La crisis en el socialismo vasco
La dimisi¨®n de Nicol¨¢s Redondo ha puesto al descubierto una crisis provocada por el choque entre dos concepciones sobre el papel que debe jugar el PSE en la pol¨ªtica vasca, lo que sin duda alguna afecta a la naturaleza del propio partido; es decir, lo que quieren los socialistas que sea su partido. Una concepci¨®n, la m¨¢s tradicional, que se puso en marcha desde que en el a?o 1984 el PSE ofreciera un pacto de legislatura al PNV tras sufrir la escisi¨®n de EA, que desea configurar su partido como un instrumento moderador del nacionalismo a trav¨¦s del acercamiento y del di¨¢logo, intentando abrir f¨®rmulas de salida, aunque parciales, al PNV. La otra, la que desea encabezar el dimitido secretario general, animaba a convertir a su partido en el l¨ªder de la alternativa al nacionalismo. La soluci¨®n debe esperar al congreso extraordinario que se celebrar¨¢ en primavera.
Es evidente que el discurso de firmeza lanzado por Redondo durante la campa?a electoral se ha visto enfrentado a muchas presiones, que incluyen las internas de su propio partido. La guerra de frentes de trincheras, que es en lo que se ha convertido la pol¨ªtica vasca, est¨¢ produciendo los primeros resultados. Y quiz¨¢s se carezca de la suficiente serenidad para contemplar el panorama pol¨ªtico existente, el general, el externo, el de todos, para afinar en las decisiones.
Despu¨¦s de m¨¢s de una d¨¦cada de sacrificado y meritorio trabajo por parte del socialismo vasco para moderar y condicionar al nacionalismo formando parte de gobiernos de coalici¨®n, todo ese esfuerzo finaliz¨® en el Pacto de Estella. Ese pacto decidi¨® colocar a socialistas y populares en el otro frente reci¨¦n inventado, para poder simular el nacionalismo la existencia del conflicto entre Euskadi y Espa?a, conflicto que con anterioridad s¨®lo sosten¨ªan los terroristas. Los socialistas no quer¨ªan, ni quieren, formar parte de ning¨²n frente, pero para poner las cosas en su sitio y demostrar que s¨ª forman parte de ese frente opresor vino ETA a asesinarles. Como siempre: los jud¨ªos no quer¨ªan ser jud¨ªos, pero les impusieron serlo.
El que firm¨® el acta de defunci¨®n del
Para romper la estrategia de frentes, para romper la simulaci¨®n del conflicto, el PSE, y ser¨ªa bueno que el PP tambi¨¦n lo hiciera, debe ofrecer permanentemente pactos. De hecho, en los dos debates parlamentarios sobre pacificaci¨®n y autogobierno, ambos lo han hecho (puede leerse el acta de sesiones), pero el PNV no los va aceptar. En el caso del PSE, tendr¨ªa m¨¢s contundencia y transcendencia cualquier pacto ofrecido desde una posici¨®n de alternativa; ser¨ªa una forma de condicionar al nacionalismo y centrar la pol¨ªtica vasca. La ofrecida desde la moderaci¨®n correr¨ªa el riesgo de la supeditaci¨®n, sin condicionamiento alguno, al nacionalismo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.