El arrebato de Yago Lamela

Conversando durante los mundiales de Sevilla 99 con el doctor Luis Gustavo Gonz¨¢lez Carballido, el psic¨®logo del equipo cubano de atletismo, me llam¨® la atenci¨®n sobre el modo de afrontar la competici¨®n de Yago Lamela. Seg¨²n este especialista, el atleta empleaba lo que denominan el 'arrebato', es decir, la hostilidad con los rivales y la obtenci¨®n de la activaci¨®n necesaria de forma emocional. El arrebato no es bueno en la pista y tampoco es la mejor manera de afrontar los problemas de la vida.

Escribo estas l¨ªneas para salir al paso de los malos entendidos que se pueden derivar de una informaci¨®n unilateral. Las declaraciones publicadas sobre la preparaci¨®n anterior de Yago Lamela pueden hacer pensar al p¨²blico no experto en atletismo, que el trabajo realizado en el Centro de Alto Rendimiento de Madrid ha carecido de la suficientemente profesionalidad. Algunos detalles pueden mejorar esa informaci¨®n y ayudar a entender mejor este suceso, respetando el sigilo profesional que debe mantenerse en ciertos temas.

1. Despedida a la francesa. El menosprecio p¨²blico t¨¢cito que ha realizado el deportista de sus compa?eros de entrenamiento, otros profesionales que le estaban ayudando, y de mi persona, merece un peque?o comentario. Yago ha respondido a la amabilidad y empat¨ªa que todos hemos tenido con ¨¦l con un gesto inaceptable e impropio.

Los imprescindibles son siempre los mismos, los que se preocupan de la imagen y cotizaci¨®n de la estrella, estos s¨ª saben de todo. En una entrevista reciente (Intervi¨² 1/10/01) se comentaba la fe ciega de Yago en el trabajo que realiz¨¢bamos como contrapeso del deseo de su manager de verle entren¨¢ndose en Valencia. La fe pesa poco, la manager puede respirar tranquila. Es bueno recordar, para los que no lo saben, que la representante de Yago y su entrenador actual tienen una colaboraci¨®n profesional estrecha y singular desde hace a?os.

Cabe preguntarse, despu¨¦s de lo expuesto, en qu¨¦ clima de trabajo hemos estado inmersos estos 13 meses, y qu¨¦ grado de seguridad, estabilidad y confianza se le ha trasmitido al deportista desde su entorno.

2. Los planes de Yago. El dise?o de la temporada actual se hab¨ªa pactado de com¨²n acuerdo, y se pretend¨ªan realizar 2 o 3 competiciones de intensidad creciente distribuidas en 6 semanas desde mediados de diciembre. Este periodo se consideraba imprescindible para afinar los comportamientos, percepciones y reflejos necesarios en la competici¨®n.

Los resultados de la primera parte de la preparaci¨®n fueron simplemente extraordinarios, muy por encima de mis previsiones m¨¢s optimistas. Hay muchos testigos de ello, y afirmaciones del propio deportista. Pero tras la primera competici¨®n de las mencionadas, sin mediar palabra, toma la decisi¨®n de irse. Conf¨ªo en que esta decisi¨®n no estuviera tomada de antemano, porque ser¨ªa m¨¢s grave. Yago tiene derecho a irse, ?pero d¨®nde est¨¢ la coherencia con lo pactado?. Varios meses de trabajo se ponen en peligro.

3. Exigencias de su nuevo sistema de preparaci¨®n. Centr¨¢ndonos en estas exigencias, publicadas en Marca ( 26/12/01), creo que pueden inducir a error a algunos lectores. Su nuevo m¨¦todo de entrenamiento necesita duplicar la cantidad de entrenamiento, pasando de las 15 ¨® 16 horas actuales a unas 30 horas semanales. Un incremento tan brutal del volumen de entrenamiento en el periodo precompetitivo, si se llevase a cabo, cosa que dudo, es incompatible con el programa dise?ado anteriormente. En entrenamiento deportivo, m¨¢s no es sin¨®nimo de mejor. El incremento de horas siempre ir¨¢ en detrimento de la intensidad. Yago ha saltado 8.56 metros entren¨¢ndose 12 horas semanales. El 90 por ciento de los saltadores de longitud de ¨¦lite se entrenan en una franja de las 15 a 20 horas semanales.

Otro aspecto revelado de su nueva orientaci¨®n es la obligatoriedad de tomar una dieta y unos suplementos vitam¨ªnicos. Afirmaci¨®n desafortunada. La decisi¨®n de tomar o no los productos que puedan recomendar los m¨¦dicos debe ser adoptada libremente por los deportistas. En Madrid, el Servicio M¨¦dico de la Federaci¨®n le hizo las recomendaciones que ha considerado oportunas en materia de alimentaci¨®n, descanso, sistemas de recuperaci¨®n, etc., dejando a la responsabilidad del deportista su cumplimiento.

El entrenamiento mental va a ser otro de los pilares de la nueva orientaci¨®n del entrenamiento de Yago, y sigo citando la publicaci¨®n de Marca. En este delicado aspecto, se ha pasado del trabajo con un profesional al apoyo del grupo compuesto por 'cuerpos y mentes privilegiadas'. La frase no es muy afortunada y me abstengo de comentarla.

Sobre privilegios, un apunte: cuando el que los concede lo hace por gracia o parcialidad se llaman privilegios graciosos, pero si se perjudica a terceros, se convierten en odiosos. Que cada cual saque sus conclusiones.

Juan Carlos ?lvarez Ortiz era entrenador de Yago Lamela.