El culebr¨®n de Hewlett-Packard

La fusi¨®n de Hewlett-Packard y Compaq ser¨¢ la mayor del sector inform¨¢tico si llega a consumarse, pero ya es la que m¨¢s p¨²blica agresividad ha generado entre partidarios y enemigos. En una trinchera se agolpan las familias de los fundadores, los Hewlett y los Packard, que repudian el trato. En la otra, los respectivos consejos de administraci¨®n. De uno a otro frente se cruzan acusaciones de manejar medias verdades, ejercer presiones, favorecer el inmovilismo e incurrir en inexactitudes. Un espect¨¢culo en toda regla coreografiado por Walter Hewlett, que vot¨® a favor de la fusi¨®n como miembro del consejo de HP y se opone sonoramente como accionista.

El espect¨¢culo est¨¢ dirigido por Walter Hewlett, que vot¨® a favor como miembro del consejo y se opone como accionista

En total, el 17,9% del accionariado de HP, el m¨¢s emblem¨¢tico de la compa?¨ªa, se alza contra los planes de Carly Fiorina, su presidenta

Las palabras 'mentira' y 'traici¨®n' no han sonado en la refriega, pero a todos los efectos ¨¦sas son las pancartas que unos y otros enarbolan. Walter Hewlett, primog¨¦nito del fundador, dice que nunca le gust¨® la idea de unir HP y Compaq. Pero vot¨® a favor en la reuni¨®n del consejo en la que se iba a decidir qu¨¦ hacer. La aparente contradicci¨®n la explica Hewlett en un documento elevado a la SEC (Comisi¨®n del Mercado de Valores). Seg¨²n su versi¨®n, un abogado de HP, Larry Sonsini, hizo un aparte con ¨¦l para insistir en la conveniencia de que el consejo aprobara por unanimidad la operaci¨®n. En caso contrario habr¨ªa que renegociar y HP tendr¨ªa que pagar un precio m¨¢s alto. Hewlett se trag¨® las ganas de decir no por no gravar m¨¢s a HP, pero advirti¨® a sus compa?eros de que si aceptaba la propuesta como miembro del consejo, la rechazaba como accionista. A su juicio, la uni¨®n perjudicaba flagrantemente los intereses de HP, econ¨®micos, financieros y tecnol¨®gicos.

El consejo le ha respondido mediante otra misiva a la SEC. 'Sugerir que usted fue presionado para que aprobara la fusi¨®n es inexacto e inapropiado', escriben los consejeros. A lo que agrega el abogado Sonsini: 'En ning¨²n momento le dije que un voto no un¨¢nime del consejo nos fuera a costar m¨¢s o fuera a cambiar los t¨¦rminos'.

Carly Fiorina, presidenta de HP, y Michael Capellas, el de Compaq, anunciaron la fusi¨®n a primeros de septiembre entre sonrisas y parabienes mediante un intercambio accionarial valorado entonces en 25.000 millones de d¨®lares. La reacci¨®n negativa de los mercados, que castigaron en d¨ªas sucesivos las cotizaciones de ambas firmas, espole¨® a Hewlett, primer accionista privado de HP con el 5,2% de las acciones, quien en noviembre abandon¨® su mutismo y anunci¨® p¨²blicamente que se opondr¨ªa a la fusi¨®n.

Le secund¨® David Woodley Packard, el primog¨¦nito del otro fundador, para quien la fusi¨®n traiciona el hist¨®rico crecimiento gradual de HP y acabar con la cultura interna de consenso al obligar al despido de 15.000 trabajadores. Para ¨¦l es el fin del HP way, el estilo mesurado de hacer las cosas en la firma de Palo Alto. Packard controla el 2,3% de las acciones.

El rechazo de los primog¨¦nitos recibi¨® el respaldo de diciembre de la David and Lucile Packard Foundation, el mayor accionista absoluto de HP, con el 10,4% del papel. 'Tras un detallado estudio, el consejo ha decidido que, de un modo preliminar, los intereses de la fundaci¨®n estar¨¢n mejor servidos si Hewlett-Packard no prosigue con la propuesta transacci¨®n'. En total, el 17,9% del accionariado, el m¨¢s emblem¨¢tico de la compa?¨ªa, se alzaba contra los planes de Fiorina. En cada pronunciamiento negativo, los mercados daban la raz¨®n a la familia: comprando HP y vendiendo Compaq.

El resto del accionariado se reparte entre un 57% controlado por inversores institucionales y un 25% en manos de inversores privados. Los analistas no creen que los particulares acudan a la junta general que debe celebrarse en fecha a¨²n no anunciada, por lo que la lucha de ambos bandos est¨¢ centrada en ganar la voluntad del 57% institucional. Walter Hewlett se ha embarcado en un cruzada personal, armado con un informe de 70 p¨¢ginas en el que fundamenta con todo detalle las razones del repudio a la fusi¨®n. The Wall Street Journal las resume en cuatro: ninguna fusi¨®n previa de compa?¨ªas inform¨¢ticas importantes ha salido bien; la transacci¨®n diluir¨¢ los beneficios del negocio de impresoras y digitalizaci¨®n de im¨¢genes de HP; el acuerdo va contra los intereses econ¨®micos de HP, y las grandes fusiones se enfrentan a ingentes desaf¨ªos en la integraci¨®n.

Allegados a Hewlett dejan caer que ¨¦ste ha recibido buena acogida entre los inversores. Un alto porcentaje de estos inversores institucionales tiene acciones de ambas compa?¨ªas. Tony Sacconaghi, un analista que desde el principio ha recelado de la fusi¨®n, dice haber escrutado la composici¨®n de las carteras y visto que predomina el papel de HP sobre el Compaq. En vista de que los mercados no parecen convencidos, Sacconaghi estima que el 54% de los accionistas institucionales votar¨¢ no.