'Los cr¨ªticos han sido muy duros conmigo en los ¨²ltimos a?os'
Frank Stella, una de las principales figuras de la pintura abstracta, nunca ha dejado de estar presente en el panorama art¨ªstico norteamericano de los ¨²ltimos 40 a?os. Desde 1987, fecha de su ¨²ltima retrospectiva en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), ha tenido m¨¢s de 70 exposiciones individuales, incluida una en el Reina Sof¨ªa en 1995, la ¨²ltima vez que expuso su trabajo en Espa?a. La galer¨ªa Paul Kasmin de Nueva York expone en estos momentos sus obras m¨¢s recientes. Pese a su continua presencia, Stella se siente sin embargo algo marginado e incluso incomprendido en un mundo que parece haberse olvidado de la pintura.
Stella (Massachusetts, 1936) siempre ha sabido reinventarse a s¨ª mismo. Empez¨® su recorrido con las Black paintings (Pinturas negras) de principios de los sesenta, que abrieron el camino al movimiento minimalista, y ahora trabaja en las explosiones barrocas de sus pinturas en tres dimensiones que lleva realizando desde los ochenta. Este a?o Stella cumplir¨¢ 66 a?os y asegura que la edad ya no le permite trabajar como antes. Las obras de la galer¨ªa Kasmin, en Chelsea, atestiguan lo contrario: son gigantescos relieves pintados que incluyen piezas de la serie Catal Huyuk, nombre de una antigua ciudad turca, y de la serie Von Kleist, inspiradas en la obra del dramaturgo alem¨¢n de finales del XVIII, Heinrich von Kleist.
'Tengo mi propio vocabulario e intento transformarlo en algo nuevo'
Pregunta. ?Qu¨¦ le impulsa a seguir creando?
Respuesta. En parte, la sensaci¨®n de responsabilidad respecto a lo que ya he hecho y en parte la impresi¨®n de que el tiempo corre y quieres realizar tus ideas. Debo probar muchas veces una idea antes de ejecutarla, debe tener un impacto visual. Es el proceso que m¨¢s me gusta. La obra debe adem¨¢s tener un impacto. Algo que atraiga el ojo. Hay que empezar por ah¨ª. Pero tampoco puedes calcular el tipo de impacto ni el tiempo que durar¨¢. Eso ya depende del espectador. Pero deben sentir algo. No basta con mirar.
P. ?Y qu¨¦ tipo de reacciones espera obtener?
R. Al menos una reacci¨®n frente a algo bello, que le haga a uno sentir bien, y despu¨¦s de eso, que la obra tenga alg¨²n tipo de valor en el tiempo. Si vas al Prado y ves a los grandes maestros te das cuenta de que las mejores obras te emocionan de esta forma. Es un t¨®pico pero es verdad. Debe tener varios matices para llegar a mucha gente.
P. Entonces, ?qui¨¦n pone el significado? ?El artista o el espectador?
R. Es la pregunta clave. Es como la fe. No se puede provocar. Est¨¢ o no est¨¢. Y sabes cu¨¢ndo est¨¢ pero no puedes ponerlo deliberadamente. En cierta forma, es inevitable que el que mira una obra se sienta representado en ella y piense que puede participar de esta belleza, de este acto. Por eso a la gente le gusta la pintura realista porque de verdad pueden verse pero tambi¨¦n puede pasar con la pintura abstracta.
P. ?C¨®mo definir¨ªa su actual etapa profesional?
R. Me interesa mucho lo que hago ahora. Es una forma de hacer las cosas muy simple y directa. Trabajo con arena. Hago todas las impresiones con este material muy d¨²ctil y con el que se pueden crear formas de manos, pies, movimientos del cuerpo. Lo hago en un fundici¨®n al norte del Estado. Se parece un poco a como trabajaba Pollock con los movimientos del cuerpo y la danza. Hay que trabajar muy r¨¢pido antes de que se seque el molde. S¨®lo tienes 20 a 30 minutos antes de que se endurezca y luego viertes metal hirviendo. Traigo las obras a mi estudio y pinto por encima. Me inspira mucho porque es una superficie que ya est¨¢ en movimiento. Y para m¨ª es muy interesante. Siempre hablan de que la pintura convencional ha muerto. Es dif¨ªcil seguir pintando de forma tradicional pero esto ofrece nuevas posibilidades.
P. ?Usted cree que la pintura convencional ha muerto?
R. Me gusta decir que el arte tiene tres enemigos: la representaci¨®n, la reproducci¨®n y la recreaci¨®n todo lo que implique rehacer algo. Todas las manipulaciones por ordenador o trabajos fotogr¨¢ficos que veo en la actualidad no me interesan mucho. Me parecen muy planos. Ya no hay tanto ¨¦nfasis en el aspecto est¨¦tico del arte. Ahora el espectador no s¨®lo debe mirar una obra sino descifrarla, mirar los puntos A, B y C e imaginar d¨®nde puede estar el punto D. No estoy seguro de que pueda hacerlo y no creo que sea justo imponerle esa carga.
P. ?C¨®mo gesta sus ideas?
R. Me baso en lo que ya tengo. Tengo mi propio vocabulario e intento transformarlo en algo nuevo. Para la serie Kleist, estaba trabajando por primera vez en una serie de bocetos en tres dimensiones y me recordaron las cartas de amor de Kleist, lo que adem¨¢s me permit¨ªa titular cada obra. Supongo que tambi¨¦n fueron una elecci¨®n algo perversa porque sus cartas a veces parecen escritas para un muro de granito y los artistas pueden llegar a sentirse as¨ª frente a sus obras. Adem¨¢s, es un reto. Tienes que estar a la altura de lo que realmente admiras.
P. Su ¨²ltima exposici¨®n no ha recibido buenas cr¨ªticas en Nueva York. ?Le sigue afectando despu¨¦s de tantos a?os?
R. A nadie le gusta ser criticado. En los cinco ¨²ltimos a?os los cr¨ªticos en Estados Unidos han sido particularmente duros. Supongo que tambi¨¦n es una cosa de generaci¨®n. Quieren que te adaptes al molde de lo que a ellos le gusta. Y no puedo hacer eso. Y a veces se vuelven contra ti. Y reconozco que me afecta, pero ?qu¨¦ puedo hacer? A lo mejor me hace trabajar m¨¢s duro. Quiz¨¢s sea porque estoy al margen del mundo del arte, me aburre cada vez m¨¢s su aspecto social y comercial. Eso es algo que haces cuando eres joven.
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