el Estado. Sin embargo, la negociaci¨®n acab¨® rota y en un callej¨®n sin salida. La ruptura ha hecho que la distancia entre el lehendakari Ibarretxe y el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, parezca hoy m¨¢s insalvable que nunca.

A las cuatro de la tarde del pasado 27 de diciembre se inici¨® en el Ministerio de Hacienda una reuni¨®n de siete horas en la que el dinero fue lo menos importante. Los colaboradores del ministro de Hacienda, Crist¨®bal Montoro, cuentan que la vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, plante¨® siete discrepancias para el acuerdo definitivo. Y Montoro fue aceptando una a una, ante la expectaci¨®n de los tres presidentes de las diputaciones forales testigos de la reuni¨®n. Seis de las siete diferencias que imped¨ªan el pacto abordaban cuestiones econ¨®micas y fiscales. El ministro las encaj¨® sin pesta?ear, seg¨²n cuentan los altos cargos de Hacienda presentes en la cita. Entre otros aspectos relevantes, Montoro acept¨® no cambiar el sistema de financiaci¨®n de la Ertzaintza y asumi¨® incluso la cifra del Cupo (la aportaci¨®n anual al Estado por los servicios y funciones que ¨¦ste sigue desarrollando) que propon¨ªa pagar el Gobierno vasco: 181.000 millones de pesetas en 2002, siete mil millones menos de los que ped¨ªa hasta ese momento el ministro de Hacienda. Los millones nunca fueron importantes.

La ruptura hace que la distancia entre Aznar e Ibarretxe parezca m¨¢s insalvable que nunca

Si el Pa¨ªs Vasco no paga el Cupo, el Gobierno central posee numerosos recursos para actuar

A las ocho de la tarde se hizo un receso de diez minutos a petici¨®n de la delegaci¨®n vasca. Zenarruzabeitia us¨® el intermedio para evacuar consultas y en esas pr¨¢cticas se gastaron otras dos horas. A la vuelta continu¨® la negociaci¨®n y en la s¨¦ptima discrepancia todo volvi¨® al inicio y el acuerdo se esfum¨® a las once de la noche. El Gobierno de Ibarretxe (PNV-EA-IU)pretende tener voz propia en los consejos de ministros de la Uni¨®n Europea cuando se hable de cuestiones fiscales que afecten a su Concierto Econ¨®mico y ha convertido ese objetivo en la pieza clave de la negociaci¨®n. Montoro, seg¨²n explican sus colaboradores, plante¨® una salida al conflicto al aceptar la presencia de Euskadi en la UE al estilo canario. En cierta ocasi¨®n un consejero canario acudi¨® dentro de la delegaci¨®n espa?ola en unas negociaciones sobre el pl¨¢tano.

La representaci¨®n vasca asegura que Montoro falsea la realidad y que ni siquiera les hicieron planteamientos de esa ¨ªndole sobre la presencia en los ¨®rganos de la UE.

El Concierto Econ¨®mico, recuperado el 1 de enero de 1981 por las tres diputaciones forales del Pa¨ªs Vasco (?lava, Guip¨²zcoa y Vizcaya) permite a sus haciendas recaudar los impuestos -casi 1,3 billones de pesetas el ¨²ltimo a?o- y distribuirlos internamente con una gran autonom¨ªa. Una parte de los ingresos -174.000 millones de pesetas en 2001-, la devuelven a la Administraci¨®n central a trav¨¦s del denominado Cupo, que sufragar¨ªa el coste de los servicios que presta el Estado en Euskadi.

El Cupo para 2002, prorrogado del a?o anterior, ha sido el resorte utilizado por Ibarretxe para tensar la cuerda de sus relaciones con el Gobierno central. El Ejecutivo vasco ofreci¨® pagar a la Administraci¨®n central hasta 181.000 millones de pesetas en las negociaciones del nuevo Concierto y de la ley Quinquenal del Cupo. Pero, en respuesta a la pr¨®rroga del actual Concierto impulsada por el Gobierno del PP, y que el Ejecutivo considera inaceptable por 'unilateral', Ibarretxe hizo sus propios c¨¢lculos y anunci¨® que s¨®lo pagar¨ªa 151.000 millones, 23.000 millones menos de los que Hacienda ha calculado e incorporado a los Presupuestos. Y comunic¨® solemne que no se sent¨ªa representado por el Gobierno central en las instituciones europeas.

En el Ministerio de Hacienda no se f¨ªan de las verdaderas intenciones del Gobierno vasco cuando el d¨ªa 30 de diciembre la misma vicelehendakari envi¨® un nuevo escrito con los puntos ya pactados, aunque retocados. En ese documento Zenarruzabeitia aceptaba sacar del Concierto la cuesti¨®n de la participaci¨®n vasca en los foros de la UE, pero lo condicionaba a que en el plazo de seis meses se diera satisfacci¨®n a esa demanda en una negociaci¨®n bilateral que rechaza el Gobierno del PP.

Montoro cree que la amenaza de Ibarretxe de pagar menos Cupo del asignado en los Presupuestos del Estado es una mera 'pose pol¨ªtica'. El ministro prefiere no avivar el enfrentamiento y se limita a recordar que hay todo un a?o por delante para renegociar tanto el Concierto como la ley del Cupo, que s¨ª contempla la pr¨®rroga.

Sus principales colaboradores se han mostrado igual de seguros de que Ibarretxe acabar¨¢ pagando todo el Cupo (174.000 millones y nos los 151.000 que ¨¦l calcul¨®) porque as¨ª lo exige la ley. Y recuerdan que, si no lo pagara (el primer plazo es en mayo), la Administraci¨®n central tiene m¨²ltiples mecanismos para actuar y, adem¨¢s, maneja un diferencial econ¨®mico a su favor en obras, inversiones y fondos europeos que dejan en 'una propina' los 23.000 millones que se regatean.

Las administraciones vasca y central han llegado as¨ª a un callej¨®n sin salida en las negociaciones para acordar un Concierto Econ¨®mico de duraci¨®n indefinida, en sustituci¨®n del anterior que ten¨ªa vigencia hasta el pasado 31 de diciembre. La condici¨®n pol¨ªtica del Gobierno nacionalista de Juan Jos¨¦ Ibarretxe de tener voz propia en la Uni¨®n Europea en cuestiones fiscales y el rechazo frontal del Gobierno del PP a aceptar una aspiraci¨®n que considera 'rupturista' ha dado lugar al choque institucional m¨¢s serio que se registra en las ya deterioradas relaciones entre Vitoria y Madrid. Y ello con el agravante de producirse sobre una instituci¨®n, el Concierto Econ¨®mico, que es uno de los pocos puntos de encuentro de nacionalistas y no nacionalistas.