Aznar y Pujol

El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha revelado por televisi¨®n que ofreci¨® al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, la integraci¨®n de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) en el Gobierno del PP, convirti¨¦ndolo as¨ª, de hecho, en un Ejecutivo de coalici¨®n. Pujol ha explicado en la radio las razones de su rechazo. Como la v¨ªa de las ondas no es la m¨¢s id¨®nea para comunicarse entre dos aliados/adversarios, y menos en asunto tan decisivo, seguramente se trata de fintas sim¨¦tricas con fines de imagen electoralista. Pues para otorgar credibilidad a la oferta, deber¨ªa acompa?arse de un programa, y para conceder validez al rechazo debiera apoyarse en algo m¨¢s que ret¨®rica.

De forma que estar¨ªamos ante un episodio perfectamente olvidable, si no fuera porque la f¨®rmula de coalici¨®n, in¨¦dita en los sucesivos Gobiernos democr¨¢ticos, tendr¨¢ inter¨¦s en el futuro, ante la hip¨®tesis de que no se produzcan mayor¨ªas absolutas. Y, sobre todo, ayudar¨ªa a encauzar el a?ejo pleito de la tensi¨®n centro-periferia y al mejor engarce de los nacionalismos hist¨®ricos en las tareas comunes.

Pero el actual cruce dial¨¦ctico banaliza ese reto. Pujol, que a diferencia de otros ha sido solvente en su actuaci¨®n dentro del marco constitucional, ha perjudicado a la ciudadan¨ªa catalana al negarse sistem¨¢ticamente a implicarse m¨¢s en las instituciones centrales, y al aplicarse a boicotear la presencia y el apoyo de Madrid a las entidades culturales catalanas. Antes de ahora impidi¨® a Miquel Roca ser ministro con la UCD y el PSOE, y a Joan Rigol acceder a la presidencia del Senado, ya consensuada. En ocasiones por temor a que sus segundos mandasen m¨¢s que ¨¦l, pero arguyendo que la colaboraci¨®n desde fuera beneficiaba m¨¢s a Catalu?a. No deber¨ªa ser as¨ª, pues en condiciones de viabilidad la cooperaci¨®n logra m¨¢s que la queja, la corresponsabilidad m¨¢s que el victimismo: influye m¨¢s el copiloto que el mec¨¢nico de alquiler.

Pero ese error no tapa la arrogancia de la oferta en este momento: cuando Pujol acusa al jefe del PP de emprender una involuci¨®n auton¨®mica (revisi¨®n de la Historia de Espa?a, ley universitaria) y en un momento en que es evidente la asimetr¨ªa entre la necesidad que tiene CiU de los votos del PP para gobernar en Catalu?a y el car¨¢cter superfluo de los esca?os nacionalistas para Aznar.