El 'hereu' de Pujol
Artur Mas, el sucesor elegido por el l¨ªder de CiU, es un pol¨ªtico profesional, cuya principal virtud es que no provoca rechazos
Tenaz, equilibrado, guapo, honesto, aplicado, inteligente, trabajador, austero. Cuando se pregunta a los dirigentes de Converg¨¨ncia por Artur Mas, el reci¨¦n designado candidato de CiU a la Presidencia de la Generalitat, se obtienen elogios como ¨¦stos. Pero tambi¨¦n respuestas como ¨¦sta: 'Es amorfo'. Y como ¨¦sta: 'Est¨¢ ideol¨®gicamente por hacer'. Estos ¨²ltimos pueden parecer juicios peyorativos, pero no fueron formulados como tales. Al contrario. Con Artur Mas, Jordi Pujol ha querido escoger a un delfin que le garantice fidelidad, c¨®mo no. Pero tambi¨¦n, sobre todo, a alguien que no provoque rechazos y sirva, como ¨¦l, para retener votos a diestra y siniestra.
Pere Esteve, que como secretario general de Converg¨¨ncia allan¨® el camino para la ascensi¨®n de Mas, opina que una de sus grandes virtudes es tener un perfil pol¨ªtico y humano 'sin aristas', y que 'no suscita oposici¨®n'. Ah¨ª est¨¢ su ventaja.
La esposa del presidente se fij¨® en ¨¦l cuando apoy¨® a su marido frente a Roca
En la amalgama ideol¨®gica de CiU, Mas no est¨¢ definido como democristiano, ni como socialdem¨®crata ni como liberal. Desde que fue nombrado secretario general de Converg¨¨ncia, en abril de 2002, Mas se ha rodeado de caracterizados soberanistas, una promoci¨®n de j¨®venes aglutinados en torno a dos de los hijos de Pujol, Oriol y Jordi. Pero sin embargo la pr¨¢ctica, que es lo que cuenta, indica que Mas se lleva muy mal con los independentistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y muy bien con pol¨ªticos como Javier Arenas, el secretario general del PP, y con Rodrigo Rato.
Esto no impidi¨® que en el todav¨ªa reciente debate de la moci¨®n de censura presentada por Maragall contra el Gobierno de Pujol, en octubre de 2001, Mas lanzara con cierta solemnidad el mensaje de que CiU y el PSC est¨¢n 'llamados a entenderse'. O sea que, adem¨¢s de aportar un aire juvenil y kennediano, Mas tiene en com¨²n con Pujol la ambivalencia y la supeditaci¨®n de los apriorismos ideol¨®gicos a ese realismo pol¨ªtico que el fundador de CiU ha utilizado para pactar con el PSOE y el PP, sin dejar de estar enfrentado a ambos.
Y, sin embargo, la biograf¨ªa de Mas parece el reverso de la de Pujol. Nacido en 1956 en el seno de una familia barcelonesa acomodada, de joven fue inmune al virus de la pol¨ªtica. Ese riesgo que en 1960 hab¨ªa llevado a Pujol a la c¨¢rcel. Ingres¨® en Converg¨¨ncia a los 27 a?os, cuando ya llevaba cinco trabajando en el Departamento de Comercio de la Generalitat. Se hab¨ªa licenciado en Econ¨®micas en 1974, en la Universidad de Barcelona, y compa?eros suyos de estudios han explicado que m¨¢s que contemplar desde la barrera los avatares de la transici¨®n a la democracia, los rehuy¨® abiertamente. Lo suyo era entonces, como para Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el estudio. Y los paseos en yate. 'Desde luego Artur Mas no es como Pujol, que a los 14 a?os ya so?aba ser presidente de la Generalitat', reconoce uno de los j¨®venes parlamentarios del partido.
Y as¨ª como Pujol no ha sido en toda su vida m¨¢s que un pol¨ªtico, incluso cuando ejerc¨ªa tambi¨¦n como banquero, Mas es un tecn¨®crata incluso estando en la pol¨ªtica. Ha ido subiendo en el escalaf¨®n pujolista, en el que se confunden el partido y la Administraci¨®n de la Generalitat, sin que se le conozca un discurso, una idea que no sea la mera expresi¨®n de la doctrina oficial. Primero fue director general en un Departamento en el que lo eran tambi¨¦n los hoy ministros de Aznar Anna Birul¨¦s y Josep Piqu¨¦. Con un lapso nada brillante por la empresa privada, como ejecutivo del grupo Tipel, entre 1987 y 1995 fue concejal del Ayuntamiento de Barcelona, en el que ejerci¨® como puntilloso y tenaz opositor del alcalde Pasqual Maragall. Tuvo que apartarse para ceder el primer puesto en la candidatura municipal a Miquel Roca. Pujol le recuper¨® nombr¨¢ndole en 1995 consejero de Pol¨ªtica Territorial y despu¨¦s, en 1997, de Econom¨ªa. Desde entonces, le ha colocado como n¨²mero dos en todos los frentes. Electoral, en la candidatura de las auton¨®micas de 1999; en el partido, como secretario general, en abril de 2000; en el gobierno, como conseller en cap, en enero de 2001.
Todo ello, sin haber hecho nunca nada m¨¢s que no salirse del gui¨®n. Ni de tono. Entonces, ?c¨®mo ha podido alzarse como sucesor de Pujol? ?Qu¨¦ tiene Mas que no tuviera Miquel Roca? 'Tiene 45 a?os cuando Pujol ya cuenta 71', responde un dirigente de Converg¨¨ncia. 'Es la persona escogida por el entorno familiar de Pujol', argumenta otro.
Quienes conocen las interioridades de Converg¨¨ncia explican que Marta Ferrusola, la esposa de Pujol, activa militante de su partido, se fij¨® en Mas en el crucial momento en que Miquel Roca disput¨® la primac¨ªa a Pujol. Eso fue en 1992. Mas trabaj¨® entonces codo con codo con Jordi Vilajoana, hoy consejero de Cultura del Gobierno catal¨¢n, para cerrar el paso a los roquistas. Fue una pugna a cara de perro, la m¨¢s dura que ha vivido Converg¨¨ncia. La gan¨® Pujol y, desde entonces, Mas cont¨® con su entera confianza y con la de su familia. Se convirti¨® en el hereu (heredero).
Desde que est¨¢ en primer plano las cosas se le han complicado. Justific¨® subvencionar escuelas de ¨¦lite porque 'sobraban fondos' en un pa¨ªs que tiene escuelas p¨²blicas en barracones; la peste porcina y los apagones el¨¦ctricos se le han vuelto tan end¨¦micos como los peajes de las autopistas. Para colmo, la noche en que Catalu?a qued¨® paralizada por la nieve y muchos automovilistas la pasaban esperando que alguien desbloqueara las carreteras, a Mas no se le ocurri¨® otra cosa que inaugurar una discoteca. Vaya fiesta, la que hizo la oposici¨®n al d¨ªa siguiente.
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