Ca?ete advierte de que si Espa?a fracasa en la negociaci¨®n agr¨ªcola no habr¨¢ ampliaci¨®n en 2004

La presidencia espa?ola en la Uni¨®n Europea tiene un hueso dif¨ªcil de roer: la negociaci¨®n con los pa¨ªses candidatos sobre el cap¨ªtulo agr¨ªcola. El ministro espa?ol de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, advirti¨® ayer ante el Parlamento Europeo de que si durante los pr¨®ximos seis meses no se cierra un acuerdo 'no habr¨¢ ampliaci¨®n en 2004'. La consolidaci¨®n del modelo agr¨ªcola europeo, recuperar la confianza del consumidor y el desarrollo rural son las otras tres prioridades en el Consejo de Agricultura.

Espa?a afronta el semestre al frente de la UE en un a?o vital para el futuro del sector agr¨ªcola europeo. Lo prioritario es cerrar los puntos m¨¢s dif¨ªciles del cap¨ªtulo agr¨ªcola de la ampliaci¨®n -junto al de fondos estructurales y las perspectivas financieras- para que puedan llevarse a cabo las primeras adhesiones en 2004.

Miguel Arias Ca?ete jug¨® ayer en casa. Como presidente en ejercicio del Consejo de Agricultura present¨® ante la Comisi¨®n de Agricultura del Parlamento Europeo -en la que ha participado durante a?os como eurodiputado- el programa de trabajo que se ha fijado Espa?a hasta finales de junio y que se sustenta sobre cuatro pilares. El primero y m¨¢s dif¨ªcil es la negociaci¨®n con los candidatos. Espa?a pretende cerrar un acuerdo aceptado por los Quince y por todos los pa¨ªses candidatos (12 del centro y el Este de Europa) en los aspectos que a¨²n quedan abiertos del cap¨ªtulo agr¨ªcola, al margen de los procesos electorales en Alemania y Francia.

En cuanto al modelo agr¨ªcola, la presidencia espa?ola avanzar¨¢ en los trabajos para consolidar el modelo de agricultura europeo establecido en la Agenda 2000. El Gobierno espa?ol quiere tambi¨¦n lanzar, coincidiendo con la reuni¨®n informal de ministros de Agricultura en Murcia, un debate sobre el futuro del medio rural en la UE. La seguridad alimentaria ser¨¢ otro de los aspectos centrales de la presidencia espa?ola, que intentar¨¢ recuperar la confianza de los consumidores en los sistemas de producci¨®n agr¨ªcola europeos, que se ha visto seriamente da?ada por las recientes crisis alimentarias.