Cuba: la revoluci¨®n traicionada

Le¨®n Trotski, en 1936, en su brutal denuncia del r¨¦gimen estalinista, hab¨ªa advertido de las revoluciones que devoran a sus mejores hijos y que en nombre de objetivos aparentemente superiores bastardean aquellos iniciales por los que las masas populares se hab¨ªan movilizado y hab¨ªan sacrificado sus vidas y bienes. De una forma menos sistem¨¢tica que el revolucionario ruso, el escritor cubano Carlos Franqui intenta presentar con su biograf¨ªa de Camilo Cienfuegos el importante cambio de rumbo que sufri¨® la revoluci¨®n cubana, que pas¨® de ser una revoluci¨®n nacionalista, en la vieja l¨ªnea del nacionalismo revolucionario cubano, a ser una revoluci¨®n marxista de un claro contenido antinorteamericano, o antiimperialista, si se quiere.

Carlos Franqui, un protagonista de primera fila de los sucesos de 1959, dirigi¨® hasta 1963 el peri¨®dico Revoluci¨®n y despu¨¦s de la invasi¨®n sovi¨¦tica a Checoslovaquia rompi¨® todos los lazos con el r¨¦gimen castrista, con el que todav¨ªa tiene numerosas cuentas que saldar. Desde su atalaya privilegiada, Franqui nos cuenta los intensos meses que van desde la ca¨ªda de La Habana, el 2 de enero de 1959, hasta la misteriosa desaparici¨®n del h¨¦roe revolucionario y comandante Camilo Cienfuegos, el 28 de octubre del mismo a?o, en lo que aparentemente fue un accidente a¨¦reo.

Con un lenguaje ¨¢gil y ameno, aunque con ciertas repeticiones que afean el relato, Franqui intenta desandar el camino que llev¨® a que Fidel traicionara la revoluci¨®n nacionalista y humanista que ¨¦l mismo hab¨ªa empezado. Este proceso supuso el encumbramiento de su hermano Ra¨²l, como ministro de Defensa, y del argentino Ernesto Che Guevara, ambos desplazados inicialmente de los centros de poder por sus puntos de vista radicales y cercanos al Partido Comunista Cubano, dentro de una estrategia perfectamente planificada y ejecutada por el propio Castro. Esta deriva le cost¨® la vida a Camilo Cienfuegos, que representaba, seg¨²n nuestro autor, lo m¨¢s genuino y sincero del pueblo cubano. Por eso Franqui insiste mucho en contrastar su bonhom¨ªa, campechan¨ªa y sentido del humor con la seriedad de Fidel, poco dado a la pachanga y al contacto directo con el pueblo.

Del inicial 'pan y libertad, pan sin terror' o 'humanismo revolucionario, ni dictadura de izquierda, ni dictadura de derecha, una revoluci¨®n tan cubana como las palmas, la revoluci¨®n cristiana y para los humildes', Fidel pas¨® al enfrentamiento con los sectores moderados de la revoluci¨®n. As¨ª se sacudi¨® de encima a todos aquellos que pod¨ªan hacerle sombra en alg¨²n momento, como pas¨® en este caso con Cienfuegos o m¨¢s recientemente con el general Arnaldo Ochoa, fusilado en julio de 1989 bajo la acusaci¨®n de narcotr¨¢fico junto a tres jefes militares m¨¢s. Para todo ello, Castro utiliz¨® de forma sistem¨¢tica la represi¨®n, la delaci¨®n y los servicios de informaci¨®n acu?ados seg¨²n el modelo sovi¨¦tico del KGB. Por eso, la clave de este relato es la propia historia de la revoluci¨®n, una historia que, seg¨²n Franqui, Fidel intent¨® escamotear desde el primer momento con el objetivo prioritario de ir moldeando a su antojo su giro radical hacia el marxismo leninismo, abandonando el nacionalismo revolucionario que lo hab¨ªa conducido al poder.