Las malas compa?¨ªas de Flix
Los episodios de contaminaci¨®n han hecho de esta localidad un referente en la investigaci¨®n epidemiol¨®gica
El municipio de Flix ostenta un verdadero r¨¦cord mundial que lo ha hecho famoso en las revistas cient¨ªficas especializadas: varios estudios han hallado en sus habitantes los m¨¢s altos niveles de hexaclorobenceno (HCB) jam¨¢s descritos en seres humanos. El HCB es una sustancia organoclorada altamente t¨®xica, que se est¨¢ intentando erradicar en todo el mundo debido a sus efectos perniciosos sobre la salud. Los estudios epidemiol¨®gicos realizados hasta la fecha, que han aprovechado la singularidad de Flix para estudiar la situaci¨®n a fondo, no han logrado detectar efectos visibles en la salud general de la gente con una excepci¨®n: los empleados de la 'factor¨ªa qu¨ªmica de la localidad', seg¨²n la expresi¨®n utilizada en la literatura cient¨ªfica para referirse a la f¨¢brica de Ercros.
Los investigadores dicen que los peces del embalse de Flix no son aptos para el consumo
Todo el mundo est¨¢ expuesto a la contaminaci¨®n por organoclorados
El primer estudio que desvel¨® lo que ocurr¨ªa en Flix se public¨® en 1994 en la revista International Journal of Cancer. Este trabajo indicaba que los an¨¢lisis realizados en 1989 y en 1992 pon¨ªan de manifiesto que la atm¨®sfera de la localidad presentaba unos niveles de HCB unas 1.000 veces superiores a los normales.
En 1999 se public¨® un revelador art¨ªculo en el n¨²mero de marzo-abril de la revista Archives of Environmental Health, firmado por 11 investigadores entre los que destacan Jordi Sunyer, Mar¨ªa Sala y Nuria Ribas, del Instituto Municipal de Investigaciones M¨¦dicas, de Barcelona (IMIM), y Joan Grimalt, del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC). Esta vez se estudiaba una poblaci¨®n global de 1.800 habitantes, y se detectaba que los habitantes de Flix 'tienen los mayores niveles de HCB jam¨¢s descritos', entre 50 y 100 veces superiores a los normales. Los niveles eran especialmente altos en los hombres que trabajaban en la factor¨ªa qu¨ªmica. En aquella ocasi¨®n se analiz¨® la incidencia de varias enfermedades sospechosas de relacionarse con los contaminantes, y el nivel de salud evaluado en la poblaci¨®n general de Flix se consider¨® perfectamente normal. Pero la situaci¨®n observada en los trabajadores fue bien distinta: los empleados de la planta qu¨ªmica de Ercros presentaban mayor n¨²mero de enfermedades asociadas con la exposici¨®n al hexaclorobenceno, b¨¢sicamente bocio, hipotiroidismo, enfermedad de Parkinson y varios tipos de c¨¢ncer. La poblaci¨®n masculina result¨® ser la m¨¢s castigada: en el colectivo de 445 hombres que trabajaban o hab¨ªan trabajado en la empresa aparec¨ªan, por ejemplo, 4 casos de Parkinson y 28 de c¨¢ncer, mientras que no se detect¨® ning¨²n caso de Parkinson y s¨®lo 8 de c¨¢ncer entre los 341 hombres que nunca hab¨ªan trabajado en la f¨¢brica.
Un portavoz de la empresa Ercros ha remitido a este peri¨®dico una nota de prensa que la Generalitat catalana elabor¨® en 1997, en la cual se cita el trabajo de los epidemi¨®logos del IMIM para concluir que 'el estado de salud de la poblaci¨®n de Flix no difiere de la esperada'.
Una de las v¨ªas de incorporaci¨®n del HCB identificadas fue el consumo de peces obtenidos en la localidad. Jordi Sunyer, epidemi¨®logo del IMIM y uno de los autores de estos trabajos, considera que 'los peces del embalse de Flix no son aptos para la alimentaci¨®n humana, y su consumo deber¨ªa prohibirse'.
Una vez se incorpora al organismo, el HCB se acumula en la grasa, y su eliminaci¨®n es muy lenta: la excreci¨®n diaria supone menos del 0,05% de la cantidad acumulada en la grasa de las personas, seg¨²n indica un trabajo publicado en el a?o 2000 en Environmental Health Perspectives. Esta acumulaci¨®n comporta que los individuos contaminados sigan est¨¢ndolo durante mucho tiempo.
Sunyer resume as¨ª sus impresiones: 'Los altos niveles recibidos de HCB no han afectado la salud general de los habitantes de Flix, a excepci¨®n de los trabajadores que han sido expuestos a concentraciones muy altas'. En el conjunto de la poblaci¨®n s¨®lo se perciben 'trastornos menores', agrega Sunyer, como 'alteraciones en el funcionamiento de la tiroides' descritas por estos investigadores, cuyas consecuencias est¨¢n por determinar, aunque pueden tener efectos neurol¨®gicos, sobre todo en la poblaci¨®n infantil.
Los ni?os nacidos en Flix centran actualmente la atenci¨®n de los cient¨ªficos. Muestras de beb¨¦s nacidos entre 1997 y 1999 revelan que todos los reci¨¦n nacidos ya presentan niveles detectables de HCB y de DDE (el metabolito resultante de la 'descomposici¨®n' del DDT) que se han incorporado al feto a trav¨¦s de la placenta. Los investigadores han comprobado que la exposici¨®n intrauterina a HCB reduce el crecimiento del feto. Posteriormente, los ni?os seguir¨¢n incorporando HCB y otros compuestos a trav¨¦s de la lactancia materna, pero Sunyer a?ade que aun as¨ª las pruebas neuroconductuales realizadas indican que 'los beneficios de la lactancia materna compensan los problemas neurol¨®gicos que pueda causar el HCB en cuanto al desarrollo cognitivo'. Ahora, los autores ultiman el an¨¢lisis neurol¨®gico de 99 ni?os nacidos en Flix a partir de abril de 1997, cuyos resultados se publicaran pr¨®ximamente. Por cierto, estos an¨¢lisis indican que las emisiones de HCB en Flix han disminuido apreciablemente en los ¨²ltimos a?os.
A pesar de su singularidad, Flix es tan s¨®lo un episodio de un problema global. Sunyer expone: 'Todo el mundo incorpora continuamente contaminantes de elevada toxicidad, como dioxinas o PCB, que entran en nuestro organismo por la alimentaci¨®n en dosis generalmente muy bajas, pero que se van acumulando con el tiempo. Es un problema que nos afecta a todos'.
Un compuesto persistente
El hexaclorobenceno, o HCB, es un compuesto organoclorado que se acumula en los seres vivos y, una vez liberado, es muy persistente en el medio ambiente. Durante d¨¦cadas fue producido industrialmente como fungicida, entre otras aplicaciones.
La toxicidad de este compuesto es mal conocida. En animales de laboratorio es un potente cancer¨ªgeno, y se han descrito efectos negativos sobre la reproducci¨®n. La exposici¨®n directa en humanos produce porfiria cut¨¢nea y diversas alteraciones neurol¨®gicas como la enfermedad de Parkinson o disfunciones de la tiroides.
La peligrosidad del hexaclorobenceno ha llevado a incluir este compuesto en la lista de las 12 sustancias que se pretenden erradicar completamente de la faz de la Tierra, juntamente con las dioxinas, los PCB, el DDT y otros contaminantes org¨¢nicos persistentes, seg¨²n establece el denominado convenio de Estocolmo (v¨¦ase el suplemento de Salud de EL PA?S del martes 15 de enero de 2002).
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