Jaur¨ªas en la nieve
Sierra Nevada ofrece la posibilidad de dar paseos en trineos tirados por perros
Olfatean el peligro, se orientan en la niebla, prev¨¦n desprendimientos del terreno con s¨®lo pisarlo y resisten temperaturas de -40? con toda normalidad. Son el mejor amigo del hombre en la alta monta?a. Los perros n¨®rdicos prestan sus servicios tambi¨¦n en el sur de Europa, en Sierra Nevada, donde se oferta a los visitantes la posibilidad de dar paseos por las zonas m¨¢s elevadas de la estaci¨®n invernal sin necesidad de esquiar, subidos en trineos de los que tira una jaur¨ªa de perros adiestrados especialmente para ello.
Con el ¨²nico sonido de una docena de perros corriendo y la voz de su entrenador grit¨¢ndoles en un extra?o idioma, el turista vive la experiencia de recorrer las silenciosas monta?as y de disfrutar de los paisajes m¨¢s impresionantes en un trayecto que recuerda la vida de los esquimales.
En un d¨ªa soleado los paseos pueden ser deslumbrantes, pero si las condiciones meteorol¨®gicas no acompa?an o si aparece la niebla, tan com¨²n en la alta monta?a, estos perros son capaces de salir airosos y el humano no tiene m¨¢s que confiar en el instinto canino del que ¨¦l carece.
El entrenador dirige a los perros con comandos pronunciados en lap¨®n, el idioma de la zona sueca de donde llegaron a Sierra Nevada los primeros perros destinados a ofrecer este servicio de trineos. Tambi¨¦n tiene un freno de pie con el que los puede parar en caso de emergencia. Si bien son los perros los que en ocasiones deciden cu¨¢l es el camino m¨¢s seguro, las ¨®rdenes de los entrenadores se dirigen especialmente a los perros gu¨ªa, los que encabezan la ristra de animales. ?stos, que son los m¨¢s atentos e intuitivos, suelen ser alaskanes, como Pimpinela, que lleva siete a?os tirando de trineos en Sierra Nevada. Esta gu¨ªa experta y su compa?ero, un zorro, marcan el rumbo de otros 10 perros, groenlandeses o malamutes, que son m¨¢s fuertes y se colocan atr¨¢s, m¨¢s cerca del trineo.
Intuici¨®n y fuerza se mezclan en este grupo de animales que comienzan a trabajar como tiradores de trineos con un a?o de vida aproximadamente. No hay entrenamiento previo, sino que se ponen en el arrastre desde el primer d¨ªa en compa?¨ªa de otro perro m¨¢s experto. La empresa que ofrece este servicio en Sierra Nevada tiene 98 perros en la estaci¨®n de esqu¨ª. Viven con sus seis entrenadores, que tienen un refugio situado a gran altura, donde a veces se llega a los 20 o 30 grados bajo cero de temperatura. Sus condiciones de vida son muy duras, porque en este lugar, al margen de una chimenea, carecen de otro tipo de calefacci¨®n o de agua caliente para ducharse. Alicia, una de las entrenadoras, explica que 'en este lugar a veces te sientes una privilegiada y otras veces experimentas la soledad'. Ella misma dice que esto es una 'gran vocaci¨®n' que comparten con los propios perros, deseosos de hacer su trabajo cada ma?ana.
De la necesidad al recreo
Para el visitante de Sierra Nevada o de cualquier otra estaci¨®n invernal, los trineos tirados por perros son un aliciente m¨¢s para sus ratos de ocio, un pasatiempo un tanto ex¨®tico que permite el contacto directo con la naturaleza. Pero hace decenas de miles de a?os, estos perros salvaban las vidas de los hombres. Los inuit trataban a sus perros de un modo muy especial y es comprensible si se tiene en cuenta que estos animales les proporcionaban los elementos imprescindibles para sobrevivir en Alaska, e incluso en per¨ªodos de carest¨ªa absoluta les serv¨ªan de alimento. En su camino desde Asia hasta el norte del continente americano, los hombres llevaron consigo a sus perros, que luego, en contacto con el lobo polar, se convirtieron en lo que hoy se conoce como perros n¨®rdicos. En condiciones de vida inhumanas, con temperaturas de 40 grados bajo cero, con tierras, costas y r¨ªos helados durante la mayor parte del a?o, con una vegetaci¨®n escasa o inexistente, aquellos pobladores hicieron de los perros su principal medio de subsistencia, pues les llevaban hasta los lugares de caza y pesca, serv¨ªan para transportar mercanc¨ªas, como v¨ªveres o madera, y olfateaban la pista de animales que pod¨ªan servir de alimento. Incluso participaban en la caza del oso polar. La utilizaci¨®n de estos animales para arrastrar trineos, tan com¨²n en tierras n¨®rdicas de todos los continentes, no es tradicional en Espa?a, aunque desde hace unos a?os se ha incorporado como entretenimiento y aliciente tur¨ªstico, sobre todo en las estaciones de esqu¨ª. Incluso se ha comenzado a participar en competiciones deportivas de esta modalidad. En Sierra Nevada, la empresa Aventura Polar comenz¨® este servicio hace cerca de siete a?os y desde entonces aumenta el n¨²mero de perros cada a?o. Durante los veranos, cuando los trineos no se pueden deslizar por la nieve, estos animales no tienen vacaciones. Se utilizan para ofrecer paseos en bicicleta tirados por perros.
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