En memoria de Thomas A. Sebeok, semi¨®tico
La International Association for Semiotic Studies (IASS-AIS) nos comunica que Thomas A. Sebeok ha fallecido el pasado 21 de diciembre. Con ¨¦l desaparece el ¨²ltimo nombre m¨ªtico de la semi¨®tica en cuanto campo acad¨¦mico desarrollado en la segunda mitad del siglo XX. Sebeok no ha realizado una aportaci¨®n comparable a la de Peirce, Jakobson o Greimas, pero como promotor de la difusi¨®n de esa l¨ªnea de estudios, su labor s¨®lo encuentra parang¨®n en la realizada por Umberto Eco.
Hab¨ªa nacido en Budapest el 9 de noviembre de 1920 y hab¨ªa emigrado a Estados Unidos donde se hab¨ªa nacionalizado en 1944. Fue disc¨ªpulo de Roman Jakobson, su director de tesis, y de Charles W. Morris. Edit¨® las actas del Simposio sobre el Estilo celebrado en Bloomington (Indiana) en 1958 que hizo c¨¦lebre la conferencia de Jakobson sobre Ling¨¹¨ªstica y po¨¦tica, considerada el inicio de la teor¨ªa de la literatura de los ¨²ltimos cuarenta a?os del siglo pasado.
Ha sido profesor de Antropolog¨ªa, Ling¨¹¨ªstica, Semi¨®tica y Estudios sobre Lenguas de Asia Central en la Universidad de Indiana. Desde 1956 dirigi¨® el Research Center for Language and Semiotic Studies, que se convirti¨® bien pronto en una de las instituciones acad¨¦micas m¨¢s influyentes en el mundo de la semi¨®tica. A partir de los a?os sesenta desarroll¨® much¨ªsimo la investigaci¨®n sobre comunicaci¨®n no verbal en general y, particularmente, sobre comunicaci¨®n animal (zoosemi¨®tica).
Para m¨ª, su pasi¨®n por divulgar los estudios semi¨®ticos permanecer¨¢ siempre unida a una an¨¦cdota. En 1985, aprovechando una estancia suya en Europa, lo hab¨ªa invitado a pronunciar una conferencia en Madrid. Ven¨ªa acompa?ado de su peque?a hija Jessica y, por eso, Ignacio Bosque, ¨¦l y yo pasamos la tarde del domingo, d¨ªa anterior a su intervenci¨®n, en el Parque de Atracciones. En el trayecto entre aparato y aparato en que montaba la ni?a, me pregunt¨® si me importaba que la peque?a asistiera a la conferencia, ya que le gustaba y, a veces, interven¨ªa en el coloquio. Naturalmente, no puse ning¨²n inconveniente. Lo que no pod¨ªa imaginar es lo que ocurri¨®: la ni?a abri¨® el coloquio con una pregunta intencionada que oblig¨® a Sebeok a explicarse de un modo comprensible hasta para una mentalidad infantil. Ha sido mi ¨²nica ocasi¨®n de contemplar la variante de hija de sabio amaestrada...
Recordar¨¦ siempre tambi¨¦n su buen humor cuando dec¨ªa que Jakobson hablaba 40 lenguas, 'pero todas en ruso' o que Chomsky part¨ªa siempre 'de una cualquiera de las centenares de lenguas existentes en el planeta: por ejemplo, el ingl¨¦s'. Siempre le agradec¨ª esa frescura del scholar americano, tan lejana del envaramiento r¨ªgido tantas veces vigente todav¨ªa en Europa.
Volviendo a lo acad¨¦mico, no es posible rememorar ahora las decenas y decenas de libros escritos o dirigidos por ¨¦l ni las actividades y distinciones acad¨¦micas que acumul¨® a lo largo de su vida. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar en esta hora que su labor como editor jefe de Semiotica, revista oficial de la IASS-AIS, ejercida desde su fundaci¨®n en 1969, ha contribuido de manera extraordinaria a que el punto de vista comunicativo, la semi¨®tica en el sentido moderno del t¨¦rmino, aunque haya desaparecido del panorama de las ciencias sociales como moda, se haya hecho omnipresente como sensibilidad.-
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