El Consejo Econ¨®mico y Social critica la insuficiencia econ¨®mica del II Plan sobre Drogas

El esp¨ªritu del nuevo plan andaluz sobre drogas es m¨¢s ambicioso que el anterior al incorporar la lucha contra nuevas adicciones, como la de los juegos de azar, o las tendencias abusivas en el consumo de alcohol y tabaco de los j¨®venes. El borrador del documento elaborado por la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales, sin embargo, ha recibido severas cr¨ªticas del Consejo Econ¨®mico y Social (CES) por 'olvidar' las adicciones relacionadas con las nuevas tecnolog¨ªas (Internet o l¨ªneas er¨®ticas) y su insuficiencia presupuestaria, al menos para 2002. En su dictamen, el CES aprecia una 'falta de concreci¨®n' y 'grandes desigualdades territoriales' en el presupuesto de 42,16 millones de euros (7.015 millones de pesetas para el 2002).

El dictamen del Consejo Econ¨®mico y Social (CES), un ¨®rgano consultivo de la Administraci¨®n auton¨®mica donde est¨¢n representados empresarios, sindicatos y otros agentes sociales, sobre el borrador del II Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones resulta especialmente cr¨ªtico a la hora de enjuiciar su dotaci¨®n econ¨®mica, en el primero de sus cinco a?os de aplicaci¨®n (el plan abarca el periodo desde el 2002 hasta el 2007).

Pero tampoco el contenido del documento se salva de las recriminaciones. Para el CES, el borrador elaborado por la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales 'olvida en parte el problema de las adicciones de las llamadas drogas legales as¨ª como las nuevas adicciones que se empiezan a detectar como consecuencia del mal uso de las nuevas tecnolog¨ªas'.

Entre otras cita la adicci¨®n a Internet, a las l¨ªneas er¨®ticas o party-line que, a juicio del CES, comienzan a tener una 'incipiente' repercusi¨®n social que requieren la puesta en marcha de mecanismos de prevenci¨®n.

En relaci¨®n con el presupuesto previsto para 2002, que alcanza los 42,16 millones de euros (7.015 millones de pesetas), el ¨®rgano consultivo considera que resulta insuficiente 'para afrontar con amplitud un problema de la gravedad del que nos ocupa', adem¨¢s de censurar la falta de concreci¨®n sobre el destino de cada partida y las 'grandes desigualdades territoriales' del presupuesto, aunque en su dictamen reconoce que el desconocimiento sobre los criterios impide cotejar 'si existe o no una justa distribuci¨®n'.

En la memoria econ¨®mica para el ejercicio del 2002, la Consejer¨ªa de Asuntos Sociales establece un presupuesto total de 42,16 millones de euros, que se desglosan en las partidas destinadas a la prevenci¨®n, con 7,82 millones de euros (1.301 millones de pesetas), la atenci¨®n sociosanitaria, con 21,93 millones de euros (3.649 de pesetas), la incorporaci¨®n social, 8,66 millones de euros (1.441 de pesetas), la formaci¨®n e investigaci¨®n, con 2,77 millones de euros (461 de pesetas) y un cap¨ªtulo de obras e inversiones con casi un mill¨®n de euros (160 millones de pesetas).

Prevenci¨®n escolar

Entre otras precisiones cr¨ªticas del CES, que considera conveniente la puesta en marcha del nuevo plan, figuran la diferencia presupuestaria entre las comunidades terap¨¦uticas p¨²blicas, que reciben peque?as partidas, y las concertadas, adem¨¢s de la escasa dotaci¨®n para la prevenci¨®n en el medio escolar con tan s¨®lo 24.040 euros (cuatro millones de pesetas).

El II Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones pretende perfeccionar los recursos ya existentes y abordar los cambios generados en materia de drogas, seg¨²n el borrador analizado por el CES. Su esp¨ªritu es m¨¢s abierto y ambicioso que el anterior plan, al incorporar nuevas adicciones e impulsar medidas dirigidas a reducir riesgos y da?os relacionados con el consumo de drogas.

Otro de los aspectos sobre los que incidir¨¢ son los nuevos patrones de abuso de alcohol y tabaco entre los j¨®venes, con el objetivo de evitar que 'los consumos espor¨¢dicos puedan convertirse en drogodependencias'. Una de las medidas contempladas para ello es el fomento de la figura de los educadores de calle.

Dentro de la prevenci¨®n, el borrador propone acuerdos en el ¨¢mbito laboral para incluir en los convenios colectivos medidas para favorecer la rehabilitaci¨®n de drogodependientes y garant¨ªas de que los trabajadores no perder¨¢n su puesto de trabajo. Adem¨¢s, se contemplan programas de sensibilizaci¨®n para animar a las empresas a aceptar drogodependientes como medio de favorecer su inclusi¨®n social. El documento tambi¨¦n dedica especial atenci¨®n a los reclusos con problemas de drogodependencias y defiende medidas alternativas a la prisi¨®n en algunos casos.