Coppi vuelve a dividir a Italia
La investigaci¨®n sobre la muerte por envenenamiento del 'campeonissimo' amenaza su memoria
Fausto Coppi tuvo una vida de novela, y su muerte no lo fue menos. Pero la historia del campeonissimo todav¨ªa se sigue escribiendo. Por incre¨ªble que parezca, hoy en d¨ªa, 42 a?os despu¨¦s de su multitudinario entierro, a¨²n surgen nuevos int¨¦rpretes de su fallecimiento. El ¨²ltimo ha sido Mino Caudullo, un antiguo dirigente del CONI (Comit¨¦ Ol¨ªmpico Nacional Italiano). Asegura que Coppi no muri¨® por culpa de la malaria, seg¨²n establece la partida de defunci¨®n, sino por un misterioso veneno que le suministraron en ?frica. Es el ¨²ltimo cap¨ªtulo en la biograf¨ªa de uno de los mayores mitos de la postguerra, en los a?os cincuenta.
Fausto Coppi fue un genio sobre la bicicleta, pero tuvo un problema. Naci¨® en el momento equivocado, el 15 de septiembre de 1919. Italia a¨²n se sacud¨ªa la metralla de la Gran Guerra y, como los dem¨¢s hijos de esa ¨¦poca, su vida acab¨® cruz¨¢ndose constantemente con el belicismo. La II Guerra Mundial fue la culpable de que ¨¦l sumara s¨®lo dos Tours en su curr¨ªculo. La carrera francesa se suspendi¨® de 1940 a 1946, ambos incluidos. Para entonces Coppi ya estaba despuntando.
A los ocho a?os se mont¨® por primera vez sobre una bici. La us¨® para su primer trabajo, de repartidor de un ultramarinos. Gracias a Biagio Cavanna, el mago de los m¨²sculos, pens¨® en ser ciclista, y se convenci¨® de ello cuando acudi¨® al Giro del Piamonte y encontr¨® a su mayor rival, Gino Bartali.
Bartali, apodado el monje volador, representaba la ant¨ªtesis de Coppi. El primero fue ordenado, religioso, tenaz... y longevo. Muri¨® en mayo pasado, a los 85 a?os. Coppi fue desordenado, hombre de izquierdas, elegante, melanc¨®lico... y muri¨® prematuramente, a los 41 a?os. Pero incluso, pese a sus vidas tan separadas, siempre se les puede buscar un punto com¨²n. En la nueva versi¨®n sobre la muerte de Coppi, el personaje clave en la trama es el padre Ren¨¦, un benedictino franc¨¦s. Otra vez un monje se cruza en el camino del campeonissimo.
Todo surgi¨® con una entrevista publicada este mes en el diario deportivo Corriere dello Sport a Mino Caudullo, en la que ¨¦ste cont¨® una experiencia vivida en 1985 con motivo de un viaje suyo a Burkina Faso (antes, Alto Volta) en representaci¨®n del comit¨¦ ol¨ªmpico. All¨ª se encontr¨® con el fraile, octogenario, quien le revel¨® un secreto de confesi¨®n que escond¨ªa una historia inaudita. Al parecer, unos africanos quer¨ªan vengar la muerte de un ciclista de Costa de Marfil, un tal Canga, que se despe?¨® por un barranco en extra?as circunstancias durante una carrera donde participaban corredores europeos. Seg¨²n el padre Ren¨¦, la familia del fallecido suministr¨® a Coppi un veneno a base de hierbas. .No se sabe c¨®mo.
?l, efectivamente, acudi¨® a finales de 1959 a Uagadugu, acompa?ado de Anquetil y Geminiani. Diez d¨ªas despu¨¦s de volver del viaje, Geminiani, compa?ero de habitaci¨®n de Coppi durante aquellos 16 d¨ªas, se sinti¨® mal. Era el 23 de diciembre. Sufr¨ªa de malaria y se restableci¨® enseguida. Coppi tuvo los mismos s¨ªntomas y el 27 de diciembre no pudo levantarse de la cama y tuvo que ingresar en el hospital. Entonces, cambi¨® el diagn¨®stico: se trataba de pulmon¨ªa. El hermano de Geminiani telefone¨® al hospital, pero la respuesta de los doctores fue: 'No te preocupes por la salud de Fausto'. El 2 de enero de 1960, tras una noche de agon¨ªa, Coppi muri¨®. No era gripe ni pulmon¨ªa, sino malaria.
Pero ahora insisten los monjes del monasterio de Koubri: 'Coppi fue envenenado como venganza por la muerte de un corredor de Bouake (Costa de Marfil)', asegura el padre Adriano, compa?ero del fallecido padre Ren¨¦. 'Creo que muri¨® en una ca¨ªda en el Tour. Su familia y los amigos quer¨ªan vengarse y le envenenaron con una poci¨®n muy conocida en Burkina Faso, hecha con una hierba de la tierra. Act¨²a lentamente y causa fiebres altas'.
Sin embargo, esta historia no escapa a la sospecha. ?Cu¨¢nto hay de cierto? ?Por qu¨¦ Coppi muri¨®, y no Geminiani? ?Por qu¨¦ Caudullo no desvel¨® todo esto en 1985, al conocerlo? ?C¨®mo es que le cont¨® aquello el padre Ren¨¦? ?D¨®nde muri¨® el ciclista africano? De momento, la fiscal¨ªa de Roma ha abierto un expediente para investigar cu¨¢nto hay de cierto en esta versi¨®n. De momento el Tour no tiene constancia de que haya participado nunca en ¨¦l un ciclista de Costa de Marfil.
Adem¨¢s, hay respetables opiniones que alientan el escepticismo. La m¨¢s cercana proviene del hijo de Coppi, Faustino: 'La ¨²nica certeza es que si mi padre hubiera sido tratado correctamente habr¨ªa vivido. Dijeron que ten¨ªa pulmon¨ªa, le administraron cortisona y entr¨® en coma enseguida'.
La justicia italiana est¨¢ dispuesta a llegar a la exhumaci¨®n del cuerpo de Coppi. Ah¨ª surgen m¨¢s dudas. ?Es posible verificar la causa de su muerte despu¨¦s de 42 a?os? Italia, como en los tiempos de Coppi y Bartali, ha vuelto a dividirse en dos. Los que quieren llegar hasta el fondo, aun a costa de revolcar la memoria del campeonissimo, y quienes se refugian en el silencio porque, piensan, con los mitos no se juega. Unos y otros convendr¨¢n en lo mismo: el misterio persigue a Coppi.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.