'La gen¨®mica ha revolucionado la b¨²squeda de nuevos f¨¢rmacos'
Un f¨¢rmaco es algo as¨ª como una pieza musical compleja. Para dar con uno nuevo se precisa una multitud de agentes, cada vez m¨¢s inteligentes, que deben comportarse como una orquesta sinf¨®nica, en la que cada instrumento es esencial. De este modo concibe Paul L. Herrling, director general de investigaci¨®n de Novartis, el proceso que gu¨ªa el descubrimiento de nuevas sustancias de inter¨¦s terap¨¦utico. En su opini¨®n, la gen¨®mica ha revolucionado ese proceso en los laboratorios de todas las compa?¨ªas farmac¨¦uticas. En la suya, el primer resultado es un f¨¢rmaco de dise?o revolucionario para un tipo que leucemia que act¨²a de forma muy selectiva y que fue noticia de primera plana el a?o pasado. Herrling estuvo recientemente en Barcelona invitado por el ayuntamiento.
'La Universidad y las peque?as empresas son parte del modelo integrado de la ciencia'
'Empleamos robots, nanotecnolog¨ªa o inform¨¢tica para acelerar la evaluaci¨®n'
Pregunta. Todas las compa?¨ªas farmac¨¦uticas han tenido que adaptarse a los nuevos aires que corren en biomedicina. ?Novartis tambi¨¦n?
Respuesta. La irrupci¨®n de la gen¨®mica ha provocado una enorme cantidad de conocimiento que nos ha obligado a replantearnos d¨®nde y en qu¨¦ invertir. Fruto de esta revoluci¨®n en biolog¨ªa han surgido grupos dedicados a la secuenciaci¨®n de genomas o a la vinculaci¨®n de genes a enfermedades. En nuestro caso, decidimos hace ya un tiempo tratar de entender la funci¨®n de los genes y establecer asociaciones con grupos de enfermedades.
P. ?Qu¨¦ lecciones pueden extraerse del conocimiento de la funci¨®n de un gen?
R. Entre una alteraci¨®n particular de un gen y una enfermedad hay una larga cascada de reacciones biol¨®gicas. La funci¨®n de un gen nos permite entender los distintos pasos que median entre un extremo y otro, cu¨¢les son sus caracter¨ªsticas y por qu¨¦ en algunos casos desemboca en una patolog¨ªa en lugar de en una funci¨®n biol¨®gica normal.
P. La funci¨®n de los genes remite inevitablemente a las prote¨ªnas.
R. Si alguien quiere entender la funci¨®n de un gen y su vinculaci¨®n a una enfermedad, tiene que entender el producto de los genes, y eso son las prote¨ªnas. Por otra parte, las dianas terap¨¦uticas de la mayor¨ªa de f¨¢rmacos que usamos son prote¨ªnas. Por tanto, si uno quiere explotar el conocimiento del genoma para terapias debe entender las prote¨ªnas. Eso es la prote¨®mica.
P. ?Cu¨¢les son los genes que m¨¢s interesan a Novartis?
R. No conocemos todav¨ªa los genes pero s¨ª las enfermedades que m¨¢s nos preocupan: c¨¢ncer, Alzheimer, enfermedades psiqui¨¢tricas como la depresi¨®n y la ansiedad, metab¨®licas como la diabetes, del hueso como osteoporosis y artritis; y respiratorias. Asimismo, iniciamos una nueva l¨ªnea de enfermedades infecciosas.
P. En su mayor parte coinciden con otras grandes compa?¨ªas. ?Quiz¨¢ porque son las m¨¢s rentables?
R. En conjunto, son las enfermedades que afectan a un mayor n¨²mero de personas en el mundo desarrollado, de donde han desaparecido las infecciones. La excepci¨®n es el sida o la resistencia a antibi¨®ticos. Muchas de ellas est¨¢n vinculadas a la mayor expectativa de vida o al envejecimiento.
P. S¨ª, pero...
R. De acuerdo. Muchos se preguntan qui¨¦n va a hacerse cargo de las enfermedades del mundo en desarrollo. Tradicionalmente, nadie lo ha hecho porque, simplemente, nadie estaba dispuesto a pagar por ello. Y eso es importante porque el desarrollo de cualquier f¨¢rmaco supone una inversi¨®n multimillonaria que debe recuperarse de alg¨²n modo. No obstante, entre las compa?¨ªas farmac¨¦uticas est¨¢ creciendo el inter¨¦s por contribuir al conocimiento de estas enfermedades. Novartis ha optado por la creaci¨®n de un instituto de investigaci¨®n centrado en la b¨²squeda de f¨¢rmacos contra el dengue y de nuevos antibi¨®ticos para la tuberculosis. Decidimos crearlo en Singapur porque para hacer buena investigaci¨®n se necesitan infraestructuras y buenos cient¨ªficos, algo imposible de conseguir en un pa¨ªs pobre. Singapur ofrece esa posibilidad y, adem¨¢s, est¨¢ cerca de los pacientes potenciales. Es una buena combinaci¨®n.
