Otro vocabulario para el mundo
Alberto Manguel naci¨® en Buenos Aires, es ciudadano canadiense y vive en Francia. Lo que parece s¨ªntesis biogr¨¢fica tal vez no sea sino una per¨ªfrasis, otro modo de decir que es argentino. Nacido a mediados del siglo XX, Gu¨ªa de lugares imaginarios y Una historia de la lectura son los t¨ªtulos que lo han hecho conocido en nuestras letras, que son y no son las suyas. El libro llega traducido del ingl¨¦s, y uno se pregunta si alguna vez, estuvo escrito en espa?ol. Preguntarse por el idioma primero de una prosa de calidad -y la de Manguel lo es- no es cuesti¨®n menor. Puede servirnos como un ¨²ltimo espejo que refleje los muchos contenidos y formas del libro. ?l mismo nos cuenta que Kipling escrib¨ªa 'con toda la lengua inglesa' sobre todos los hechos humanos. Creo que una de las tensiones mejores de estos ensayos es que afrontan de alg¨²n modo -siquiera sea anal¨®gico- todos los hechos humanos, pero en una lengua que forzosamente no puede ser usada en su totalidad. La escritura de Manguel adquiere as¨ª una contenci¨®n est¨¦tica que acaba volvi¨¦ndose moral. Otros escritores tienen un compromiso ¨²nico con las palabras. ?l est¨¢ comprometido simult¨¢neamente con las palabras y con el mundo. As¨ª se entienden las evocaciones frecuentes de la represi¨®n de la dictadura militar argentina, o las muy meditadas cr¨ªticas a los escritos del Vargas Llosa pol¨ªtico. ?se es el motor de una singular remembranza del Che Guevara, que en pocas ocasiones habr¨¢ recibido una iluminaci¨®n tan literaria: no me refiero s¨®lo a las bellas reflexiones sobre la iconograf¨ªa del Che como Cristo, sino a la comparaci¨®n moral del guerrillero con Ant¨ªgona, tan sorprendente como certera. Ese tono, a¨²n m¨¢s intenso, es el que define el recuerdo de Julio Cort¨¢zar.
EN EL BOSQUE DEL ESPEJO
Alberto Manguel. Traducci¨®n de Marcelo Cohen. Alianza. Madrid, 2001. 290 p¨¢ginas. 16,83 euros.
Cuando alguien tan atento al lenguaje como Manguel se sustrae a que lo sit¨²en en una lengua y en una literatura es por algo. Cosmopolitismo, en parte elegido y en parte impuesto. Humanidad tambi¨¦n. Escribir los originales en ingl¨¦s tiene una especial significaci¨®n est¨¦tica para cualquier disc¨ªpulo de Borges. Manguel lo es, y cercan¨ªsimo. De hecho, nos cuenta aqu¨ª c¨®mo Borges utiliz¨® el ingl¨¦s para alguna carta de amor. Se reproduce en Borges enamorado, el cap¨ªtulo que dedica a la relaci¨®n del ginebrino con las mujeres.
Hay una coherencia primordial en el hecho de que Manguel haya escrito En el bosque del espejo en 'otra' lengua, y que ¨¦sta sea el ingl¨¦s. Organizado sobre los dos libros de Alicia, la relaci¨®n m¨¢gica del lenguaje con el mundo es una de sus b¨²squedas. Es l¨®gica la propensi¨®n al relato de estos ensayos, hasta el punto de que el m¨¢s comprometido biogr¨¢ficamente -In memoriam- se lee como un excelente cuento casi de terror (de terror pol¨ªtico, estamos en la Argentina de los setenta). Al mismo tiempo, Manguel escribe en otra(s) literatura(s): sus cr¨ªticas a la figura del editor s¨®lo se comprenden desde dentro de la cultura norteamericana, que permite a ¨¦ste una intervenci¨®n mucho mayor en los textos del escritor. Los europeos podemos ver en esas l¨ªneas una profec¨ªa, o simplemente la constataci¨®n de algo que ya est¨¢ sucediendo.
El libro no tiene miedo de ning¨²n aspecto del mundo. La sensatez de Manguel ser¨¢ especialmente beneficiosa si consigue que se le escuche cuando habla de sexo, de pornograf¨ªa o de literatura gay. El sentido com¨²n es algo que falta en esos terrenos entregados habitualmente a los maniqueos. Que sea en esos cap¨ªtulos 'er¨®ticos' donde m¨¢s habla de m¨ªstica o de lenguaje no deber¨ªa sorprender a nadie. Si algo ense?an estas p¨¢ginas es que hay una identidad esencial entre el acto de leer y el acto amoroso. A fin de cuentas, el libro realiza un intrincado recorrido por todas las posibilidades de los nombres. Explorar el vocabulario. Alterarlo. Enriquecerlo. Algo que resumiendo mucho solemos llamar literatura.
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