La inflaci¨®n que no cesa

Con el IPC de diciembre, publicado el pasado d¨ªa 11, qued¨® cerrado el a?o 2001, en cuanto a la inflaci¨®n de los precios de consumo se refiere. Como el a?o anterior, 2001 no fue un a?o especialmente positivo en este ¨¢mbito de nuestra econom¨ªa. En media anual, los precios subieron un 3,6%, tasa superior en dos d¨¦cimas a la del a?o anterior y la m¨¢s alta desde 1995. El diferencial con la media de la UEM se mantuvo por encima del punto porcentual, lo que supone acumular m¨¢s p¨¦rdidas de competitividad.

Al contrario de lo que ocurri¨® en el a?o 2000, no puede echarse la culpa de todo ello a los precios del petr¨®leo importado, ya que ¨¦stos cayeron, en media anual y en euros, del orden de un 12%. El origen est¨¢ fundamentalmente en la espiral inflacionista que se puso en marcha a ra¨ªz de las subidas de la energ¨ªa durante 1999-2000 y en las alteraciones que sufrieron los mercados de alimentos por la crisis de las vacas locas, las adversas condiciones clim¨¢ticas, etc¨¦tera. Los asalariados quisieron recuperar el poder adquisitivo y se dispararon las cl¨¢usulas de salvaguarda de los convenios colectivos firmados el a?o anterior, as¨ª como las peticiones de subidas en los nuevos convenios. Pero mayores aumentos que los propios salarios han registrado los m¨¢rgenes empresariales, al amparo de una demanda todav¨ªa fuerte y de falta de competencia, si bien de forma muy desigual entre los distintos sectores econ¨®micos: digamos que se han forrado los promotores inmobiliarios y muchas actividades del sector servicios (turismo y hosteler¨ªa, sobre todo), pero no les ha ido tan bien a las empresas industriales. Aunque a primera vista parezca un sinsentido, nadie deber¨ªa haber recuperado el poder adquisitivo perdido por la subida del precio de la energ¨ªa importada, pues ello supuso una p¨¦rdida de renta de todo el pa¨ªs frente a los productores extranjeros.

Se han forrado los promotores inmobiliarios y servicios como el turismo y la hosteler¨ªa

A pesar de que en media anual la inflaci¨®n de 2001 fue superior a la de 2000, el perfil a lo largo del a?o fue completamente diferente. Durante 2000, y hasta mediados de 2001, la tendencia fue al alza, pero esta tendencia flexion¨® a la baja a partir de julio ¨²ltimo, lo que permite ser optimistas de cara al a?o 2002. Como puede verse en los gr¨¢ficos, los componentes que contribuyeron a la desaceleraci¨®n fueron la energ¨ªa, los alimentos sin elaborar y, en menor medida, los servicios, mientras que actuaron en sentido contrario los alimentos elaborados. La inflaci¨®n de los bienes industriales no energ¨¦ticos apenas registr¨® cambios a lo largo del a?o.

Las previsiones para el mes de enero de 2002 no son favorables, pues la tasa interanual podr¨ªa acelerarse de nuevo como consecuencia de las subidas de los impuestos sobre la energ¨ªa, de las tasas y precios de numerosos servicios, p¨²blicos y privados, y del efecto euro, si bien la previsi¨®n se hace dif¨ªcil por los cambios metodol¨®gicos que va a sufrir el IPC, entre otros, la consideraci¨®n por primera vez de las rebajas. Pasado el mes de enero, la inflaci¨®n continuar¨¢ descendiendo hasta mediados de a?o, para acelerarse de nuevo en la segunda mitad. En media anual, la tasa se situar¨¢ en torno al 2,6%, un punto menos que en 2001.

?ngel Laborda es director de coyuntura de la Fundaci¨®n de las Cajas de Ahorros Confederadas para la Investigaci¨®n Econ¨®mica y Social (Funcas).