P. ?De qu¨¦ modo el conocimiento de los genes est¨¢ favoreciendo la investigaci¨®n de nuevos f¨¢rmacos?
R. De entrada, ha cambiado el modo de investigar. Hasta hace poco todos trabaj¨¢bamos con unas pocas dianas terap¨¦uticas, 500 a lo sumo. Gracias al genoma humano hoy podemos trabajar con decenas de miles, con lo que nos hemos visto obligados a industrializar el proceso que lleva al descubrimiento de nuevos f¨¢rmacos. Empleamos robots, nanotecnolog¨ªa o inform¨¢tica para acelerar la evaluaci¨®n de las dianas. Nos hemos convertido en una especie de factor¨ªa.
P. ?Cambia ese aspecto el perfil de los investigadores?
R.La generaci¨®n de datos automatizada implica cantidades enormes de informaci¨®n. Para evaluarla hay que utilizar herramientas inform¨¢ticas pero, como siempre, hay que ser muy cuidadoso en el dise?o del experimento y en la interpretaci¨®n de los resultados. Para ello se necesitar¨¢n muchos cient¨ªficos, s¨®lo que deber¨¢n ser m¨¢s inteligentes para no quedar atrapados en la mara?a de datos.
P. Por lo que se est¨¢ viendo, no s¨®lo m¨¢s cient¨ªficos, sino tambi¨¦n una extensa red de colaboradores en forma de peque?as empresas. ?Tambi¨¦n en el caso de Novartis?
R. Por supuesto. En los ¨²ltimos a?os han aparecido much¨ªsimas empresas biotecnol¨®gicas que se han especializado en ¨¢reas espec¨ªficas de la investigaci¨®n. En su mayor¨ªa son demasiado peque?as como para tocar una pieza compleja ellas solas, pero son esenciales para el resultado final. Son como los instrumentos de una gran orquesta. Lo mismo pasa con la Universidad. Ambos mundos representan partes del modelo de integraci¨®n que rige la ciencia actual.
P. ?Es de ese modelo de donde surge Gleevec? La revista Science lo describ¨ªa en su resumen del a?o 2001 como un nuevo concepto de f¨¢rmaco.
R. Gleevec, por encima de los resultados que ha alcanzado, representa un concepto, una nueva aproximaci¨®n al dise?o de f¨¢rmacos. La clave de su ¨¦xito es que se basa en el conocimiento de un gen espec¨ªfico y en su asociaci¨®n a un fen¨®meno descrito ya en los a?os sesenta: la traslocaci¨®n de un cromosoma en los gl¨®bulos blancos [un tipo de c¨¦lula] que favorece la divisi¨®n celular y, con ella, la aparici¨®n de una forma de leucemia. Gleevec act¨²a s¨®lo sobre esta prote¨ªna, que no se encuentra en ning¨²n otro tipo de c¨¦lula, inhibiendo su acci¨®n. El f¨¢rmaco es muy eficaz y con pocos efectos secundarios porque es muy selectivo, act¨²a s¨®lo para esa mutaci¨®n.
P. Pero no s¨®lo para esa enfermedad.
R. De momento hemos visto que act¨²a efectivamente contra la leucemia mieloide cr¨®nica, en la que est¨¢ presente esa mutaci¨®n. La pregunta siguiente es si puede ser efectiva para otras formas de c¨¢ncer, y parece que as¨ª es. Actualmente se est¨¢ probando en diversos c¨¢nceres con resultados muy interesantes.
P. Las c¨¦lulas madre y la clonaci¨®n terap¨¦utica tambi¨¦n representan un nuevo concepto. ?Cu¨¢l es la posici¨®n de Novartis al respecto?
R. La investigaci¨®n con c¨¦lulas madre embrionarias puede proporcionar una informaci¨®n muy valiosa. Estamos en contra de generar embriones con finalidades cient¨ªficas, pero entendemos que si hay embriones que han sido generados y desechados por alg¨²n motivo, como los sobrantes de fertilizaci¨®n in vitro, que podr¨ªan terminar destruidos, habr¨ªa que permitir su uso para investigaci¨®n con el consentimiento previo de los progenitores. En cualquier caso, hay que buscar el equilibrio entre la dignidad humana y la posibilidad de salvar vidas.
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