Cuatro delitos de pena capital

Lo peor est¨¢ a¨²n por llegar. Lo que m¨¢s teme ahora Aicha el Wafi es ver comparecer a su hijo, el 14 de octubre, ante un tribunal federal de Alexandria (Virginia) 'siendo consciente de que acaso sea una de las ¨²ltimas veces que le contemple en vida'. El auto de acusaci¨®n contra Zacarias Mussaoui formula seis inculpaciones contra ¨¦l, de las que cuatro pueden suponer una condena a muerte.

Se le acusa de 'conspiraci¨®n para perpetrar actos terroristas, secuestrar y destruir aviones, utilizar armas de destrucci¨®n masiva, recurrir al asesinato y destruir propiedades'. 'En nombre de Al¨¢, no tengo nada que declarar', contest¨® Mussaoui, y la juez Leonie Brinkema interpret¨® sus palabras como una negaci¨®n de su culpabilidad.

Ante todos aquellos que le hab¨ªan interrogado previamente, Moussaoui tambi¨¦n hab¨ªa permanecido en silencio y tampoco acept¨® la asistencia que le ofreci¨® el Consulado de Francia.

Aicha el Wafi estaba a principios de mes en EE UU, acompa?ada por su abogado franc¨¦s, Fran?ois Roux, que asesora a los letrados norteamericanos nombrados de oficio, pero no quiso asistir a la audiencia. 'No quer¨ªa perturbarle', explica. Tambi¨¦n rehus¨® verle en la c¨¢rcel. 'Una madre que no ha visto a su hijo desde hace cuatro a?os no puede reencontrarse con ¨¦l a trav¨¦s de un cristal, sin poder abrazarle, y en presencia de un agente del FBI que pod¨ªa grabar la conversaci¨®n'. 'Las condiciones eran indignas y por eso me negu¨¦'.